Ningún analista o economista podría quedar impávido ante el crecimiento de la industria de los venture capital o VC, los inversionistas de riesgo por excelencia, chilenos. Esto, porque de 2020 a 2021 la inversión de estos fondos creció 541%, según cifras de la Asociación Chilena de Venture Capital (ACVC). El año pasado, nuestro país alcanzó una inversión récord de US$1.025 millones, los que se distribuyeron en 339 negocios, con un ticket promedio de US$ 3 millones.
El 42% de las startups nacionales que obtuvieron recursos operan en Chile (67), seguida por negocios en Estados Unidos (16%) y México (14%). Las fintech son las favoritas y en segundo lugar las agtech y foodtech (tecnología para la agricultura y alimentación, respectivamente). En la fotografía del 2021, hubo ocho grandes “exit” (cuando una compañía compra a una startup o bien, el mayor porcentaje de su sociedad) de empresas que tenían algún VC chileno, como fueron los casos de Cornershop, con el inversionista ALLVP III por detrás; Redelcom (Chile Ventures) o Baby Tuto (Mountain Partners).
Pero la inflación mundial, la baja expectativa de crecimiento para los próximos meses y otros factores que influyen en la inversión -como la guerra entre Rusia y Ucrania y la inestabilidad política- han hecho que la facilidad con que los VC de Chile y el mundo abrían sus billeteras hace unos meses no sea la misma para 2023. “Luego de un periodo muy expansivo de los VC, especialmente durante el 2020 y 2021, se espera una disminución de la inversión en startups con mayor valorización (Series B hacia arriba). Por otra parte, para el financiamiento en etapas tempranas (capital semilla o series A, que es lo que predomina en Chile), no han disminuido las inversiones y apostaría porque los montos se van a mantener o incluso a aumentar”, comenta Francisco Guzmán, presidente de la ACVC y socio del estudio de abogados Carey.
De una idea similar es Federico Iriberry, CEO de la plataforma de crowdfunding chilena Broota. “Este año se pudo ver que se contrajo la inversión en startups, pero en cierto tipo de montos, que son los más altos y más asociados a las denominadas Serie A en adelante. Sin embargo, en una etapa más temprana, se mantuvo un crecimiento importante”.
La startups también están preocupadas, principalmente las que tenían planes de expansión internacional y para ello requerían de levantamientos fuertes de capital. Ya lo decía hace unas semanas el CEO del unicornio chileno NotCo (empresas valoradas en más US$ 1.000 millones) en Pulso: “Hay que sobrevivir los dos próximos años sin levantar capital”.
Nuevos actores y focos
Pero a pesar de que los VC están más cautos en dónde poner las fichas, la inversión no ha bajado. Según cifras de la ACVC, el monto de inversiones de venture capital en startups chilenas en el primer semestre de 2022 creció 34% en relación al mismo periodo del año anterior. Similar tendencia se ve en la región: un estudio de la Asociación de Inversión en Capital Privado en América Latina (LAVCA, por sus siglas en inglés) revela que solo en la primera mitad de 2022 ya suman US$ 15,9 mil millones en 636 transacciones, el segundo año con mayor inversión desde 2015. El primer fue 2021. Y aún quedan varios meses para que termine.
Esto refuerza la teoría de que más que una restricción fuerte, el foco de los VC está cambiando. “El escenario para los próximos dos años se viene complejo debido a la crisis macroeconómica global que estamos viviendo, la que afectará el valor de las acciones de las empresas tecnológicas. Sin embargo, esto no significa que no existan oportunidades”, dice optimista Camila Mohr, gerenta general de Innspiral.
El partner de Alaya Capital, Claudio Barahona, también ve el vaso medio lleno. “Creo que viene un buen 2023, ya que muchos VC han anunciado este año cierres de próximos fondos. O sea, habrá dinero para invertir. La contracción se da más en VC internacionales como Softbank o Tiger Global Management. Ahora, la buena noticia es que localmente cada vez hay más inversionistas corporativos y family office apostando por las startups”.
Guzmán es de la misma línea: “Se están sumando nuevos actores a la industria, principalmente family offices y corporate venture capital. Su foco es principalmente entender la industria, que tiene reglas particulares, y en base a eso tomar decisiones de inversión”, dice el presidente de la ACVC.
Pero al parecer los cambios de foco en los VC no solo van por el tamaño de empresa, sino, por la forma en que sus fundadores y líderes están llevando las riendas del negocio. Especialmente pensando en el 2023 y la contracción económica. “Los inversionistas van a buscar empresas que estén haciendo más bootstrapping (tener un negocio con recursos propios o pocos recursos). O sea, las startups tienen que apretarse el cinturón y cuidar más el capital. Ser cautos en lo que gastan y tener mucho más foco en las ventas”, dice Allan Jarry, managing partner de Vulcano VC.
“Los fondos están analizando de mejor forma las inversiones”, concuerda Andrés Meirovich, managing partner de Genesis Ventures, y agrega: “Antes era una locura por cerrar rápido las rondas de inversión. Hoy cambió para bien y los VC están fijándose mucho más en las métricas. En definitiva, se reguló la industria, debido a que ya no hay tanta liquidez”. Iriberry, de Broota, plantea un concepto similar: “En definitiva, creo que el ánimo de creer en startups sigue intacto, pero se verán beneficiadas quienes han sabido crecer sin grandes estímulos económicos externos”.
El socio de Acelera Latam, Eugenio Cantuarias, opina que 2022 ha sido un período de corrección respecto de los últimos dos años y medio. “Por lo mismo, es que las condiciones de las rondas se han vuelto más acotadas o realistas y esto ha enviado una señal potente a los emprendedores, sobre cómo deben gestionar sus planes de crecimiento”.
Por su parte, Sebastián Acevedo, gerente de ChileGlobal Ventures, estima que, a diferencia de instrumentos más tradicionales, los venture capital son inversionistas de largo plazo que apuestan por el desarrollo de startups en extensos horizontes de tiempo. “Más aún, creemos que, en la incertidumbre y volatilidad de corto plazo, el VC puede ser más importante que nunca en una estrategia diversificada y que busque rentabilidad sostenida en el largo plazo”, dice Acevedo.
Los rubros
Ahora, claramente el concepto de “propósito”, está cubriendo cada vez más el modelo de negocio de las startups y, los inversionistas lo están considerando como un tema relevante. Pero independientemente de esto, los consultados coinciden en varias industrias que deberían estar más en el radar de los VC el 2023, principalmente las orientadas a la salud, biotecnología, sustentabilidad, foodtech, energías limpias y transformación digital. A estas, continuarán fuerte las del sector fintech e insurtech (seguros).
Eso sí, todas estas con otro término que crece cada vez más en el mundo del emprendimiento: “el impacto”. “Se ha visto que la inversión de impacto, mucho más que ser un acto de responsabilidad, es una inversión que tendrá una mayor probabilidad de ser rentable en el largo plazo”, concluye el gerente de ChileGlobal Ventures.