El 10 de mayo a las 15:00 horas, la ministro de fe Margarita Bravo llegó a las dependencias del gimnasio Pacific de Independencia 843. Horas después, asistió a Vicuña Mackenna 668 y dos días después a Cristóbal Colón 6880. Así, tres gimnasios de la cadena Pacific Fitness fueron embargados.
En el primero, Fritz Bartsch estuvo presente. Luego manifestaría en un escrito judicial que fue alertado por la empresa Verisure del embargo, que él era dueño de la marca comercial Pacific Fitness y que la sucursal de Independencia era una franquicia. Pidió anular el proceso, pero el 31 de mayo el 23° Juzgado Civil de Santiago lo rechazó.
Pacific Fitness es la mayor cadena del país, nació en 1997 y llegó a construir una red de 104 sucursales, dijo su propietario a comienzos de este año, cuando lamentaba un cierre, por la pandemia, que ya suma 16 meses. Ese propietario era Fritz Yerry Bartsch Briceño, 55 años, quien fue encontrado sin vida en su casa en Las Condes. La policía indaga su muerte hoy como un suicidio.
Hoy, la cadena enfrenta un proceso de quiebra que, según tribunales, involucra a una veintena de sociedades ligadas entre sí.Sin embargo, el grupo intenta delimitar los contornos de su negocio: somos, dicen, una cadena de empresarios del deporte que explotan el rubro bajo la denominación Gimnasios Pacific y en el que Fritz Bartsch era el “dueño registral” de la marca.
A través de un cuestionario escrito, el denominado “Grupo de franquiciados Pacific Fitness y sucesión de don Fritz Bartsch” respondió a Pulso las interrogantes sobre el futuro de la cadena. “La industria de los gimnasios y el fitness ha sido uno de los sectores más perjudicados por la crisis provocada por el Covid-19, por lo que la situación financiera de los franquiciados de Pacific Fitness se ha visto fuertemente afectada al no poder prestar un servicio con normalidad y no percibir ingresos en estos últimos meses”, explican en la compañía.
“Nuestra cadena cuenta con una trayectoria de más de 20 años, con políticas de gastos bastante austeras, lo que ha permitido ahorrar recursos para perdurar y en futuro próximo poder expandirnos con miras a la descentralización, proyectarnos en otras regiones del país y en el extranjero”, sostiene el grupo de franquiciados y los herederos del fallecido empresario, quienes cuentan que están desarrollando proyectos en Osorno, Paine, Coquimbo, Curicó y Talcahuano. “Hoy contamos con un respaldo financiero que nos permite resistir las adversidades que conlleva la pandemia”, insisten.
La historia de una liquidación
Parte de la historia comenzó hace cuatro años. El 23 de mayo de 2017, la Inmobiliaria General Velásquez, dueño del lugar donde operaba el llamado Mall del Mueble, en Américo Vespucio, pidió la liquidación forzosa de la sociedad Gimnasio Pacific Fitness Chile Limitada. Aunque el operador del recinto era Rentas Urbanas S.A., Pacific Fitness subarrendaba, desde 2013 no pagaba y en abril de 2015 ya ni siquiera estaba operativa en el recinto. Con una deuda por 4.410 UF (unos $ 131 millones), la inmobiliario pidió la quiebra de esa sociedad.
“En ese momento, pensábamos que la marca Pacific era una sola y bajo una sociedad”, explica la abogada de la Inmobiliaria General Velásquez, Daniela Gómez.
En esos años, la cadena ya operaba cerca de 60 gimnasios a lo largo del país.
El 10 de agosto de 2017, el 23° Juzgado Civil de Santiago decretó la liquidación y nombró como liquidador a Tomás Lacamara de Camino. Según los registros, la sociedad en quiebra operaba en dos direcciones: Bandera 236 y Rancagua 493. Sin embargo, al llegar a incautar, en la primera dirección no operaba ningún gimnasio y la segunda estaba ligada a otra sociedad, Gimnasio Fitness.
Al final del día, el pasivo reconocido por el liquidador llegó a los $ 345 millones en 2018. Ningún acreedor recibió pago.
Gómez dice que junto al liquidador y otros acreedores descubrieron que Pacific no era una sola firma. “Como estudio empezamos a indagar cómo estaba realmente conformada esta sociedad y nos dimos cuenta que tenía un entramado societario bastante complejo: la mayoría eran de responsabilidad limitada, conformadas por él -Fritz Bartsch- como persona natural o sociedades donde él es dueño. Y empezamos a armar el flujo”.
Y añade: “Gimnasios Pacific funcionaba con una sociedad arrendando el inmueble para luego suscribir los contratos de prestación de servicios con los clientes a través de otras sociedades, y las platas las iba dividiendo entre ellas, lo que para los acreedores hacía más difícil llegar a los fondos y pedir el pago de las acreencias”. Daniela Gómez confirma que Fritz Bartsch planteó que esas sociedades eran franquicias, lo que la abogada pone en duda. “Cuando se trata de sociedades limitadas es bien difícil que sea una franquicia, cuando los socios son el mismo franquiciante o personas relacionadas”.
La unidad económica
El primer caso estaba cerrado, pero en marzo de 2020, la abogada Daniela Gómez pidió desarchivar la causa para seguir indagando la red. Desde a lo menos 2016 varios juicios laborales ligan sociedades y sucursales y en cinco de ellos los tribunales laborales había acreditado la existencia de una unidad económica. En otro, de 2018, aquello se había desestimado.
Se trata de un grupo de unas 26 sociedades -hay procesos judiciales que dan cuenta de hasta 33- cuyos representantes legales eran Fritz Bartsch y personas cercanas al empresarios. En todas, el giro principal estaba ligada al desarrollo de gimnasios. Y el socio principal era Fritz Bartsch.
“Por este acto, vengo en solicitar que se realice el acto de incautación de bienes respecto de las siguientes sociedades que forman parte de la cadena Pacific Fitness, al igual que Gimnasio Pacific Fitness Chile Limitada”, pedía al tribunal en marzo de 2020 la abogada Gómez, detallando 26 sociedades. “Como se pide, procédase a la incautación de bienes respecto de la unidad económica que conforma Gimnasios Pacific, en los términos solicitados”, determinó el tribunal en febrero de este año. Con esta resolución, empezó el embargo de los locales de la cadena.
Fritz Bartsch intentó detener ese proceso. Una de las sociedades indagadas como parte de esa red, SVK Deportes, también. Su abogada, Zuzana Kostková, declaró que esa firma explotaba “una franquicia de la marca Pacific Fitness”. “No teníamos conocimiento de este proceso de liquidación concursal y mucho menos teníamos conocimiento de que en estos autos se había declarado unidad económica”, se lee en el expediente del caso.
El tribunal desestimó el planteamiento. “Los incidentes interpuestos no suspenderán el procedimiento concursal”, señaló el 31 de mayo. El 25 de mayo, Zuzana Kostková había presentado un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones que fue declarado inadmisible. Kostková intentó ser contactada por Pulso, sin resultado.
La declaración hecha llegar a Pulso por los “franquiciados” y la sucesión de Bartsch insiste en dividir responsabilidades. “Los procedimientos judiciales que se siguen en contra de alguno de los franquiciados que explotan la marca Pacific Fitness se resolverán en la sede que corresponda y bajo la estrategias jurídicas que definan los abogados de la respectiva empresa deudora. Sin perjuicio de lo anterior, serán los sucesores hereditarios de la propiedad de la marca inscrita en INAPI quienes resuelvan o continúen el respectivo contrato suscrito entre el dueño de la marca y empresa deudora”. Y añaden: “Como cadena de franquicias Pacific Fitness brindaremos el apoyo necesario para resguardar a los demás franquiciados, nuestros clientes y la imagen corporativa”.
“Pacific está quebrado”
Bajo la causa madre de 2017 se acumularon otras que se sumaron este año.
En 21 de abril de 2021, por ejemplo, Inmobiliaria Providencia los demandó por el no pago del arriendo del establecimiento de Colón 6880. Aseguran que en abril de 2020 dejaron de pagar y a la fecha de la acción judicial adeudaban 600 UF. Un mes antes, en marzo, había hecho lo propio Inversiones La Portada, ligada al empresario Segundo Gómez Pacheco. También desde abril de 2020 que no pagaban el arriendo por el gimnasio de Vicuña Mackenna N°669.
Desde la cadena precisan que: “La cadena de empresarios del deporte que explotan el rubro bajo la marca Gimnasios Pacific, han sufrido una serie de pérdidas que, en la medida de los esfuerzos y recursos pretendemos recuperar”. “El grupo de franquiciados ha tomado contacto con cada uno de sus arrendadores y trabajadores. En muchos casos se ha llegado a compromisos de pago y disminuciones en los cánones de arriendo como medidas paliativas”.
Para el 13 de julio -cuenta Gómez- tiene fecha el primer remate de bienes incautados. Por ejemplo, desde Vicuña Mackenna se embargaron 10 trotadoras, 16 elípticas, nueve bicicletas estáticas, entre otros artículos de gimnasio, al igual que en las otras sedes embargadas. “Con la incautación empezarían los pagos”, subraya la abogada. E insiste: “Hoy se puede decir que Pacific está quebrado, porque vamos sobre todos los bienes de las sociedades relacionadas”. Es que mientras no se presente un plan de reestructuración de pasivos por parte de Pacific, los embargos continuarían, sostiene. En la cadena, no obstante, insisten en lo mismo: es la situación de unos pocos, ajenos a la matriz y a los dueños de la marca.