El Gobierno francés ha impuesto un veto “definitivo” al proyecto de fusión entre el francés Carrefour y el canadiense Couche-Tard en nombre de la soberanía alimentaria y si hace falta recurrirá para impedirla a un dispositivo legal sobre los sectores estratégicos.
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, subrayó este viernes en una entrevista al canal BFMTV que su posición ante esa operación “es un no cortés, pero claro y definitivo”, según recoge Efe.
El principal argumento del Ejecutivo galo es la protección de la seguridad alimentaria, que a su juicio correría peligro si Carrefour pasase a estar bajo manos extranjeras.
Algo en lo que el propio Le Maire ha insistido cada día desde que se conoció la oferta de compra de 20 euros por acción propuesta por Couche-Tard sobre el retailer francés, el principal empleador privado del país con unos 100.000 trabajadores y con una cuota de mercado del 20% en su sector.
“La seguridad alimentaria es estratégica para nuestro país y no cederemos a uno de los grandes distribuidores franceses”, ha dicho Le Maire, que ha vuelto a recordar que el Gobierno francés tiene derecho de veto sobre la operación, ya que aprobó en 2019 una ley en la que incluyó al sector de la distribución alimentaria entre los sectores sobre los que puede intervenir para impedir que las empresas del mismo pasen a estar controladas por grupos extranjeros.
En este caso, el Ejecutivo no posee participación alguna en Carrefour, que tiene el 61% de su capital en Bolsa. Su primer accionista es la familia Moulin, propietaria de las Galerías Lafayette, con un 12,62% de los títulos, seguida de Bernard Arnault, el dueño del gigante del lujo LVMH con el 8,6%, mientras que Bank of America Merrill Lynch tiene otro 8%.
Acciones
La creciente presión del Gobierno francés para vetar la operación ha provocado la caída de las acciones de Carrefour en el mercado. Estas llegaron a repuntar un 13% el miércoles cuando se conoció la oferta de Couche-Tard, pero el jueves, ya con varios ministros insistiendo en el rechazo a la venta, cayeron un 2,5% y este viernes lo hacen en el entorno del 4%. Su valor bursátil cae ya por debajo de los 13.500 millones de euros, un 20% por debajo del valor que le da la oferta de Couche-Tard.
Esta informó el miércoles que había enviado una oferta no vinculante al grupo francés para pagar 20 euros por cada acción de Carrefour. Esta compañía canadiense tiene un valor bursátil deunos 26.000 millones de euros, casi el doble que la francesa en estos momentos, pese a que en su último ejercicio completo facturó cerca de 35.000 millones, menos de la mitad de los ingresos de Carrefour.
El 70% lo generó en EE UU, y obtuvo un beneficio de alrededor de 1.500 millones, con un negocio basado en la explotación de estaciones de servicio. Tiene más de 10.000 gasolineras, la mayor parte en EE UU y Canadá, y casi 12.000 tiendas de conveniencia, la práctica totalidad ubicadas en ellas.