El servicio de delivery, o de entrega a domicilio, de restaurantes y locales de comidas como cafeterías, bares, quioscos, entre otros, se ha expandido a pasos agigantados en Chile y con la pandemia experimentó un crecimiento aún más explosivo durante el año pasado. En esto, el desarrollo de aplicaciones ha sido clave, pues ofrece a los consumidores una oferta más variada y competitiva.
Según datos de Euromonitor International, las ventas de delivery de la industria de restaurantes y locales de comidas aumentaron en el país un 63,4% en cinco años. Si en 2014 totalizaron US$295,6 millones, en 2019 la cifra se elevó a US$483,1 millones. Este crecimiento, además, es mayor al que experimentaron las ventas de delivery en Latinoamérica durante el mismo periodo, de 51,5%.
Las proyecciones apuntan que 2020 dejará cifras todavía mejores. De acuerdo a estimaciones de Euromonitor, las ventas de delivery en el país durante el año pasado totalizaron US$820 millones. Esto se traduce en un alza de 69,7% respecto a 2019. Además, significó un importante salto en términos de participación, pasando a representar este canal un 9,4% de las ventas de la industria de restaurantes o locales de comida en 2019, a 23,9% en 2020.
“Es una combinación de factores que hace crecer al delivery”, dice Rocío Guzmán, consultora en Euromonitor International. “Existe una alta migración que se traduce a una gran masa de courriers disponibles para entregar pedidos. América Latina tiene un mercado muy fragmentado de restaurantes independientes, aumentando la oferta en plataformas de delivery e impulsando una fuerte competencia de precio. Los consumidores buscan comodidad, conveniencia y variedad a un precio accesible que es justamente lo que se está ofreciendo”, explica.
La analista sostiene que el fuerte crecimiento del delivery el 2020 es a nivel regional y varía en cada mercado dependiendo de factores como el tiempo transcurrido en cuarentenas, la madurez del mercado en cuanto a las aplicaciones de delivery, penetración de internet, bancarización e incluso el número de ciudades con alta densidad de población. “Considero que Chile no es comparativo con otros países, ya que todos los mercados son bastante distintos. Chile por ejemplo, es muy centralizado en Santiago, por lo que todavía hay mucha oportunidad geográfica de seguir creciendo en regiones”, indica.
¿Qué efectos tuvo la pandemia? “Para muchos países de América Latina el delivery fue el único canal de ventas para operar por meses. Marcas de restaurantes o locales de comida rápidamente se tuvieron que adaptar a las ventas a través de este canal. Si antes era importante trabajar con una app de delivery, ahora se busca la mayor exposición posible para sopesar las ventas perdidas en la tienda física. Para los consumidores también hubo cambio, permanecer más tiempo en casa hace que optar por comida a través de delivery sea la alternativa más conveniente”, comenta Guzmán.
Para los próximos años la analista estima que el delivery continuará creciendo a una tasa más moderada. “El precio y la conveniencia es el factor principal. Las marcas también han sabido adaptarse rápidamente a un consumidor que pasa más tiempo en casa. (...) Será importante cómo el delivery de comida maneje una alta demanda en un futuro próximo. Definir la logística será un factor clave para que la comida no pierda el sabor, temperatura o calidad de los ingredientes”, señala Guzmán.