Un análisis sobre la propuesta de reforma al sistema de pensiones chileno fue lo que hizo en poco más de 40 páginas la economista Alejandra Cox por encargo de Principal International, la matriz de AFP Cuprum. Allí hace un análisis crítico que no ha pasado desapercibido entre quienes han conocido el informe, el cual ya ha sido sociabilizado con distintos actores que siguen de cerca la reforma.
¿La principal conclusión? “Lo resumo así: la discusión en el Congreso tal como está planteada hoy, no es suficiente para dar cuenta del problema de pensiones en Chile y tampoco contribuye a una solución integral. En pocas palabras, es una política pública mala o insuficiente”, comenta Cox.
“Lo digo porque deja dos temas centrales en el tintero, dos temas centrales para cualquier país que está tratando de enfrentar el problema del envejecimiento, que son las lagunas y la subcotización; y la edad de pensión, que en Chile sigue siendo de 65 años para los hombres y 60 para las mujeres, eso se queda muy corto”, agrega la economista.
Con todo, el informe señala que con la propuesta de oposición “el objetivo no es mejorar las prestaciones del sistema manteniendo su sostenibilidad, o reconociendo el aporte de las instituciones existentes, sino que instalar un sistema diferente al que se ha desarrollado a lo largo de décadas”.
Cuentas nocionales
Sobre las cuentas nocionales, el estudio dice que “la lección más importante para Chile a partir de la experiencia sueca es que los criterios de inversión de los fondos nocionales no han sido de maximizar el rendimiento para los afiliados, y que, dado el envejecimiento de la población, los fondos intermedios AP1 a 4 (fondos de reserva suecos donde se transfiere la cotización en el sistema de cuentas nocionales) y 6 sufrirán reducciones, no de carácter cíclico como la crisis del 2008, sino de carácter permanente. Eso obligará a Suecia a aplicar el freno sin vuelta al diseño original. Para lograr la sostenibilidad fiscal tendrán que reducir las promesas de pensiones, o aumentar las contribuciones. Ambos caminos reducen el apoyo popular al sistema, problema común a todo sistema de reparto”.
¿Cuál es el principal problema de implementar en el país las cuentas nocionales? Cox detalla que “simplemente nos distrae. Segundo, nos obliga a reestructurar un sistema, aumentando costos (...) Al final de cuentas, no vamos a lo que es esencial, y no hay ninguna claridad de que vaya a haber aumento en las pensiones. De hecho, el informe de la Dipres entrega resultados respecto a que el sistema se puede financiar, pero nos deja completamente ciegos con respecto a cuál es el efecto en las pensiones mismas”.
Adicionalmente, el documento asegura que “reintroducir un programa de beneficios definidos reinserta el riesgo de hacer crecer en forma insostenible el endeudamiento fiscal asociado con los programas de beneficio definido existentes en el resto del mundo, que Chile con duro esfuerzo logró progresivamente reducir”.
Es más, dice que “un riesgo inminente de este diseño es que el monto destinado a garantías este sujeto a decisiones de política, y por tanto la tasa de retorno que efectivamente se acredite a las cuentas nocionales puede ser sustancialmente menor que el promedio de las tasas de retorno de los ahorros en las AFP. Una forma alternativa de financiar transferencias es por la vía del presupuesto de la nación – los impuestos generales al ingreso, que son progresivos y por tanto más amables con los contribuyentes de bajos ingresos”.
Por otro lado, el documento también añade que “la propuesta incluye la idea de expropiar utilidades de las AFP para destinarlas al fondo colectivo y controlar la forma en que las AFP hacen su trabajo, incluyendo venta y comercialización. Si la expropiación de utilidades y el control de operación va más allá del sistema impositivo a las empresas, o la protección de los consumidores, esta sección de la propuesta no es digna de un país con libertad económica”.