“Nací en Argentina hace 66 años, acá en la Clínica Otamendi, y viví hasta los cinco años. Luego, por un periodo chico, estuve en Chile, pero después mis padres se fueron a Uruguay, donde estuve hasta los 16. Después viví cinco años en Chile y nunca más volví...”. Así fue el comienzo del relato que un distendido José Luis Daza entregó la noche del 9 de octubre pasado durante su primera entrevista como flamante nuevo viceministro de Economía de Argentina.
El episodio, transmitido por el canal televisivo de La Nación de Buenos Aires, no sólo marca su intenso primer mes en la secretaría de Política Económica del Palacio de Hacienda, sino que también comienza a dar las luces sobre cuál será el perfil público que adoptará el economista chileno en el clave cargo del gobierno de Javier Milei.
Esa misma mañana de miércoles el equipo económico, liderado por el ministro Luis “Toto” Caputo, recibía la energética visita del Presidente Milei, quien cruzó inesperadamente la avenida Hipólito Yrigoyen, que separa la Casa Rosada del Ministerio de Economía en Buenos Aires, en medio del entusiasmo del Palacio de Hacienda por la caída del riesgo país argentino a su nivel más bajo desde que comenzó la administración del libertario.
Fue también esa mañana en la que el economista chileno conoció en persona al mandatario trasandino. Hasta ese momento, sólo habían tenido un par de contactos telefónicos. “Peleando con el Presidente”, fue la lúdica publicación que realizó Daza al respecto, cerca del mediodía de ese miércoles en su cuenta de X, la cual fue acompañada de una fotografía junto a Milei, quien lució su tradicional pose con los pulgares hacia arriba.
Quienes conocen al economista chileno confidencian que ha mostrado un alto entusiasmo en su primer mes junto al equipo económico de Caputo, su amigo y excompañero en los bancos JP Morgan y Deutsche Bank en Nueva York. Señalan que antes de arribar a Buenos Aires, Daza tenía cierta incertidumbre sobre cómo iba a ser recibido en el medio local. Sin embargo, ha comentado en su círculo que está muy cómodo y ha destacado la calidez de los argentinos. También ha alabado el capital humano que existe en el Ministerio de Economía y el buen ambiente de trabajo, haciendo notar “la ausencia de egos” en el equipo económico, dicen desde Argentina.
Nacido en el país trasandino el 5 de julio de 1958, José Luis Daza Narbona es hijo del diplomático chileno Pedro Daza y ha vivido la mayor parte de su vida en Estados Unidos -por lo que tiene doble nacionalidad, chilena y estadounidense-, donde forjó una estrecha amistad con muchos economistas argentinos. De hecho, hace casi dos décadas fundó en Nueva York el hedge fund QFR Capital Management, junto a los economistas trasandinos David Sekiguchi y Demian Reidel. Este último es hoy jefe de asesores del Presidente Milei.
Del aterrizaje a la vorágine
Luego de un par de meses de asesorías informales con el gobierno de Milei y viajes continuos entre Nueva York -donde reside- y Buenos Aires, Daza aterrizó definitivamente en la capital argentina el sábado 21 de septiembre, tras ser anunciado a fines de agosto por el propio Caputo como “número 2″ del Ministerio de Economía.
“El ‘Toto’ le dio la bienvenida a José Luis con un asado en su casa junto a otros amigos ese mismo día de su llegada”, relata una fuente al tanto de ese evento. Y agrega que en esta primera etapa, y dado que el economista chileno está sin familia en Buenos Aires, sus conocidos se han preocupado de no dejarlo solo los fines de semana, invitándolo a sus casas.
Pero a veces no ha sido necesario, indica la misma fuente, porque Daza no ha parado de trabajar este primer mes en Argentina y eso ha incluido, en más de una ocasión, días de fin de semana. En la semana, detalla, “llega alrededor de las 8 de la mañana todos los días al ministerio y se va cerca de las 9 de la noche”.
Además de acompañar a Milei y el equipo económico a la presentación del Presupuesto 2025 en el Congreso hace un mes, apenas un día después de haberse instalado en Buenos Aires, Daza ha adquirido un alto perfil público desde su aterrizaje, a diferencia de su antecesor en el cargo, Joaquín Cottani, y otros viceministros de Economía de gobiernos anteriores.
“En general, el cargo de secretario de Política Económica posee un perfil bien técnico y no suele tener un perfil público ni estar permanentemente en relación con la prensa”, explica un exasesor de Milei que prefiere el anonimato.
A diferencia de ello, durante este primer mes Daza ha participado públicamente en al menos dos seminarios (uno organizado por la Federación Iberoamericana de Bolsas y en la Cumbre Aseguradora), además de asistir a la entrevista con La Nación TV de Buenos Aires.
“Es la primera vez que decido dejar mis cosas y mis actividades, porque creo que en la Argentina hay una oportunidad única de hacer un quiebre, un cambio de régimen con el pasado”, dijo la semana pasada en diferentes medios trasandinos.
Los analistas en Argentina no sólo han destacado el arribo del economista chileno, sino que también coinciden en que tendrá un rol comunicacional no menor en el Ministerio de Economía, ya que el ministro Caputo ha mostrado una cierta distancia con los medios de comunicación más tradicionales.
“La llegada de Daza es más que bienvenida, en el sentido de que trae un aporte importante. Conoce mucho Wall Street y viene con un background económico y de haber conocido programas de estabilización o programas que se han implementado en muchos países emergentes. Trae una gran experiencia al equipo. Él está haciendo un aporte importante en términos de comunicación, ese va a ser su rol”, afirma el doctor en Economía de la Universidad de Columbia y execonomista principal del Banco Mundial, el argentino Miguel Kiguel.
Ignacio Labaqui, profesor de Política Latinoamericana y Teoría de las Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Argentina (UCA), dice que hasta ahora Daza ha estado más activo comunicacionalmente que muchos de los otros integrantes del equipo económico y destaca las ventajas que tiene por haber hecho “research” en la jefatura del departamento de investigación de mercados emergentes en el Deutsche Bank y en la dirección de investigaciones de mercados emergentes del banco JP Morgan.
No obstante, Labaqui cree que lo más probable es que su rol siga predominantemente en el lado técnico. “Más allá del rol de comunicador ante la prensa y de resolver las dudas de los inversores, tiene una misión de ver cómo se sale de los controles cambiarios y cuál es el horizonte de la política cambiaria y monetaria, las que son dos grandes interrogantes del sector privado”, apunta el politólogo trasandino, quien ve difícil que los dardos de la oposición y la prensa lleguen hacia la labor que desempeña José Luis Daza.
“Hay otras figuras más expuestas en el gabinete como Federico Sturzenegger (Ministro de Desregulación). El rol de secretario de Política Económica es más técnico. Es estar más en el diseño del gran plan, que en la coyuntura diaria. Eso lo preserva un poco. A diferencia del ministro Caputo, por ejemplo, no lo he visto entrar en polémicas en Twitter (X)”, añade Labaqui.
“En un gobierno donde hay tanta gente que dice cosas chocantes todos los días, hay otras figuras que le compiten por la atención de la oposición o de la prensa crítica del gobierno”, complementa el académico de la UCA.
La clave misión con el FMI
Adicionalmente, a juicio de los analistas, el otro papel clave del economista chileno, en lo inmediato, es seguir negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en lo que es una relación históricamente compleja entre el país trasandino y el organismo multilateral.
De hecho, en Buenos Aires indican que una misión del equipo económico encabezada por Caputo y Daza, entre otros, está viajando este fin de semana a Washington (Estados Unidos) para la cumbre anual del FMI y el Banco Mundial, donde podrían continuar las conversaciones bilaterales. Esto, en medio del distanciamiento generado por la salida del director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, el chileno Rodrigo Valdés, de las negociaciones directas con Argentina, dadas las críticas trasandinas en su contra.
Desde la capital argentina, quienes han seguido la instalación de Daza en el ministerio aseguran que desde un principio tomó las riendas de las conversaciones con el FMI para lograr nuevos recursos que permitan estar más cerca de la salida del cepo cambiario, donde sus principales contrapartes en estas semanas han sido la número dos del organismo, la subdirectora gerente Gita Gopinath, y Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental.
“Daza debería estar a cargo de toda la negociación con el FMI en la parte técnica, aunque las decisiones al final van a ser tomadas por Caputo y por el mismo Milei. Además, deberá ayudar a pensar en todo el equilibrio general, no mirar simplemente temas como el fiscal, sino también cómo funcionarán las reformas estructurales”, concluye Miguel Kiguel.