.El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE.UU. experimentó una variación de 0,5% en julio, ajustándose a las expectativas del mercado y muy por debajo del registro de junio (0,9%), lo que supone cierto alivio para los inversionistas respecto a las estimaciones sobre alzas de tasas en ese país.

Con este resultado, la inflación acumulada en un año en la mayor economía del mundo llegó a 5,4%, repitiendo así el mayor alza desde agosto de 2008, de acuerdo a la Oficina de Estadísticas del Departamento de Trabajo (ver gráfico).

La inflación subyacente, un dato especialmente relevante para los expertos, fue de 0,3% en el séptimo mes del año, algo menor a lo esperado y manteniéndose en 4,3% interanual.

Reuters consignó que las tasas de inflación anualizada se han estado elevado debido a la desaparición de lecturas débiles de la primavera pasada del cálculo de índices de precios, aunque los llamados efectos base se están estabilizando.

Bloomberg, por su parte, dijo que ante las limitaciones de suministro y la creciente demanda, las empresas están elevando los precios de los bienes y servicios a medida que aumentan las presiones de los costos.

Entre los contratiempos actuales se encuentra la escasez de materiales, los cuellos de botella en los envíos y las dificultades de contratación, todo lo cual probablemente continuará ejerciendo una presión alcista más amplia sobre los precios en los próximos meses.

“Este mes reveló un enfriamiento significativo de la inflación transitoria. Primero, en el tema de la escasez de bienes: los precios de los automóviles usados subieron un 0,2% intermensual, aunque los coches nuevos fueron mucho más fuertes con un 1,7% intermensual. Dada la señal de los precios mayoristas de automóviles usados, que comenzaron a bajar en junio, esperamos lecturas negativas en el IPC de automóviles usados a partir del próximo mes”, explicó Bank of America.