Los economistas estadounidenses Paul R. Milgrom y Robert B. Wilson han ganado el Premio Nobel de Economía 2020, según informó hoy la academia sueca que otorga el premio. Ambos han sido reconocidos por las “mejoras en la teoría de subastas e invenciones de nuevos formatos de subastas”, ha indicado el Secretario General Göran Hansson de la Real Academia Sueca de Ciencias Göran Hansson
Estos economistas también han usado sus conocimientos para diseñar nuevos formatos de subasta para bienes y servicios que son difíciles de vender de forma tradicional, como las frecuencias de radio. “Sus descubrimientos han beneficiado a vendedores, compradores y contribuyentes de todo el mundo”, ha explicado el comité de premios en un comunicado.
Paul R. Milgrom, nacido en Detroit (EE UU) en 1948, Doctorado en 1979 por la Universidad de Stanford (EE UU) es el titular de la cátedra Shirley y Leonard Ely de Humanidades y Ciencias en la Universidad de Stanford, cargo que ocupa desde 1987 y Robert B. Wilson (Geneva, EE UU) nació en 1937, se doctoró en 1963 por la Universidad de Harvard, Cambridge y es actualmente Profesor emérito de Administración de la Universidad de Stanford, EE UU.
Según explica la academia sueca, la gente siempre ha vendido cosas al mejor postor, o las ha comprado a quien hace la oferta más barata. Hoy en día, los objetos de valor astronómico cambian de manos cada día en las subastas, no sólo los objetos domésticos, el arte y las antigüedades, sino también los valores, los minerales y la energía. Las compras públicas también pueden realizarse en subastas.
Por ello, utilizando la teoría de las subastas, los investigadores intentan comprender los resultados de las diferentes reglas de licitación y los precios finales así como el formato de la subasta. “El análisis es difícil, porque los licitadores se comportan estratégicamente, basándose en la información disponible. Y tienen en cuenta tanto lo que ellos mismos saben como lo que creen que saben los demás licitadores”, precisan los académicos que han condedido este galardón.
Concretamente, Robert Wilson ha desarrollado la teoría para subastas de objetos con un valor común, un valor que es incierto de antemano pero que, al final, es el mismo para todos. Los ejemplos incluyen el valor futuro de las radiofrecuencias o el volumen de minerales en un área particular. Este economista mostró por qué quienes ofrecen los artículos para ser subastados tienden a colocar las ofertas por debajo de su mejor estimación del valor común: están preocupados por la maldición del ganador, es decir, por pagar demasiado y perder, asegura el comité de académicos.
Paul Milgrom, por su parte, formuló una teoría más general de las subastas que no sólo permite valores comunes, sino también valores privados que varían de un oferente a otro. Analizó las estrategias de licitación en varios formatos de subasta muy conocidos, demostrando que un formato dará al vendedor mayores ingresos previstos cuando los licitadores conozcan más los valores estimados de cada uno durante la licitación.
“Los laureados de este año en Ciencias Económicas comenzaron con la teoría fundamental y luego utilizaron sus resultados en aplicaciones prácticas, que se han extendido a nivel mundial. Sus descubrimientos son de gran beneficio para la sociedad”, dice Peter Fredriksson, presidente del Comité del Premio.
De hecho, en 1994, las autoridades de los Estados Unidos utilizaron por primera vez uno de sus formatos de subasta para vender radiofrecuencias a los operadores de telecomunicaciones. Desde entonces, muchos otros países han seguido el ejemplo.
Esta fue la respuesta de Wilson y Milgrom al hecho de que las sociedades fueran incorporando cada vez cuestiones más complicadas que subastar como las franjas horarias de aterrizaje o las citadas las frecuencias de radio. Por este motivo ambos economistas han dedicado gran parte de sus investigaciones a inventar “nuevos formatos para subastar muchos objetos interrelacionados simultáneamente, en nombre de un vendedor motivado por un amplio beneficio social en lugar de un ingreso máximo”, resaltan desde la Academia de los Nobel.
El premio Nobel a las Ciencias Económicas es el último en adjudicarse y será entregado a los premiados en una ceremonia que se celebrará el 10 de diciembre, fecha en la que murió Alfred Nobel, inventor de estos galardones.