La probable carta del partido demócrata para reemplazar al presidente Joe Biden en la carrera a la Casa Blanca de cara a noviembre, Kamala Harris, marca un contraste con el candidato del partido Republicano, Donald Trump, en cuanto a temas medioambientales.

Mientras Trump prometió –como hizo en su primer mandato- volver a retirar a Estados Unidos del acuerdo de París y retroceder con algunas políticas en esa materia, Harris fue apoyada por varios de los llamados “grupos verdes”, entre ellos Sierra Club, Climate Power y NRDC Action Fund.

En ese sentido Lena Moffit, directora Ejecutiva de Evergreen, enfatizó que en esa organización “están seguros” de que Harris está preparada para llevar adelante el legado del presidente Biden -el cual según apreció “es histórico”- e incluso establecer un “nuevo estándar alto” para la ambición climática en Estados unidos.

Voto clave en la Ley de Reducción de la Inflación

Como actual vicepresidenta, Kamala Harris emitió el voto decisivo para aprobar la Ley de Reducción de la Inflación que inyecta más de 370 mil millones de dólares en 10 años a la energía eólica, solar, las baterías y los autos eléctricos.

En esa línea, en su carta del domingo pasado donde confirma que desistió en su intento para ser reelegido presidente, el mandatario Joe Biden calificó ese proyecto de ley como “la legislación climática más importante en la historia del mundo”.

La anterior es la misma ley que busca que el país se aleje de los combustibles fósiles y la cual en el partido republicano han prometido revocar de volver al poder.

Aunque también adoptó posiciones a la izquierda de Biden, ya que Harris fue copatrocinadora original del Green New Deal que buscaba que el país transitara a energías 100 por ciento limpias dentro de una década, aunque la medida no salió del comité.

De la misma manera, cuando ella se presentó a las primarias presidenciales demócratas en 2019, promovió una agenda verde más a la izquierda que la de Biden. Pidió un impuesto al carbono, la prohibición del fracking para extraer petróleo y gas en tierras públicas y una inversión de 10 billones de dólares para ayudar a combatir el calentamiento global.

Etapa como fiscal en San Francisco y participación en Cop 28 de Dubai

El trabajo de Kamala Harris en cuestiones ambientales se remonta a las primeras etapas de su carrera hace dos décadas, cuando creó una de las primeras unidades de justicia ambiental de Estados Unidos como fiscal de distrito de San Francisco.

Más tarde, como fiscal general de California, consiguió acuerdos multimillonarios con Volkswagen por manipular vehículos con software para engañar a los consumidores en materia de emisiones y con las empresas petroleras Phillips 66 y Conoco Phillips por violaciones ambientales.

En una ocasión, Harris afirmó que también había demandado a Exxon Mobil, lo cual fue desmentido por medios que combaten las noticias falsas.

Por otra parte, el año pasado, la vicepresidenta representó a su país en vez del presidente Biden en la cumbre climática de la ONU Cop28 en Dubai, donde dijo a los líderes mundiales: “Nuestra acción colectiva, o peor aún, nuestra inacción, afectará a miles de millones de personas durante las próximas décadas”.

Asimismo, los mismos grupos climáticos que la semana pasada cuestionaban la capacidad de Biden para ganar en noviembre ahora están comenzando a apoyar a Harris. El director ejecutivo de Sunrise, Aru Shiney-Ajay -grupo climático liderado por jóvenes- declaró: “Estamos listos para avanzar a toda máquina hablando con los jóvenes sobre lo que está en juego en esta elección” presidencial de Estados Unidos.

Los ojos están puestos en Harris, desconociéndose si será finamente la carta del partido demócrata.