El otro efecto de la crisis: pensiones pueden disminuir hasta 17% al estar cesante por dos años
De acuerdo a un estudio de Ciedess, los más perjudicados son jóvenes y mujeres. Los economistas entregan sus propuestas para amortiguar este efecto, y no replicar lo ocurrido con la actual generación que se está jubilando con bajas pensiones por los efectos de las altas tasas de desempleo de la crisis de los `80.
Una parte importante que explica las bajas pensiones de quienes hoy se están jubilando, es que se trata de la generación que ingresó al mercado laboral en medio de la crisis de los ’80, cuando el desempleo escaló hasta el 19,2% en 1982, e incluso para el Gran Santiago, la cifra fue aún peor llegando a 23,8% en el primer trimestre de 1983, además tardó más de cinco años en volver a niveles pre-crisis.
La explicación es simple: los primeros años de cotización son claves para obtener una buena pensión. De hecho, un estudio de la Superintendencia de Pensiones, concluye que “retrasar en tres años la edad de la primera cotización, generarían caídas de pensión del orden del 20%”. La misma caída se observa al bajar la densidad de cotización al 80% de forma uniforme durante la vida laboral.
Ya van ocho meses desde el estallido social, y en medio de la actual crisis por coronavirus, la tasa de desempleo escala sin parar, donde los más afectados serían los jóvenes, las mujeres, y trabajadores por cuenta propia.
“Nuevamente vamos a repetir el ciclo. Las pensiones actuales son muy bajas porque se está jubilando la generación que vivió la crisis del ’80. Esto es crucial, los problemas que hoy se están incubando en el sistema de pensiones, van a rebrotar en 35 años más. Hay que hacerse cargo de estos shocks intergeneracionales. A las personas que vivieron la crisis del ’70 y ’80, no la estamos reconociendo como sociedad”, dice el economista y exsuperintendente de Pensiones, Guillermo Larraín.
Ciedess hizo un estudio que busca medir los efectos de lagunas previsionales sobre el monto de la pensión autofinanciada de vejez a la edad legal de retiro. Allí se concluye que el impacto que generaría una laguna previsional de 12 meses en el monto promedio de la pensión autofinanciada de vejez sería de entre -2,2% y -6,1% para hombres, y de entre -3,7% y -8,7% para mujeres, dependiendo del momento en que se produce la laguna. En tanto, el impacto de una laguna previsional de 24 meses generaría una disminución promedio de entre -4,6% y -12,0% para hombres, y de entre -7,8% y -17,0% para mujeres. Las lagunas de jóvenes y mujeres, son las que más afectan el monto de la pensión.
Los economistas están de acuerdo en que el mayor impacto de esta crisis en la pensión, ocurrirá por el alza del desempleo. Estiman conveniente retomar la discusión de la reforma previsional, pero revisando la gradualidad del alza de cotización con cargo al empleador, para priorizar que se recupere el empleo formal.
¿Qué proponen para amortiguar la baja en pensiones? La académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, dice que entre los planes de reactivación del empleo que impulsará el gobierno, podría considerarse un subsidio a las cotizaciones de seguridad social para el 60% u 80% de las personas de menores ingresos.
Hugo Cifuentes, profesor de seguridad social de la UC, cree que se podría “permitir que con cargo al Fondo de Cesantía Solidario se paguen cotizaciones previsionales para trabajadores cesantes”.
Este tipo de crisis ponen en evidencia que es necesario que el sistema tenga más solidaridad, cree Guillermo Larraín. “Un sistema de pensiones no puede estar tan dependiente del ahorro, porque supone un nivel de empleabilidad y formalidad, que desgraciadamente Chile no tiene”, comenta.
Larraín agrega que como el desempleo juvenil es muy volátil y en crisis siempre crece mucho, se podrían generar condiciones para que los jóvenes sigan estudiando en esta etapa. Además, cree que no sería mala idea pensar en que la tasa de cotización no sea constante, es decir, que cuando una persona es joven, parta con una cotización más baja, y que vaya creciendo con la edad hasta llegar a un peak, y que luego vuelva a bajar cuando la persona está más próxima a jubilarse. Cuenta que esta propuesta ayudaría a promover el empleo formal, y salió de una tesis de un alumno en la Universidad de Chile hace unos años.
Añade que “otra de las cosas que hay que hacer rápidamente, es tomar la decisión de que hay que incorporar un pilar de reparto al sistema previsional chileno, tiene que ser contributivo, que haya solidaridad intergeneracional”. En ese sentido, estima que hoy se podría hacer un leve aumento en la cotización, de entre 0,2% y 0,3% por unos años, y que sirva para financiar pensiones a través de un mecanismo de reparto. “Yo tengo la propuesta de la cuarta edad, que sigue siendo válida, primero porque permitiría subir las pensiones más rápido con el menor gasto público imaginable, y también con la menor tasa de cotización imaginable”.
Asimismo, estima que se podría evaluar que una parte de la actual tasa de cotización del 10%, pudiera financiar transitoriamente el componente de reparto, para subir la pensión de los actuales jubilados, mientras se recupera la economía. “Con el seguro para la cuarta edad puede ser con poca cotización, no creo que sea necesario más de un 1%, y máximo 1,5%”, detalla.
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