El pequeño mercado de ventas cortas que vuelve inviable el fenómeno de GameStop en Chile
Para invertir en este instrumento hay que ser agresivo y tener capital. Corredoras exigen pisos de hasta $ 250 millones. Su desarrollo en Chile es mínimo. Un ejemplo: el jueves de esa semana se transaron en venta corta el equivalente al 2% del volumen diario en Bolsa. El stock actual de acciones “en arriendo” llega a unos US$ 60 millones en la plaza santiaguina.
Si los inversionistas creen que la bolsa va a subir, entonces comprarán acciones. ¿Pero qué pasa cuando estiman que va a caer? Eso es justamente parte de la explicación para el fenómeno de GameStop en EE.UU., que al menos durante la semana pasada dejó de rodillas a Wall Street. La cadena de venta de videojuegos había sufrido momentos complejos en los últimos años ante el avance del comercio electrónico, pero sus resultados fueron presionados aún con mayor intensidad durante la pandemia. Ello llevó a que algunos fondos de EE.UU. apostaran a que la acción de la cadena caería mediante lo que se denomina ventas cortas.
Las ventas cortas, en sencillo, implican que un inversionista arrienda una acción a otro inversionista por un período de tiempo, a cambio del pago de una comisión más una prima. ¿Cómo gana? Vende la acción en el mercado y la recompra después, en una fecha prefijada, para devolverla al arrendador. Como el inversor prevé que el precio de esa acción bajará, gastará menos cuando la compre. Y ganará la diferencia.
Sin embargo, esas apuestas no gustaron a un grupo de pequeños inversionistas que, a través de un foro en la plataforma Reddit, acordaron realizar compras masivas para elevar el precio del papel. Así, la acción de GameStop pasó de US$ 17 a más de US$ 350 en cosa de días, llevando a los fondos que apostaron en contra a registrar fuertes pérdidas.
Un mercado pequeño
Si bien las operaciones de ventas cortas parecen sencillas, en rigor, al menos en Chile, no lo son tanto. Y además el mercado es pequeño. Actualmente, el stock de acciones arrendadas para realizar ventas cortas es de $ 44.511 millones (unos US$ 60 millones), lejos de los $ 120.000 millones que se registraban en el mismo mes del año pasado, y aún así el volumen no siempre llega a presionar los precios suficientemente.
A modo de ejemplo, las acciones en ventas cortas en SQM-B llegaron a $ 11.649 millones el viernes, el 0,24% del valor de dicha serie. Otro ejemplo: el jueves, un día normal en la bolsa, las transacciones en acciones sumaron $ 72.291 millones, y las operaciones de ventas cortas, poco más de $1.498 millones. Es decir, una cifra que equivale a poco más del 2% del total.
Y pocas veces se alcanzan volúmenes grandes, y no necesariamente en Chile. Un corredor de bolsa apunta que uno de esos casos excepcionales ocurrió a en enero de 2019, pero fuera de Chile. En ese momento, las apuestas en contra del ADR de SQM, es decir con papeles que transan en EE.UU., llegaron a 12,8 millones, equivalente al 4,8% de la propiedad de la empresa. En ese momento las perspectivas del litio no eran tan buenas como hoy, pues las apuestas en contra de Albemarle equivalían al 10,5% de la empresa.
Francisco Errandonea, socio de Focus Capital, comenta que “son pocos los que participan en el mercado de ventas cortas en Chile, en general las posiciones son relativamente pequeñas, creo que hoy no hay títulos con ventas cortas superiores a los US$ 20 millones. Es un producto bien limitado, ya que técnicamente hay una deuda, el que contrata la venta corta tiene que devolver la acción prestada en un plazo y eso involucra tener garantías que se van actualizando diariamente. Por temas de riesgo y operaciones no es un producto que las corredoras hagan masivo”.
En Chile, no todos pueden participar en este mercado. La normativa exige un cuestionario por parte de las corredoras a clientes respecto de su tolerancia al riesgo, y si ese perfil, por ejemplo, lo califica como conservador, entonces generalmente las intermediarias no ofrecen dicho producto. Y, en algunos casos, sólo es para clientes calificados, con patrimonios de al menos UF 10.000 y que realizan constantemente operaciones financieras.
Además, se suman requisitos de montos mínimos. Por ejemplo, la corredora del Santander, según su página web, exige un piso de $250 millones, mientras Inversiones Security, $50 millones.
Aún así, tampoco se pueden realizar sobre cualquier acción. La normativa bursátil señala que se pueden realizar sólo sobre aquellos papeles con una presencia bursátil superior al 25%. Hoy, solo 61 acciones cumplen ese requisito. Y para las que no, las garantías -porque al realizar estas operaciones las corredoras exigen dejar otros papeles en garantía- deben ser del 100% del valor de la operación.
Eso, además de la comisión de la corredora, y la tasa de interés que cobra el arrendador, que se sitúa entre 0,1% y 0,3% mensual del valor de la acción arrendada.
GameStop
Las apuestas en contra no les gustaron a los jóvenes inversionistas de Reddit, que se volcaron a las bolsas a comprar acciones en masa. El alza llevó a que muchos fondos perdieran cuantiosos recursos, justamente porque las garantías deben cubrir su posición para asegurar a quien les arrendó las acciones de que cumplan con sus compromisos.
¿Puede ocurrir algo así en Chile? Según Eduardo Muñoz, presidente de Nevasa y vicepresidente de la Bolsa de Santiago, “acá es difícil que ocurra porque no hay mercado de opciones (financieras) y por lo tanto, no hay altos apalancamientos. Al final, son simultáneas al revés: pides acciones prestadas y las vendes, pero debiste garantizarlas, y todas”.
A su juicio, de hecho, las actuales restricciones a estas operaciones en el país son positivas. “Es sano el mercado de las ventas cortas, todo está en las normas de control de riesgos y en especial, de las opciones (financieras). Las opciones tienen apalancamiento implícito y por eso pueden golpear muy fuerte, para bien y para mal. Los brokers también están afectos a riesgos de sus contrapartes, clientes y otros brokers, debiendo tener que cubrir eventuales posiciones insolutas. En resumen, la alta palanca conlleva altos riesgos”, dice Muñoz.
Para Errandonea, en el mercado debieran existir más inversionistas dispuestos a arrendar -uno de los problemas que otros intermediarios señalan-, pero “debiera estar limitado a pocos inversionistas. por la operativa y los riesgos que involucra”.
En todo caso, a su juicio la probabilidad de un GameStop en Chile es baja. “El stock de ventas cortas en ese caso fue más que el 100% de las acciones emitidas, acá creo que la que más tiene está muy por debajo del 1%; no hay ventas cortas en acciones ilíquidas (como es GameStop en EE.UU.); y tampoco hay un mercado de derivados muy accesible, por ejemplo, de opciones de compra, que amplificó el efecto allá”, sostiene.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.