“Un día como hoy, hace un año, me uní al equipazo de Santander Chile. Un privilegio y una gran responsabilidad por lo que nos mueve día a día, que es contribuir al progreso de las personas y las empresas de Chile”, puso en su cuenta de Linkedln este martes 1 de agosto, Román Blanco Reinosa, country head del banco español en Chile y gerente general de filial local. En un largo posteo resumió parte de su andadura de este primer año.
El 27 de julio de 2022, el ingeniero civil de la Universidad de Cantabria con MBA en Carnegie Mellon (Pittsburgh, Estados Unidos) fue nombrado jefe máximo del Santander en el país, en sustitución de Claudio Melandri, que llevaba una década en este puesto y continuó como presidente del directorio. Blanco (59), entonces responsable de las operaciones en la región Andina (Perú y Colombia), también fue nombrado como gerente general de Santander Chile, en reemplazo de Miguel Mata.
A las 9 de la mañana del lunes 1 de agosto de 2022, el gallego nacido Sendelle, Pontevedra, ya estaba en Bandera 140, donde se ubican las oficinas centrales del holding en el centro de Santiago. Comenzaban oficialmente sus días en Chile.
Nada más instalarse en el piso 21 de la torre partió a conocer las operaciones de la entidad en el país. Comenzó en Santiago, donde se juntó con jefes de zona y sucursales en Peñalolén, a quienes les adelantó que estar en terreno sería uno de sus sellos, algo que ya ha demostrado durante todo este año y como lo hizo también en su paso por las otras oficinas del Santander en que ha estado.
Con 18 años de experiencia en el grupo, al que se incorporó en 2004 como director de desarrollo de negocios para después pasar por Brasil, Colombia, Puerto Rico y EE.UU., Blanco suele insertarse en los lugares donde está trabajando: los recorre, viaja, compra y habla con los vendedores, se reúne con gente informada, participa y pregunta harto. “Se nota que sabe mucho de Chile. Le encanta la naturaleza del país y cree que tenemos un enorme potencial en temas clave para el mundo como commodities y energías renovables. Siempre quiere saber más, sobre todo cómo funcionan algunas cosas”, cuenta un ejecutivo con el que se reunió a fines del año pasado. En sus primeras semanas en el país conversó con el chileno que antes dirigió el banco, Mauricio Larraín, a quien ya conocía.
Linkedlin ha sido el medio de comunicación oficial de Blanco todo este año. Desde el día uno ha estado actualizando sus actividades en esa red social. Allí figuran sus reuniones, viajes por el país, intervenciones, nuevos productos y comentarios. Abundan las fotos suyas de trabajadores del banco. Pero nada personal.
El convento
Diversas personas que fueron consultadas por este diario coincidieron en que una de las características personales de Blanco Reinosa es la protección de su vida privada. Eso, pese a que suele iniciar una reunión o romper el hielo preguntando por la familia. Más de un ejecutivo contó a Pulso que en su primera reunión con él, lo primero que hizo fue pedirle que le hablara de quien era.
Quienes lo conocen dicen que tiene muy buena memoria. A un dirigente sindical le preguntó por los estudios de su hijo. A un zonal del sur lo inquirió por el número de trabajadores de las salmoneras que eran clientes del banco, por ejemplo.
Suele recibir clientes en sus oficinas en el Santander, con lo cual le va tomando la temperatura al país. Y se ha declarado sorprendido con lo que él considera una mentalidad autodestructiva de los chilenos, de creer que todo está malo en el país. Por algo también los describen como un optimista nato. Cree que esa visión no solo es exagerada y tóxica, sino que Chile está mucho mejor de lo que los chilenos creen.
“Es un tipo librepensador”, dice alguien que se niega a situarlo políticamente en algún lugar del espectro.
De sus aficiones se sabe que también le interesan las antigüedades y la historia. Es dueño de un convento en ruinas en la ciudad de Orense, en Galicia, España, que compró en 2016 con el objetivo de restaurarlo e instalar además un hotel en el predio. La obra data del año 888 y ahora está en medio de juicio, debido a que una antigua dueña apareció con una escritura reclamando la titularidad. A fines de 2022, Blanco declaró por videoconferencia desde Chile, según los medios gallegos.
Uno de sus amigos locales es el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, a quien conoció hace años, siendo ya ejecutivo del Santander. Apenas llegó al país, Pacheco se reunió con él. Después lo invitó a su fiesta de cumpleaños, que se celebró el viernes 10 de marzo de 2023 en el Café Torres de la Alameda, aunque había cumplido los 70 años el 12 de febrero.
Según DFMAS, la fiesta se extendió desde las 20:30 hasta la 1 de la mañana y entre los invitados también figuraban los ministros del Interior, de Hacienda y de Minería, Carolina Tohá, Mario Marcel y Marcela Hernando, y varios exsecretarios de Estado.
Hace algunos meses trataron de verse un fin de semana en Casablanca, pero un kilométrico taco hizo que el español llegara cuatro horas después al almuerzo que prometía un recorrido por la afamada zona vinera.
En septiembre de 2022, Pacheco y su mujer, Soledad Flanagan, le vendieron la casa donde vive, en Presidente Errázuriz, una de las pocas viviendas de uso habitacional que quedan en esa zona de Las Condes, rodeada de centros educacionales, oficinas y embajadas. El precio: US$ 2.075.000, según consta en la escritura de la transacción.
“H”, de humildad
Su frase “convertir el banco en el mejor del grupo”, tantas veces plasmada en este año en diversos documentos, posteos e intervenciones suyas, resume también la nueva definición del banco que la mismísima Ana Patricia Botín, presidenta del holding hispano, plasmó en 2022: “Somos un banco digital con sucursales y la simplificación es la manera de conseguirlo”, mandató la empresaria.
Aplicado, como todos dicen que es, se ha concentrado en conducir el banco hacia ese nuevo destino digital y simple que tiene aprobado un plan de inversiones por US$ 260 millones para los próximos tres años y que considera masificar a la entidad: más de dos tercios de sus clientes son de ingresos medio-alto.
Sus primeras acciones fueron ampliar las cuentas corrientes de bajo costo Santander Life hacia las pymes y emprendedores y lanzar Cuenta Lucas (ahorro y crédito). Ambas tienen a la entidad compitiendo hasta con las más nuevas de las fintechs que hay en el mercado, y según sus reportes ya tienen 2 millones de usuarios en esos productos. “Hay que desafiar el statu quo”, es una de sus consignas.
Para los exitosos work cafés de la entidad, que han ido reemplazando a las sucursales, Blanco creó la división StartUps, que considera desde el apoyo de los equipos del banco en las etapas tempranas de los proyectos hasta la posibilidad de que Santander invierta financieramente en estos emprendimientos.
“Como Banco Santander, estamos trabajando para convertirnos en la ‘Casa de las StartUp’ y apoyarlas en su crecimiento, desarrollo y expansión”, anunció Blanco durante el lanzamiento en noviembre. Hoy 80 sucursales, el 31% de la red total, son works café.
En julio, además, logró que Getnet, su apuesta en medios de pago entrara a las 40 tiendas Zara que el también gallego Amancio Ortega tiene en Chile.
Todo eso se enmarca en “Chile FIRST”, una estrategia que lanzó en su tercer mes en el país, por su cuenta de LinkedIn, y que entrega las definiciones de su mandato. Cada letra representa una meta o acción: la C de clientes, colaboradores, etc.; la “F” de foco en el negocio, la “H” de humildad, la “T” de tecnología…, etc. Y que también considera reenfocar el negocio de empresas centrándose las empresas multilatinas, agroindustria y sector automotriz.
Brasil y Colombia
En Brasil, donde llegó en 2005 como vicepresidente del Banco Santander Banespa todavía recuerdan su golazo con los trabajadores estatales de Sao Paulo: convenció al gobierno federal y a los sindicatos de pagar los sueldos a través de un convenio, algo que fue clave para su expansión. Después varios competidores comenzaron a ofrecer productos similares.
Algo similar pasó en Colombia, donde fue enviado después de Brasil. Estuvo entre 2007 y 2012 como presidente y CEO del Santander en Bogotá, donde fue artífice de productos como una cuenta corriente sin cobro de comisiones de por vida y un depósito a plazo por bajos montos a tasas muy competitivas. Fueron un exitazo que además le valió reconocimientos por su contribución a la bancarización. También agilizó los plazos de atención y destinó el 1,1% de sus ganancias para becas universitarias.
Cuando se fue en junio de 2012 a Puerto Rico, porque el Santander vendió su negocio colombiano a la chilena Corpbanca en US$ 1.225 millones, la prensa local destacó que se iba dejando un banco en la pole position y mayor participación de mercado. Pero también, que durante todos esos años lo acompañó el rumor de que había llegado a poner en forma la entidad para venderla.
En Estados Unidos, donde llegó luego de que el grupo decidiera reorganizar sus negocios en ese país y Puerto Rico, Blanco también aterrizó con una misión bien clara: transformar Sovereign Bank, la filial estadounidense del Santander, en un banco comercial universal.
Y ese pasado dio harto que hablar durante sus primeros meses en Chile. Su perfil, su cercanía con la presidenta del grupo, Ana Botín, y el empeño que puso en sus primeros días en marcar que venía a hacer del Santander Chile “el mejor banco”, alimentaron los rumores de que había un banco chino esperando el OK para quedarse con el que en su momento fue la joya de la corona de los españoles. Pero tanto él como otros miembros del directorio lo han negado varias veces. Y de manera tajante.
El Santander Chile, que inició operaciones en 1996, se convirtió en el 2000 en uno de los tres de América Latina que más aportaban a su matriz en España. Junto a México y Brasil explicaban el 37% de las ganancias del banco a nivel global. El peso de Chile fue creciendo y después comenzó a retroceder. Hoy está en el 8%.
Un desafío relevante de Blanco es recuperar la rentabilidad y el liderazgo en la industria. En 2022, la firma ya comandada a nivel local por Blanco registró ganancias por casi US$ 1.000 millones, un 6% más que en 2021, pero fue superada por el Banco de Chile y el BCI casi la igualó. Al primer semestre, el Santander es el cuarto en ganancias, tras el Chile, BCI y BancoEstado. Todo, pese a que ha sido, en los últimos años, el mayor banco local en colocaciones en Chile.
En el mercado se prevé que con la normalización de la economía, los números de los próximos semestres serán mejores. Esa sería la razón -dicen en la bolsa- del alza del 25% que hasta esta semana mostraban en promedio las acciones del banco en el año. Las demás instituciones financieras que cotizan suben entre un 10% y un 14%.
Banca más digitalizada
En la Asociación de Bancos (ABIF), Claudio Melandri sigue siendo el representante de Santander Chile en el directorio del gremio que lidera José Manuel Mena. Blanco también participa en el comité de gerentes generales, segundo grupo en nivel de importancia de la entidad.
Como country head del segundo banco privado más grande del país, tiene un peso per se en el gremio. Y Blanco es una persona que allí tiene una participación muy activa, señalan quienes conocen de la interna. También aseguran que es muy directo a la hora de decir lo que piensa, una característica con la que coinciden también ejecutivos del banco. Tiene una personalidad fuerte, dicen quienes han tratado con él.
Debido a que Blanco es un country head de un banco importante, que tiene su matriz en el exterior, al igual que Scotiabank e Itaú, su principal -sino el único- foco es el negocio como tal, con menos consideraciones en materias de otro tipo. A diferencia de los bancos que tienen vínculos más locales y que están preocupados de otros temas en el país, dice una fuente de la industria.
Al haber pasado Blanco por mercados con regulaciones más avanzadas, también mira de cerca las diferencias con el regulador local. Una de sus principales preocupaciones es avanzar hacia una banca más digitalizada, buscando espacios de eficiencia. Su foco, desde que puso el primer pie en Chile, es ahorrar costos, señalan desde la industria.
Y reflejo de ello es lo que ha hecho con la dotación del banco. Los trabajadores de la entidad bajaron un 3,7% al comparar, julio de 2022, el mes anterior al aterrizaje de Blanco Santander Chile, con 17.304 empleados en total, hasta mayo de este año, cuando suma 16.665 en total.
Esa es la mayor caída que registra cualquier banco de la plaza en dicho periodo, y significa que la planilla de trabajadores se redujo en 639 personas. Ello se desagrega así: hay 266 empleados menos en oficinas del banco en ese lapso, totalizando 8.742 personas a mayo. Por otro lado, desde julio de 2022 hay 373 empleados menos en sucursales, totalizando 7.923 a mayo.
No solo ahí ha racionalizado: Blanco también ha ajustado la estructura de vicepresidencias y gerencias que le reportan, simplificando la cúpula ejecutiva del banco chileno. Su más vistosa incorporación fue la de Fernando Larraín, el exgerente general de la Asociación de AFP que asumió en comunicaciones, marketing y estudios. Su llegada significó la salida de María Eugenia de la Fuente, cuyas responsabilidades en recursos humanos fueron reasignadas.
A toda la dotación del banco iba dirigido el post del 1 de agosto en Linkedln, donde Blanco les recordó que en 2026 se mudarán a un nuevo edificio corporativo en Las Condes. “Gracias a todos aquellos que han hecho de esta travesía una experiencia única e inolvidable. Como escribió el poeta Antonio Machado, y viralizó Joan Manuel Serrat, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, posteó.
Dos reemplazos en uno
Con más de 30 años en la industria financiera, Claudio Melandri fue hasta julio de 2022 country head del Santander Chile. Ha estado casi toda la vida en la entidad, donde partió en 1990. En 2010 había asumido como gerente general y en 2011 como country head, en reemplazo de un histórico: Mauricio Larraín. En 2018, Melandri dejó la gerencia general y asumió la presidencia en lugar de Vitorio Corbo. Su puesto gerencial lo asumió Miguel Mata, quien hasta entonces era subgerente general. Blanco asumió los roles principales de Melandri y Mata: dos en uno. Pero aunque Melandri sigue como presidente del directorio, ya no va todos los días a la entidad.