Los precios del petróleo subían el miércoles hasta máximos de 11 meses, alentados por una caída de los inventarios de crudo y gasolina en Estados Unidos que mejoró las expectativas de una recuperación de la demanda, en momentos en que la OPEP+ prevé un déficit en 2021.
Los futuros del crudo Brent sumaban 0,85%, o 49 centavos de dólar, a US$ 57,95 el barril a las 1031 GMT, su nivel más alto al menos desde fines de febrero del año pasado.
La estructura de “backwardation” del contrato -que surge cuando el petróleo para entrega cercana es más costoso que el precio de otros futuros-, se situaba cerca de un máximo de un año en más de US$ 2, lo que indica expectativas de suministros ajustados.
Los futuros del petróleo WTI de Estados Unidos sumaban 0,64%, o 35 centavos de dólar, a US$ 55,11el barril. El referencial alcanzó el mayor nivel en un año el martes al llegar a US$ 55,26 el barril.
Estímulo fiscal
El mercado también fue apuntalado por las noticias de que demócratas en el Congreso estadounidense dieron los primeros pasos para avanzar en la propuesta del presidente Joe Biden de aprobar un nuevo paquete fiscal de 1,9 billones de dólares por el coronavirus sin apoyo republicano.
El Instituto Americano del Petróleo (API), un grupo de la industria, reportó el martes que los inventarios de crudo en Estados Unidos bajaron en 4,3 millones de barriles en la semana terminada el 29 de enero. Los datos oficiales serán revelados por el Gobierno más tarde en el día.
Los precios también han estado subiendo por la percepción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados de que el mercado del crudo podría estar en déficit durante este año, de acuerdo a un documento al que tuvo acceso Reuters.