El brazo europeo de Sberbank, el mayor prestamista de Rusia, ha sido cerrado por orden del Banco Central Europeo.
Sberbank, que reportó ganancias récord en 2021, dijo que abandonaría el mercado europeo debido a que sus subsidiarias enfrentaban grandes salidas de efectivo y amenazas a la seguridad de los empleados y la propiedad.
El banco señaló además que no está en condiciones para aportar liquidez a sus filiales del resto de Europa, producto de las disposiciones del Banco Central Ruso.
Esta salida es resultado de las sanciones que ha impuesto la Unión Europea (UE), las cuales tienen por objetivo impedir que los bancos rusos accedan a los mercados internacionales. De esa forma, el regulador de la UE solicitó el martes que Sberbank se declare en quiebra.
El principal banco ruso operaba en Austria, Croacia, Alemania y Hungría, entre otros países, y tenía activos europeos por valor de 13.000 millones de euros (US$ 14.410 millones) al 31 de diciembre de 2020.
Se espera que el impacto de la crisis y las sanciones tenga repercusiones para los bancos europeos.
“La calidad de los activos de los grandes bancos de Europa occidental se verá presionada por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania”, dijo el miércoles la agencia de calificación crediticia Fitch.
“Los bancos también enfrentan un riesgo operativo significativamente mayor”, agregó.
En tanto, los reguladores también se están preparando para un posible cierre de la rama europea del segundo banco más grande de Rusia, VTB Bank, en medio de la creciente preocupación por el impacto de las sanciones, informó Reuters el miércoles.
Desprendimiento de los activos
El martes Rusia dijo que estaba imponiendo restricciones temporales a los extranjeros que buscaban salir de los activos del país, mientras intentaba detener una retirada de los inversores impulsada por las paralizantes sanciones occidentales.
Pero los inversores siguen deshaciéndose de activos. El negocio de gestión de fondos de Aviva, por ejemplo, venderá su pequeña exposición a Rusia “tan pronto como podamos”, dijo el miércoles la directora ejecutiva Amanda Blanc.
Por su parte, el Mashreqbank de Dubái dejó de prestar a los bancos rusos y está revisando su exposición actual al país, dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con el asunto.
Dicha medida constituye uno de los primeros casos informados de un banco en el Medio Oriente que detiene los lazos con Rusia y subraya el creciente nerviosismo global por infringir las sanciones occidentales.
En tanto, BNP Paribas de Francia dijo que estaba trabajando para mantener sus actividades tanto como fuera posible en su brazo ucraniano Ukrsibbank, que tiene cerca de 5.000 empleados.