Regular el mercado de los seguros automotrices. Esa es la idea fuerza que tiene la moción parlamentaria que ingresó el pasado 27 de julio la diputada Joanna Pérez (DC) y que fue apoyada por un grupo de parlamentarios de la DC, el oficialimismo y del Partido de la Gente.
La iniciativa está radica en la Comisión de Economía, y su presidente, Daniel Manouchehri (PS), es uno de los patrocinadores de la propuesta, e incluso a principios de agosto lo puso en tabla, pero por el ingreso del proyecto del gobierno del nuevo Fogape no se pudo dar inicio a la discusión.
La propuesta modifica el código del comercio proponiendo que “la prima que corresponda a los seguros automotrices nuevos no podrá, en ningún caso, exceder del 1% del valor comercial del vehículo asegurado, de conformidad a los antecedentes aportados por el contratante”.
Respecto de las primas correspondientes a seguros automotrices vigentes y renovados, se menciona que “los reajustes de éstas podrán reajustarse, de conformidad a los plazos establecidos en las condiciones de los propios contratos, con un límite máximo de 5% respecto del valor comercial del vehículo asegurado”.
Además, se establece un artículo transitorio el cual busca que “los contratos de seguros vehiculares que a la fecha de la publicación de la presente ley no se ajusten a los límites consagrados en la presente ley, deberán readecuar los valores en concordancia del presente texto normativo, sin afectar de manera alguna el valor del deducible pactado entre las partes”.
La diputada Pérez explicó que el objetivo del proyecto es, en primer lugar, “dar cauce a un problema que está afectando a miles de usuarios de seguros vehiculares, donde muchas veces las primas de los vehículos asegurados por renovación aumentan en un 300% respecto del año anterior, presentándose el absurdo que a medida que el avalúo del automóvil baja la prima sube”.
Y en un segundo lugar, la legisladora dijo que el presentar este proyecto permitirá que el Congreso pueda discutir estas alzas unilaterales para los usuarios. “Por medio de las visiones de usuarios, empresas aseguradoras y otros actores se puede buscar una fórmula para mejorar en la legislación actual que nosotros planteamos en máximo de 1% respecto del valor del vehículo asegurado, pero que se podrá modificar en la propia discusión”.
Desde el sector afirman que no se puede tener una estimación clara o única de cuánto han subido los seguros de autos, ya que en Chile se da el caso de que existen muchos modelos de autos y cada uno con sus propias características, además hay distintos tipos de seguros. No obstante, en el alza de la contratación supera en algunos casos el 100% si se compara con un año atrás.
La razón detrás del alza se encuentra el aumento de la delincuencia y el costo de la vida que influye en la cadena de producción, principalmente en lo relacionado con los repuestos.
La diputada argumenta que la fijación de precios no es respecto de un listado, sino más bien de un máximo en relación al valor de los vehículos asegurados. “Mediante la discusión, al escuchar a las empresas, puede variar el porcentaje de reajuste en análisis de otras variables. Sin embargo, hay que ser claros que no se pretende desproteger a los asegurados, sino que buscar la mejor sintonía entre el valor de la prima y la necesidad de regular sus reajustes”.
Efectos no deseados
Leopoldo Briceño, presidente del Colegio de Corredores de Seguros, criticó la propuesta y la calificó como “impracticable”. Para Briceño “no se podrá poner en marcha una medida como esta, puesto que la estandarización de precios es poco viable en Chile por la cantidad de marcas que existen”.
Asimismo, enfatizó que las marcas que son más robadas “se podrían quedar sin seguros, además hay autos que sus repuestos han subido más que otros de precios, por lo tanto, no es posible fijar una sola línea y cobrarle un porcentaje de lo que vale el vehículo comercialmente. Es muy complejo”.
Para el representante gremial, las principales causas del alza en el precio de los seguros se deben “al aumento de la delincuencia, del alza en el valor de los repuestos, de los talleres y aumento de precio de los autos”. Y precisó que todo esto comenzó luego del estallido social y la pandemia.
Para la diputada, estos efectos adversos se pueden identificar en la discusión legislativa se puede discutir en el debate legislativo. “Lo primero es escuchar a todas las partes, a los expertos y buscar fórmulas para regular estas situaciones de reajuste”. En esa línea enfatizó que “en ningún caso podemos entender que todo cambio o regulación es mala en sí misma, pues actualmente estamos afectando el bolsillo de miles de familias y debemos buscar fórmulas para regular haciéndolo compatible con quien desee contar con un seguro sin abusos y tampoco se busca matar la industria de seguro sino regularla positivamente para las partes”.