El quinto retiro: la prueba de fuego del nuevo equipo económico
El desorden político de los parlamentarios del oficialismo y las dudas que hay en la oposición abren un incierto panorama para el gobierno y para el ministro Mario Marcel, quien ha mantenido contactos con la centroderecha para alinear la votación en el Congreso. Pese a que el gobierno ha puesto todas sus fichas en el plan de recuperación inclusiva y en reiterar los nocivos efectos de la alta inflación de un eventual quinto retiro, para los analistas la decisión del Parlamento pasa más por un canal político que económico. En ‘Sanhattan’ alertan por la vulnerabilidad política en que quedaría Marcel si se aprueba un nuevo retiro.
Más allá del delicado momento que hoy se respira en los patios de La Moneda, el tema que centró la real preocupación del mundo político y económico esta semana fue la creciente arremetida parlamentaria por un quinto retiro desde los fondos de pensiones. El temor y el incierto panorama que espera a la propuesta en el Congreso no sólo se apoderó de los pasillos de Hacienda, sino también se esparció entre los ejecutivos del sector financiero de ‘Sanhattan’ por las consecuencias que un nuevo retiro podría traer para el mercado de capitales y la vulnerabilidad política en que podría quedar el ministro Mario Marcel en las futuras negociaciones con el Parlamento.
Si bien el propio Boric y sus ministros clave han declarado en forma reiterada y majadera los inconvenientes de un nuevo retiro desde los fondos de pensiones y han tratado de alinear al oficialismo, en la coalición de gobierno muchos se han abierto a aprobar la propuesta al igual como lo hicieron con los anteriores retiros. Sin embargo, el nerviosismo de La Moneda y Teatinos 120 ha ido creciendo también de la mano de la indecisión de legisladores de centroderecha acerca de cómo votar el proyecto y el apetito de algunos sectores de “pasarle la cuenta” al gobierno por su rol como oposición durante anteriores retiros.
“No se puede pretender solucionar a punta de retiros las desigualdades (…), eso es pan para hoy y hambre para mañana”, sostuvo el Mandatario durante su gira en Argentina esta semana, lo que marcó una distancia respecto de su postura y la de Apruebo Dignidad en los retiros legislados en los últimos dos años. Marcel, quien como presidente del BC criticó con dureza el desahorro desde los fondos de pensiones, flanqueó esta semana al Presidente y cuestionó el proyecto que se votará en general en la Comisión de Constitución de la Cámara este martes.
“Hacer un nuevo retiro de fondos de pensiones es una bomba (...) es algo que nos desvía significativamente respecto de ir generando una base estable para las reformas que se quieren hacer”, dijo esta semana el ministro de Hacienda.
Pero más allá del despliegue mediático que ha tenido el gobierno, en el oficialismo ponen todas sus fichas en el plan de recuperación inclusiva anunciado el jueves. En un intento por aplacar los ánimos de rebelión de los legisladores, el gobierno anunció un paquete de medidas por US$ 3.700 millones que incluye la meta de generar 500 mil empleos, el congelamiento de los precios del transporte y la extensión del IFE laboral.
En el equipo económico también creen que la inflación de 1,9% registrada en marzo, la mayor en 28 años, pueda persuadir a los parlamentarios sobre los perversos efectos que pueden tener para el ciudadano común un nuevo retiro desde los fondos de pensiones.
Sin embargo, Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos de Cadem, cree que el impacto del plan económico, por ejemplo, difícilmente encauzará las votaciones de los parlamentarios por el quinto retiro. “La política parlamentaria se volvió completamente impredecible y no se puede anticipar qué pasará con el proyecto en el Congreso. La dinámica de los retiros de los fondos de pensiones no tiene que ver con una lógica económica, sino que se transformó en una dinámica política”, afirma el experto, quien asegura que no hay razones económicas que justifiquen nuevos desahorros desde los fondos de pensiones.
“Si es por lógica económica, no debiéramos estar ni siquiera discutiendo un quinto retiro. La razón de este gallito apunta a cómo se distribuye el poder, por lo que el debate acá no es económico, sino político”, complementa un alto ejecutivo financiero de uno de los mayores bancos del país.
Se encienden las alarmas
Al interior del gobierno reconocen que el nuevo intento por retiros de las AFP está “cuesta arriba” y que deberán desplegar toda su destreza política para convencer no sólo a su coalición de gobierno, sino también a los parlamentarios de centroderecha, los que serán claves si el oficialismo quiere salir victorioso en esta pasada.
La inquietud se multiplicó en Palacio y en Hacienda esta semana luego de que parlamentarios del Partido Comunista (PC) y el presidente de esa colectividad de gobierno, Guillermo Teillier, se abrieran a la posibilidad de aprobar el quinto retiro de fondos de las AFP. Inmediatamente, el ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, se juntó con la bancada de diputados del PC e independientes en el Congreso para intentar alinearlos y explicarles el detalle las medidas económicas lanzadas por Hacienda.
Sin embargo, el panorama para el gobierno se tensionó aún más cuando en la oposición el Partido Republicano se declaró “en reflexión” sobre los retiros y pidió al Ejecutivo más claridad sobre el futuro de la propiedad de los fondos de pensiones.
Un analista financiero asegura que muchos parlamentarios en la oposición se han abierto a la posibilidad de aprobar un quinto retiro o del 100% desde los fondos de pensiones si el fantasma de la “expropiación” de los ahorros previsionales, que el propio Presidente Boric ha tratado de disipar, sigue en el aire. La postura de algunos parlamentarios en la oposición se ha cimentado también luego que la comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constituyente rechazara la iniciativa popular de norma “Con mi plata No”, que buscaba declarar inexpropiables los ahorros previsionales e intentaba garantizar que las empresas privadas pudieran seguir administrando los fondos de pensiones de los chilenos.
“La pregunta es cómo se desactiva, por ejemplo, a parlamentarios de derecha que podrían haber estado anteriormente en contra del retiro a no aprobarlo hoy día, si el propio Presidente lo defendió cuatro veces. También cómo le dices a esos mismos parlamentarios que no aprueben el quinto retiro o incluso el 100% frente a la amenaza de la nacionalización de los fondos de pensiones”, afirma Roberto Izikson de Cadem.
La cautela en la derecha
En la oposición muchos toman palco esta vez. Saben que el verdadero desorden político está al interior de la coalición de gobierno y que el Presidente Boric y los ministros Jackson y Marcel están en un verdadero “zapato chino”.
Pero Marcel ha reflotado antiguos nexos con la derecha de manera de evitar una derrota profunda. Fuentes del Congreso afirman que el ministro ha contactado a los presidentes de la UDI y RN, Javier Macaya, y Francisco Chahuán, respectivamente, para alinear a los parlamentarios que se han mostrado más reticentes a rechazar el quinto retiro.
“Nunca he sido de pasar cuentas, pero sí constato que es complejo pedirle a la oposición lo que (el gobierno) no puede garantizar dentro de sus propios partidarios”, sostiene categórico el senador UDI, Juan Antonio Coloma, quien reconoce que al interior de la coalición opositora hay “visiones diferentes” sobre aprobar o no el quinto retiro.
Si bien el senador RN José García Ruminot evita hacer un pronóstico de cómo se comportará la oposición con la propuesta de desahorros previsionales, anticipa que él rechazará el retiro si es que pasa a la Cámara Alta. “Tres de los cuatro retiros que han sido tramitados en el Congreso Nacional los voté en contra y si este último llegase al Senado, mi voto no será favorable. Tengo la convicción de que esta es una mala política pública que deteriora el actual sistema de seguridad social”, afirma el parlamentario RN.
García cree que el excesivo gasto público generado durante el año pasado y todos sus efectos en la inflación, son razones suficientes para no seguir deteriorando el ahorro de las pensiones de los chilenos. “Las condiciones económicas actuales no justifican un nuevo retiro de fondos previsionales”, añade el legislador.
El desorden oficialista
Pese a los intensos llamados del Presidente Boric y sus ministros por alinear a los parlamentarios de la coalición oficialista, son pocos los legisladores que se atreven a manifestar abiertamente su rechazo al nuevo intento por retirar el 10% desde las AFP.
“El quinto retiro no forma parte del programa de gobierno y mi prioridad como senador oficialista es apoyar lo que forma parte del programa de gobierno. Es una moción parlamentaria que recién está en la Cámara de Diputados y todavía no sabemos siquiera si se va a aprobar. Por tanto, no tiene mucho sentido que adelante cómo voy a votar un proyecto que todavía, eventualmente, ni siquiera puede que llegue al Senado”, afirma con cautela el senador de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre, quien reconoce que en los dos conglomerados que apoyan al gobierno hay visiones encontradas con el tema.
Más desafiante es la nueva senadora del partido Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Alejandra Sepúlveda, quien ha impulsado en su origen dos retiros desde las AFP. “Si el quinto retiro llega al Senado voy a votar favorablemente, pero espero que nos podamos sentar con el gobierno, a analizar y escucharnos”, afirma Sepúlveda.
Pero la senadora va más allá y reta al gobierno a detallar con números cuál es real impacto de los retiros en la galopante inflación a nivel local.
“Es importante colocar las cifras sobre la mesa para saber efectivamente cuál es el porcentaje de la inflación que corresponde a los retiros”, sostiene Sepúlveda, quien repara que también existe alta inflación en otros países del mundo y que aquellos no han tenido desahorros desde las pensiones.
Marcel y el temor de ‘Sanhattan’
Esta semana muchos analistas financieros que abundan en el barrio el Golf de Santiago transmitían nerviosismo acerca de cómo el gobierno iba a ser capaz de controlar la rebelión parlamentaria por el quinto retiro y los efectos de una eventual aprobación de este proyecto en el liderazgo político de Mario Marcel. “Si se aprueba el quinto retiro, la posición de Marcel para avanzar en la agenda de reformas y en su objetivo de estabilizar las finanzas públicas se vuelve muy complejo, ya que le resta piso político en todas las negociaciones que vienen”, afirma un economista del mundo financiero que conoce de cerca al ministro de Hacienda.
“El quinto retiro es la prueba de fuego para Marcel y para el oficialismo. Una cosa es el resultado y otra cosa es qué ocurre con una coalición que se está iniciando y que quiere dar gobernabilidad al país. Si todo el oficialismo no respalda a Marcel, que ha sido enfático como ministro de Hacienda en explicar lo dañino que es este retiro, aunque sea parcialmente, va a marcar un traspié muy relevante en la credibilidad que tenga de aquí para adelante”, complementa el senador UDI Juan Antonio Coloma.
En un reciente informe realizado por el director de Estudios de LarrainVial, Leonardo Suárez, se afirma que una aprobación de un quinto retiro podría desatar expectativas de devolución del 100% de los fondos de pensiones, provocar nuevas señales de desestabilización financiera, y el incremento de las tasas largas nominales a 10 años a dos dígitos, lo que exacerbaría la reducción de la demanda interna en 2023, además de tener una renovada escalada de la inflación.
“Para el mercado de capitales, el desafío del ministro de Hacienda, Mario Marcel, sería estabilizar las finanzas públicas, cumplir con el presupuesto de gasto público de 23,1% del PIB para el 2022, impedir un quinto retiro y subsecuente devolución del 100% de los fondos de pensiones y sentar las bases para ejecutar una reforma tributaria y previsional desde 2023, que apunte hacia un nuevo régimen basado en la seguridad social”, afirma el informe de LarrainVial.
Pero más allá de las pujas que se generen por un quinto retiro, en el oficialismo estiman que hay una posibilidad cierta de que este debate pase a ser sólo una “anécdota” en medio de las presiones futuras desatadas por más gasto fiscal para el ministro Marcel en los próximos meses.
“Antes que comience el invierno, los que serán meses bastante complejos en materia de inflación y actividad económica, el gobierno necesita contar con una batería de instrumentos que le permita sostener los ingresos de los hogares y amortiguar las alzas en el costo de la vida, para evitar nuevas presiones por políticas expansivas de gasto”, concluye Francisca Pérez, académica de la FEN de la Universidad de Chile y exasesora de Políticas Macroeconómicas del Ministerio de Hacienda.
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