Un primer semestre positivo es el que está cerrando por estos días la industria automotriz. Tras un 2020 para el olvido -llegaron a venderse menos de 10 mil unidades de autos nuevos en los peores meses de la pandemia- hoy estas se han recuperado casi al nivel de un año normal. En un año que todavía no es del todo normal.
Las razones para este auge son diversas. Clientes que postergaron sus decisiones de compra en 2020 las han retomado este año, mayor liquidez de los usuarios gracias a las ayudas económicas -y los retiros del 10% de las AFP- y también una recuperación de ciertos sectores, lo que ha impulsado la venta de vehículos de trabajo como camionetas, furgones o camiones. El boom del comercio electrónico y de los servicios de entrega a domicilio también han ayudado.
Un tercer elemento es el temor de muchos usuarios del transporte a usar medios masivos, lo que los ha llevado a adquirir automóviles para evitar los contagios en buses o trenes.
Este semestre, según calculan en la industria, cerrará con un aumento en las ventas de en torno al 70% respecto del año pasado, cifra que equivale a un año normal. Algunas marcas proyectan ventas globales en torno a las 400 mil unidades, cifra que colocaría 2020 no como un año normal, sino que como un año muy bueno.
Pero este auge también tiene sus complicaciones. El transporte marítimo global se ha visto desafiado, lo que ha provocado que los embarques de autos nuevos no estén llegando al ritmo que los compradores requieren. Eso, sumado a que en los casi 30 países que fabrican los autos que se comercializan en Chile -cifra que supera, por ejemplo, al estado de California o a algunos países de Europa- la producción de automóviles se ralentizó por las medidas económicas y por la expectativa de menores ventas por la situación económica. El auge incluso alcanza los automóviles usados, que no solo ha visto un incremento de la demanda, sino también de los precios.
“Este primer semestre fue excelente en términos de ventas. Esperamos terminar con un crecimiento cercano al 80% con respecto al mismo periodo del año pasado, y también ganando cerca de 0,4 puntos porcentuales de participación de mercado”, comenta el gerente comercial de Citroën Chile, Nicolás Eyzaguirre, quien derechamente atribuye el aumento al retiro de los fondos previsionales como primera razón.
“El alza en las ventas fue motivada principalmente por los retiros de los fondos previsionales, en segunda medida por el ahorro que significó para parte de la población estar en cuarentena y finalmente el temor a utilizar medios de transporte público por los contagios”, destaca el ejecutivo.
En Salfa van más allá y calculan que el semestre cerrará con un alza del 90%, al menos en su caso. Pablo Didyk, gerente división automotriz de Salfa, también apunta a los retiros del 10%, la necesidad de moverse en medios que disminuyan la exposición al contagio, así como también el incremento del negocio de delivery, para explicar esta recuperación de las ventas.
Chevrolet también destaca como un factor que impulsó las ventas la reapertura de salas de venta y de concesionarios que estuvieron cerrados la mayor parte del año pasado por la pandemia. Para Macarena Bravo, gerenta de Marketing de Chevrolet Chile, también ayudó la “evidente expansión del comercio electrónico y de nuevos emprendimientos desde el inicio de la pandemia, que han impulsado la demanda de modelos de trabajo”.
La Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), dice que lo correcto es hablar de una recuperación, pues a pesar de que las tasas de crecimiento en estos meses rondan el 300%, se deben a la paupérrima base comparativa, dadas las magras ventas de los meses más duros de la pandemia. Y la expectativa es que esto se mantenga.
“Proyectamos para el segundo semestre que esta recuperación continúe. El análisis que hacen nuestros asesores señala que los indicadores de la economía han mejorado, el tipo de cambio ha dejado de ser tan volátil y la confianza de los consumidores, si bien sigue en terreno negativo, se ha recuperado. Y la economía también se está recuperando. Todo eso impacta positivamente a nuestro sector. Hoy esperamos ventas en torno a 360-362 mil unidades comercializadas dentro del año”, proyecta Diego Mendoza, secretario general de Anac.
Stock y listas de espera
Esta semana, Puerto de San Antonio -principal puerta de entrada de los automóviles que llegan a Chile- informó que, entre los meses de enero y mayo, estuvo cerca de duplicarse la cantidad de desembarcos comparado al mismo período del 2020.
Los puertos han extremado al máximo su operación ante este boom de ventas, lo que a su vez ha estresado los inventarios de las marcas. “No hemos podido asegurar stock, ya que las marcas han tenido dificultad de lograr abastecimiento en línea con la demanda”, revela Pablo Didyk, de Salfa, quien cree que el mercado ha ido regularizando su abastecimiento, pero advierte que algunas marcas no van a alcanzar el equilibrio incluso de aquí a fin de año.
Quienes han buscado adquirir un auto en estos últimos meses se han encontrado con que la vieja práctica de entrar a pie al concesionario y salir manejando ya no es posible. Hoy hay que reservar y esperar, en algunos casos, meses.
Así, si antes los autos estaban semanas o meses esperando por un dueño, hoy estos entran al país con nombre y apellido. Salfa, por ejemplo, creó la plataforma Salfa One Click, que permite a los clientes reservar por un monto fijo las unidades que llegan a futuro, de manera 100% online para las once marcas que distribuye Salfa a nivel nacional, que son Chevrolet, Toyota, Jeep, Dodge, Chery, RAM, Mitsubishi, Ssangyong, MG, Fiat y Nissan.
En Citröen incluso realizaron gestiones para redestinar producciones que estaban dirigidas a otros mercados y traer esos vehículos a Chile.
“Al igual que la gran mayoría de las marcas, los problemas de stock son una realidad que hemos debido enfrentar este año. El fuerte aumento de demanda y los extensos tiempos de entrega (lead time) por parte de las fábricas, hicieron muy difícil prever la situación y adaptar los pedidos para suplir la fuerte demanda. En Citroën Chile, en conjunto con Stellantis, logramos rescatar producciones que iban destinadas a otros mercados del mundo y redestinarlas a Chile. Esto fue un salvavidas importante en el segundo trimestre, sin embargo, proyectamos que los problemas de stock se mantengan durante todo este año y parte del 2022”, indica Nicolás Eyzaguirre.
Quienes no pueden esperar porque necesitan un vehículo ya, deben recurrir al mercado de autos usados. Y ahí es otra la película: la demanda ha hecho que los precios suban y algunos modelos 2019 o 2020 se acercan en su valor a las versiones nuevas.
Según datos de Yapo.cl, plataforma que permite comercializar vehículos usados en línea, en mayo la demanda por autos creció un 41%, mientras que la oferta solo lo hizo en un 5%. Eso ha impulsado los precios. Por regiones, los valores más altos están en La Araucanía, donde el precio promedio al que se comercializan autos usados en esta plataforma llega a $ 9,4 millones.
El gerente general de Chileautos, Andrés Cooper -que comercializa autos nuevos y usados- cuenta que hasta mayo de 2021, la venta de autos nuevos superaba la del mismo período del año anterior en un 62% y la de autos usados, en más de un 107%. “Eso es consistente con lo que observamos en Chileautos, donde las visitas aumentaron en un 60% y las cotizaciones de autos usados aumentaron en un 90%”, añade.
Desde luego, ve un efecto en los precios. “Creemos que se mantendrá el alza en los precios de los autos usados por lo que resta del 2021. A partir de septiembre del 2020 comenzaron una escalada gradual, llegando a un peak en febrero por sobre el 40% del valor respecto al mismo mes del año pasado. Esa alza se ha mantenido en todo el primer semestre y no estimamos que comience a bajar hasta pasado septiembre, pero no lo harán a los niveles prepandemia”, enfatiza.