La ex presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, comentó en una reciente conferencia en Nueva York, que el desempleo en EEUU debiera llegar al 3,5% para que tuviese un impacto significativo en la inflación. Esto es un 0,5% menos a lo reportado en mayo y corresponde a niveles no registrados desde fines de los años 60.
El comentario de la expresidenta no es menor. Creemos que dicha cifra está por debajo de las expectativas que el mercado espera como para generar presiones inflacionarias, como también de las estimaciones de desempleo para los próximos dos años.
La tasa del Tesoro de EEUU logró atravesar el 3% a fines de abril, siendo la última vez que marcó ese hito a principios del 2014. Ciertamente, rompió una barrera sicológica para los inversionistas.
La Reserva Federal está considerando tres alzas de su tasa de referencia para este año. Y pocas veces antes se ha visto que el mercado esté alineado con los anuncios de alzas de tasas de la Fed.
Por su parte, la Renta Fija Emergente ha rentado casi -3,0% año a la fecha, medido por el CEMBI.
En este mundo de los tres, creo que hay uno que no se condice. Y éste es el retorno de la Renta Fija Emergente. Creemos que el pobre desempeño se explica principalmente por una sobrerreacción del mercado al movimiento de la tasa del Tesoro americano a 10 años y la fuerte compresión de spread, durante los dos últimos años, que limita retornos adicionales. Un impacto adicional ha sido también la reciente apreciación del dólar y el contagio de los ruidos macroeconómicos de Argentina y Turquía.
Consideramos que el contexto global actual no ha cambiado significativamente desde el año pasado. Esperamos un crecimiento global sincronizado, en EEUU las condiciones crediticias siguen laxas, las expectativas de defaults han disminuido y los fundamentales de las empresas, tanto de EEUU como en emergentes, han mejorado.
Se puede argumentar que la guerra comercial entre EEUU y China, junto con la renegociación del Nafta y la apreciación del dólar, han sido detractores. Ciertamente lo son, pero no lo suficiente desde nuestro punto de vista.
Como comentaba, atribuyo el pobre desempeño a un ajuste de expectativas. Al mercado le cuesta digerir ajustes como el comentado por Janet Yellen donde el desempleo debe llegar a tasas no vistas en casi 50 años para generar inflación. De esta forma, seguimos con una visión constructiva a bonos emergentes y actualmente se han abierto atractivas oportunidades.