A principios de agosto, el controlador de la firma de vehículos eléctricos Tesla, Elon Musk, sorprendió a los inversionistas al anunciar en Twitter que tenía fondos asegurados para convertir a Tesla en una firma privada, por un valor de US$72.000 millones.

El desconocido potencial inversionista, según Musk, iba a ser el Fondo de Inversión Público de Arabia Saudita, que ya posee el 5% de los títulos de Tesla, aunque no había alcanzado un acuerdo de privatización.

Ahora el empresario sudafricano se arrepintió. "Dados los comentarios que recibí, es evidente que la mayoría de los accionistas de Tesla cree que estamos mejor como empresa pública", dijo en un comunicado.

¿Por qué el director ejecutivo de esta firma automotriz cambió de opinión?

El explosivo tuit de Musk de principios de agosto que indicó que sacaría a Tesla de la bolsa provocó un alza de las acciones de la misma de hasta un 11%, aunque después se desplomaron.

También provocó demandas en contra de Musk por considerar el anuncio "fraudulento y engañoso", porque, según alegaron inversionistas, buscaba generar una sacudida en la bolsa.

La firma todavía necesita obtener ganancias y Musk había prometido que para el segundo semestre de 2018 la empresa sería rentable.