Hace solo unos meses que Wall Street atacaba a Tesla Inc. de Elon Musk. Un analista calificó sus acciones como un activo en el que "ya no se puede invertir", aduciendo el comportamiento errático de Musk en tuits y burlas. Un vendedor en corto apostó por una drástica caída, diciendo que "cada vez es más evidente que Tesla está teniendo dificultades para pagar sus cuentas".
Pero algo inesperado sucedió en el camino: la compañía encontró el equilibrio como fabricante de automóviles eléctricos, un logro enmascarado por la fanfarronada de Musk. Sus impresionantes ganancias del tercer trimestre, impulsadas por su capacidad para aumentar la producción de sedanes Model 3, sorprendieron a los detractores y marcaron el comienzo de un giro en la percepción del mercado.
Las acciones de Tesla están, de manera algo inverosímil, de regreso cerca de los niveles máximos alcanzados el día de ese infame comentario en Twitter sobre la "financiación asegurada" que causó una frenética alza que condujo a Musk a tener problemas con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés). Y así, después de un vertiginoso año que vio a la acción registrar media docena de subidas y bajadas del 20% o más, ahora registra un alza de casi 18%. No está nada mal si considera que el S&P 500 ha bajado un 1,4% en el año.
Todo esto, por supuesto, podría volver a cambiar fácilmente en casi cualquier momento, dada la inclinación de Musk por los comentarios poco diplomáticos y los numerosos desafíos operativos. Pero al menos por ahora, Wall Street es optimista una vez más, y espera que Tesla sea rentable y tenga un flujo de efectivo libre positivo en el cuarto trimestre, logros que mostrarían que la compañía finalmente ha descubierto cómo producir automóviles a un ritmo estable y generar dinero mientras lo hace.
"¿El tercer trimestre fue una casualidad? El tiempo lo dirá", dijo Craig Irwin, analista de Roth Capital Partners. "Pero la realidad es que cuando se producen 50.000 autos por trimestre, eso es un gran hito, y se puede ver que estos muchachos están aquí a largo plazo". Tesla está totalmente en pie ahora, aprendiendo y bien preparada para seguir aprendiendo".
Las acciones de Tesla siempre han sido valoradas a un alto precio a la espera de un excelente desempeño, y los hábitos de Musk en Twitter no fueron los únicos obstáculos a los que se enfrentaron los inversionistas en 2018. En su frenético intento por aumentar la producción del Model 3, a principios de año Tesla estaba gastando efectivo a un ritmo demasiado rápido, de alrededor de US$8.000 por minuto, según los cálculos de Bloomberg. Musk reconoció lo grave que era el problema en una entrevista el mes pasado, y dijo que el gasto de efectivo de la compañía la había dejado solo a un par de meses del colapso.
Rivales eléctricos
La mayor valoración de Tesla en la actualidad refleja su liderazgo entre los automóviles eléctricos, muy por delante de los competidores potenciales. Los analistas dijeron que no estaban impresionados por dos posibles rivales eléctricos presentados este año por Audi y Mercedes-Benz.
General Motors, que se espera que venda alrededor de 4,7 millones de vehículos a nivel mundial este año, tenía una capitalización de mercado de US$49.000 millones hasta el martes. La de Tesla es de casi US$63.000 millones, aunque es probable que venda solo 256.000 vehículos.
"Para mí, es increíble que a fines de 2018 los principales fabricantes de automóviles aún no hayan descubierto cómo responder competitivamente a Tesla", dijo Joseph Osha, analista de JMP Securities. "Sería posible que Tesla crezca entre 8% y 10% por un tiempo realmente largo, por lo que debería valorarse mucho más que las compañías que crecen un uno o dos por ciento, que es lo que está haciendo el resto del negocio automotriz".