Un mensaje de Donald Trump en twitter bastó para hundir hasta un nuevo mínimo histórico no sólo a la lira turca, blanco del mandatario estadounidense, sino que también al peso argentino, que en medio de renovada volatilidad sufrió los daños colaterales. Así el mundo emergente vivió un viernes negro, con sus divisas como principales víctimas, corriente a la que no estuvo ajeno el peso chileno, que retrocedió 1,1%.
"Acabo de autorizar una duplicación de aranceles sobre el acero y aluminio de Turquía, ya que su moneda, la lira turca, se desliza rápidamente contra nuestro fuerte dólar. El aluminio ahora será de 20% y el acero de 50%. ¡Nuestras relaciones con Turquía no están bien en este momento!", señaló Trump en la red social, conduciendo a una caída de 13,7% en la moneda a la que hacía referencia, que ahora acumula un retroceso de 40,4% en lo que va del año, la baja más amplia del mundo sin contar al bolívar venezolano.
La bolsa de Estambul tampoco tuvo una buena jornada, anotando una caída de 2,31%, en un marco donde las tensiones entre Turquía y Estados Unidos no hacen más que escalar.
"No pueden usar el lenguaje de amenaza y chantaje contra esta nación. Acosar a esta nación no los llevará a ninguna parte", respondió a Washington Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. Sin intenciones de hacer caso a Trump y liberar al ciudadano estadounidense preso en Izmir, Andrew Brunson (ver recuadro), el líder turco hizo un tajante llamado a la ciudadanía: "Si tienen dólares, euros u oro bajo el colchón, vayan a los bancos a cambiarlos por liras turcas. Es una lucha nacional".
Sin embargo, dados los resultados, un nuevo mínimo de US$6,43, quedó claro que sus palabras no fueron escuchadas, y el futuro no luce más auspicioso. "El origen del pánico que se ha reflejado en la lira turca es combinación de tres elementos: los mayores aranceles a Turquía por parte de EEUU, la preocupación de la independencia del Banco Central del Ejecutivo, y la preocupación del efecto negativo en los bancos que tienen alta exposición a Turquía", señala a PULSO Manuel Restrepo, analista de XP Securities.
En tanto, un informe publicado ayer por JPMorgan sostiene que, a diferencia de otros episodios de volatilidad de la lira, en esta oportunidad las fuentes de riesgo son mucho más amplias. "La carga de la deuda del sector corporativo (alrededor del 70% de las cuales es en divisas) es una preocupación para la calidad de los activos de los bancos locales. Esto, a su vez, exacerba las inquietudes sobre la capacidad del país para financiar la balanza de pagos, con un requerimiento de financiamiento externo bruto anual de US$230.000 millones, de los cuales aproximadamente US$85.000 millones es el requisito de refinanciamiento de la deuda externa del sector bancario", detallan en el reporte del equipo liderado por Saad Siddiqui.
Contagio
En ese marco, el riesgo país de Turquía, medido en CDS a cinco años, escaló 26,98% la semana pasada, lo que sin duda enciende alarmas en los mercados emergentes que ya se encuentran en dificultades. Por ejemplo, en Argentina.
Las cosas ya venían tensas en el mercado transandino, tras el reciente estallido del escándalo de corrupción de los cuadernos K, así que cuando se desató la aversión al riesgo, el peso argentino fue uno de los primeros damnificados, cerrando con una baja de 3,84%, la segunda más amplia de la jornada.
El préstamo de US$50.000 millones del Fondo Monetario Internacional no logró evitar que la moneda tocara un nuevo mínimo histórico de $29 por dólar, acumulando un descenso de 36,27% en lo que va transcurrido del año.
El real de Brasil, ad portas de una incierta elección presidencial, y el rublo de Rusia, agobiado por las nuevas sanciones económicas de Estados Unidos, se sumaron a las bajas, con retrocesos de 1,51% y 1,11%, respectivamente.
Pese a la dura jornada, analistas de Commerzbank, aseguran que las posibilidades de un gran contagio en los mercados emergentes son "muy poco probables". En una nota a sus clientes, plantearon que "la mayoría de los inversionistas es probable que reconozcan que la crisis de la lira es casera. Los bancos centrales de otros mercados emergentes han hecho sus deberes y han fortalecido su credibilidad en los últimos años ".
¿Quién es Andrew Brunson?
Andrew Brunson es el pastor evangélico de ciudadanía estadounidense, preso en la ciudad turca de Izmir, que desató el enfrentamiento entre Washington y Akara.
Las negociaciones para su liberación fracasaron la semana pasada desatando la ira de Donald Trump.
Brunson fue encarcelado en octubre de 2016, en el marco de masivas detenciones llevadas a cabo por el gobierno Recep Tayip Erdogan, tras el fracasado intento de golpe de Estado de julio de ese mismo año.
Primero fue acusado de formar parte de un grupo terrorista armado, para luego ser imputado con cargos por espionaje e intento de derrocar al gobierno.
Trump indicó hace unos meses que Brunson es "un gran cristiano, hombre de familia y maravilloso ser humano", dando inicio a un enfrentamiento que tuvo ayer su episodio más complejo.