Cuando se le da la oportunidad al talento y a la creatividad para desarrollarse, los países prosperan. El ejemplo reciente de Cornershop es uno que nos muestra que las buenas ideas y las capacidades para llevarlas a cabo están presentes en distintos sectores de nuestra sociedad.
Fortalecer las oportunidades para emprender e innovar es clave para potenciar el crecimiento de nuestro país, un crecimiento inclusivo.
Por eso en la administración pasada llamamos a democratizar el acceso al emprendimiento y la innovación, construyendo sobre las políticas y programas que se habían implementado en administraciones previas, pero reforzando la necesidad de expandirla a más sectores.
En un país desigual como Chile, emprender o innovar se ve limitado por la dificultad de acceder a financiamiento y a redes.
Por eso en Chile estas actividades han tendido a concentrarse en sectores que cuentan con fondos propios y acceso a amplias redes de apoyo.
El objetivo de las políticas de innovación y emprendimiento debe ser remover esas limitantes.
Durante el período 2014-2018 se aumentó de manera significativa los recursos disponibles a estos fines. Se pudo implementar una política integral de apoyo al emprendimiento e innovación a lo largo de sus distintas etapas.
Se aumentaron los fondos de capital semilla y de escalamiento, se creó una amplia red de mentores y nuevos fondos de inversión de etapa temprano y se cofinanciaron espacios de trabajo colaborativo (co-works) a lo largo de todo el país.
Lamentablemente el énfasis de la actual administración por el emprendimiento y la innovación parece estar sesgado a la creencia que su única limitante son las trabas burocráticas.
De acuerdo con esta visión, la remoción de impedimentos regulatorios y administrativos es suficiente para gatillar el emprendimiento y la innovación.
Tal vez ello explica la significativa y preocupante caída en los recursos destinados a estas materias en el presupuesto presentado al Congreso.
Especialmente preocupante es el fuerte retroceso que el país experimentará en el financiamiento a actividades de innovación en 2019. El presupuesto Corfo para estos fines caerá más de 23%.
Si queremos diversificar y sofisticar nuestra matriz productiva, y generar más y mejores empleos, tenemos que multiplicar los esfuerzos en esta área. No reducirlos.
No cabe duda de que es necesario seguir reduciendo los obstáculos burocráticos que pueden limitar el emprendimiento. Por eso en la administración pasada creamos Escritorio Empresa, una plataforma que busca digitalizar todos los trámites asociados a la creación y operación de una empresa.
Hay mucho espacio para mejorar, pero lamentablemente, la actual administración no parece interesada en seguir este rumbo.
No todos los emprendimientos serán tan exitosos como Cornershop. Algunos ellos probablemente fallarán en el camino.
Pero el hecho de apoyar una masa crítica de personas dispuestas a correr riesgo y crear valor tiene un mérito: formar a una generación de emprendedores que está dispuesta a competir, diversificar la matriz productiva y apoyar con ello el crecimiento.
Para lograrlo no podemos reducir los esfuerzos en esta tarea.