Lo escribió el Comité de Género de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) en un reporte que analizó la presencia de mujeres en las empresas que supervisa el organismo. “En las empresas chilenas generalmente se asocia el liderazgo empresarial con rasgos masculinos, situación que replica una tendencia a nivel mundial”, dice el Hadbook de Género que escrutó los indicadores 2020.
En ese reporte, publicado en diciembre de 2020, con cifras de cierre al 2019 para las 30 empresas que componían el Ipsa, el índice de las acciones más transadas en Bolsa, el conteo era el siguiente: en total en esa treintena de compañías había 287 directores y de ese número un 10,1%, 29 asientos en total, eran ocupados por mujeres. La cifra representaba un avance tímido en relación al 6,45% de los cargos que tenían las empresas que componían el Ipsa en 2016 o el 8,56% del 2019 (ver infografía).
Hasta este viernes que pasó, la realidad era un poco mejor, según las estadísticas recogidas por Pulso, considerando solo los cargos de directores titulares de las 30 empresas del Ipsa. Hasta el viernes, de los 255 cargos de directorio de esas empresas, 30 eran ocupados por mujeres, con un 11,8% del total. Y en 12 de esas empresas no hay ninguna (ver infografía). Aquello cambiará la próxima semana, cuando concluya el período anual de juntas ordinarias de accionistas y se renueven algunas mesas: al menos se sumarán al grupo otras seis mujeres, elevando el número a 36 y el porcentaje al 14,11%, y tres de las empresas cuyos directorios eran hasta ahora integrados exclusivamente por varones dejarán ese listado.
Esas compañías son Enel Chile y Enel Américas, cuyo controlador elegirá dos mujeres en cada mesa, y Empresas Copec, que sumará dos directoras: una propuesta por las AFP y otra por el propio grupo Angelini. Otra empresa que adoptó la misma dirección este año y por primera vez en su historia integró mujeres a su directorio, es la acerera CAP, en tres de sus siete asientos.
Así, las que permanecerán en terreno exclusivamente masculino en 2021 son nueve. Entre ellas, hay dos bancos cuyos 11 directores titulares son hombres: el Banco de Chile e Itaú. En los dos, eso sí, tienen una directora suplente que, en el caso de los bancos, ejerce como titular en muchos casos cuando falta un asistente, cosa que es habitual, dicen en uno de esos bancos.
Las otras son la minera no metálica SQM; Inversiones Aguas Metropolitana, matriz de Aguas Andinas, del grupo Suez; la firma de telecomunicaciones Entel; las eléctricas AES Gener y Engie Energía, cuyos dueños son firmas extranjeras; y las filiales de Quiñenco, del grupo Luksic, CCU y Vapores.
Para Francisca Jünemann, presidenta de la Fundación ChileMujeres, aquello “no es sustentable ni sostenible en el tiempo para las empresas, porque perderán ventajas competitivas. La diversidad es fuente de creatividad e innovación, elementos esenciales para adelantar a la competencia”.
Según Luis José Garreaud, socio de la empresa de head hunting Egon Zehnder, aquel desbalance es un tremendo pasivo en la imagen pública de las empresas. “Las fotos en las memorias de fin de año solo con hombres se está quedando atrás y es muy arcaico”, opina Garreaud, quien dice que hoy muchos accionistas y dueños de empresas están cambiando esa visión. “Siete de cada diez requerimientos exigen que sean mujeres, porque se dieron cuenta de este desbalance de diversidad que tienen los directorios en Chile”, asegura.
El balance que realizó la CMF sobre las empresas Ipsa destacó, como contrapartida, la realidad de otros países como Reino Unido, que, tras un arduo trabajo iniciado en 2011, incrementó la presencia femenina desde un 12,5% a un 33% en los directorios de las empresas del FTSE 100.
Si casi un tercio de las empresas Ipsa no tiene ninguna mujer, en el caso de todas las empresas que reportan a la CMF ese porcentaje es del 52%, dice Jünemann, citando un reporte elaborado por el Ministerio de la Mujer. “A modo de comparación, en Colombia es el 8%”, agrega Jünemann.
Garreaud coincide con la comparación cuando habla sobre la dificultad de encontrar mujeres suficientes, en comparación con los hombres, para puestos de alta dirección. “En Colombia es más fácil. Parte importante de las posiciones de alto nivel están más balanceadas en organizaciones gubernamentales, en grandes empresas, en organismos de gobierno, etcétera”, acota.
Por grupos
El activo mayor del grupo Angelini, Empresas Copec, tenía solo hombres. El jueves en la noche, sin embargo, la lista de candidatos para los nueve cargos de director incluyó por primera vez dos mujeres: el controlador postula a Karin Jürgensen, presidenta de la Administradora de Fondos de Cesantía de Chile II (AFC Chile) y directora de Enami. Las AFP postulan a Marcela Achurra. La elección se hará la próxima semana.
Antes de este cambio, y a raíz de este tema, un ejecutivo anticipaba: “Este grupo es moderno en su accionar y sabe escuchar”.
En el grupo Matte, dos de sus empresas del Ipsa tienen directoras: Colbún, tres, y CMPC, una. En ambas se repite Vivianne Blanlot. Donde no hay ninguna es en Entel, una empresa que controlan en alianza con los grupos Hurtado Vicuña, Fernández León y Consorcio. En la última renovación, en 2020, eligieron a nueve hombres.
El grupo Luksic tiene la mayor deuda. A comienzos de 2019, Andrónico Luksic, líder del clan, se reunía con la ministra de la Mujer, Isabel Plá, a propósito de la presencia femenina en las empresas. Luksic dijo ese día: “Trabajamos permanentemente para mejorar nuestros indicadores en esa materia”. Sin embargo, mientras el Banco de Chile tiene una sola directora, pero suplente, desde 2019, Vapores, cuyo directorio se renovó en 2020, no tiene presencia femenina, tal como CCU, donde este año hubo elección. Otra vez, nueve hombres.
“Nos queda camino por recorrer, pero hemos ido avanzando: en los últimos cinco años se han sumado mujeres en directorios de varias de nuestras empresas”, declaró Quiñenco. La holding, que ya no está en el Ipsa, en 2020 sumó en esa instancia a Carolina García de la Huerta y en sus principales empresas en Chile y el extranjero tiene 20 directoras de un total de 97 puestos. A ello agregan que Antofagasta PLC, la firma chilena abierta en Bolsa más valiosa, pero en Londres, tiene tres directoras.
Un impulso especial a la incorporación femenina ha sido dada por las AFP, que han propuesto mujeres a las mesas de Copec, Parque Arauco (las únicas dos que tiene esa firma controlada por el grupo Said), Cencosud Shopping, del grupo Paulmann, y Colbún, por ejemplo. En algunos casos, sin las AFP habría solo hombres.
Otro factor que permite la presencia femenina lo proporcionan las directoras accionistas que están en representación de sus familias. Ocurre aquello en Falabella, con Paola Cúneo y Cecilia Karlezi; en Sonda, con Rosario Navarro; en SMU, con Francisca Saieh; o en Cencosud, con Heike Paulmann.
“Hoy vemos con optimismo cómo muchas empresas han entendido este cambio de paradigma y están avanzando, incorporando más mujeres a sus directorios”, dice la subsecretaria de la Mujer, María José Abud, quien agrega que “aún estamos muy lejos de alcanzar la paridad que anhelamos”. Y agrega cifras que amplifican el desafío más allá de los directorios: en el caso de las gerencias de primera línea, las mujeres ocupan solo el 20% de los puestos.