Las empresas sintieron el golpe del Covid-19 en el primer trimestre y la consecuente inédita y sincronizada paralización de la actividad mundial. Ello, pese a que aún en ese período no se observó el impacto más fuerte de las medidas restrictivas de las autoridades. Solo se percibió con mayor nitidez en la segunda quincena de marzo.

Los números son contundentes: las ventas retrocedieron 4,6% y acumularon inéditas pérdidas, en gran medida por Latam. Sin considerar a la aerolínea, las utilidades se desplomaron 68%.

Covid y algo más, porque que aún quedaban algunos efectos en los sectores más dañados por el estallido social del 18 de octubre. Así, las empresas en Chile suman dos trimestres consecutivos de caídas en sus utilidades.

En términos generales, de las empresas que hasta el cierre de esta nota habían reportado al regulador, el 68% tuvo ganancias y el resto pérdidas.

La estela del Covid: Retail

La secuencia se inicia con la paralización, el confinamiento, y su inmediato efecto en los sectores turismo y comercio minorista. Cencosud y Falabella son algunas empresas emblemas de ese efecto en Chile.

La demanda bajó de golpe, los malls cerrados, tiendas también. Lo único que permitió compensar en el sector fue la venta de supermercados, puesto que el consumo se redireccionó hacia productos de primera necesidad. Eso contuvo caídas mayores en el retail. En SMU, por ejemplo, las ventas subieron 6,4% interanual en el primer trimestre, mientras que en Cencosud -firma en la que supermercados tiene un peso relevante- en 10%. Falabella, donde supermercados es un aporte menor, las ventas bajaron 2%.

“Las ventas de los formatos de retail en Chile se vieron afectados por la pandemia asociada al Covid-19. Esto afectó negativamente la venta en tiendas físicas. Los ingresos de tiendas por departamento cayeron 15,6% a lo largo del trimestre, mientras que en mejoramiento del hogar los ingresos cayeron 7,6%. Por otro lado, los ingresos de supermercados se mantuvieron estables, con un fuerte crecimiento en la última parte del trimestre, pero contrarrestado por una menor cantidad de tiendas operativas, producto de los eventos post 18 de octubre de 2019”, explicó Falabella en su análisis razonado.

Perú, por ejemplo, anotó un alza de 11% en las ventas, lo que en gran medida se debió al impulso de 30% que tuvo la línea supermercados.

Con todo, su ganancia se contrajo 76%.

Cencosud, en cambio, pese a elevar sus ingresos, tuvo una pérdida en el trimestre de $62.285 millones -$33.617 millones excluyendo el efecto de la hiperinflación en Argentina- por mayores gastos financieros, donde se suma el pago extraordinario de US$68 millones por la recompra de bonos internacionales. Además, incorpora el gasto de US$30 millones por el efecto en la cobertura a que estaban asignados dichos bonos.

También se vio un efecto confinamiento en los mercados en los que está presente la firma: “Los países iniciaron la implementación de una serie de medidas, asociadas a la seguridad sanitaria de la población, incluyendo entre otras, la cuarentena total o parcial. Como consecuencia de lo anterior, Cencosud informó que las actividades de los centros comerciales y tiendas por departamento se vieron afectadas, así como las operaciones de mejoramiento del hogar en Argentina y Colombia, que ha implicado el cierre de 126 locales, de los cuales 79 corresponden a Chile”.

No solo Latam

Lo mismo ocurrió con el transporte. Latam es la niña símbolo, que por falta de liquidez tuvo que entrar en un proceso de reorganización para evitar la quiebra, y perdió US$2.120 millones (ver página 8). Pero es más que eso. La estatal Metro fue la segunda mayor pérdida del período con US$226 millones y una caída en ingresos de 23,7%. La empresa tuvo el doble impacto: ataques a las estacions durante el estallido social y desplome de la demanda por el virus. “La red Metro se encuentra operando parcialmente, registrando al 31 de marzo de 2020, 113 estaciones operativas de un total de 136 estaciones, lo que también ha reducido la afluencia de los primeros meses del año”, explicó la firma.

Materias primas

Esta menor actividad global derivó en un freno de la demanda de materias primas como el petróleo -y sus derivados como los combustibles-, el cobre o la celulosa. Así, los precios retrocedieron con fuerza. Las refinadoras (Enap perdió US$32 millones) entraron a un terreno complejo, mientras CMPC y Empresas Copec pasaron a pérdidas. El cobre hundió a la mayor empresa estatal, Codelco.

Construcción y Cementos

La obvia caída en la confianza de los consumidores y de las personas, el miedo a perder el empleo -y derechamente la pérdida de su trabajo que en ese entonces recién comenzaba-, desinflaron las compras de viviendas, mientras la actividad tuvo dificultades de continuidad. Así, la industria cementera como sector bajó sus ventas en 0,6% y las ganancias bajaron 77%. En la construcción e inmobiliaria el contagio también se observó. Paz Corp anotó un descenso de 67,5% en las ventas, Besalco (-14,8%), Salfacorp (-45,3%), aunque Socovesa se desmarcó con un alza de 37%. Las ganancias, como sector, bajaron 40%.P