LOS datos hablan por sí solos. Si en enero la participación laboral femenina bordeaba el 53%, la pandemia la retrotrajo más de diez años: a un 40%. Las mujeres son las más afectadas laboralmente con todas las externalidades del Covid-19: el teletrabajo y la suspensión de salas cunas, jardines y colegios tienen una gran víctima.

Hoy, el Ministerio de la Mujer está enfocado en revertir ese panorama. Quieren que la reactivación tenga un sesgo de género -”Las estrategias neutras generan resultados desiguales en contra de las mujeres, porque los sectores económicos que más se incentivan son los de menor participación femenina”, señala la subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género, Carolina Cuevas-.

Y así, ya lideran una estrategia para que las mujeres sean protagonistas. El objetivo es claro: “La gran meta para los próximos dos años es recuperar todos los empleos que se hayan perdido para las mujeres”, explica Cuevas. En total, cerca de 700.000.

Aportes a nuevos sectores

Hace tres semanas, la cartera -dirigida por la ministra Mónica Zalaquett- inició el consejo Mujer-Covid. A él se invitó a participar a diferentes mujeres y se definieron tres líneas de acción y grupos de trabajo en torno a ellos. Uno de esos fue el de participación laboral -los otros, de violencia y cuidado-, compuesto, entre otras, por Francisca Jünemann, de Chile Mujeres; Francisca Valdés, de Mujeres Empresarias; Andrea Repetto, de la Universidad Adolfo Ibáñez, y Alejandra Sepúlveda, de Comunidad Mujer.

El lunes pasado fue su primera reunión para empezar a avanzar en lineamientos concretos para recuperar los puestos de trabajo. Pero en paralelo, el ministerio ya agendaba reuniones con los gremios. Es que la cartera tiene claro que dado que parte de la inversión pública va a ir a sectores menos intensivos en mano de obra femenina -como construcción y minería-, se debe generar una política para que estas áreas amplíen su contratación de mujeres. Además de incluir otros sectores.

“Estamos haciendo nuestros mejores esfuerzos y lo está revisando Hacienda, para que también se invierta en otros sectores donde es más intensiva la contratación de mujeres, como los servicios y el comercio”, cuenta la subsecretaria. Y, en paralelo, avanzar con las áreas protagonistas de la reactivación.

En abril del año pasado, Cuevas conversó con el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Patricio Donoso. En el marco de las renovaciones de directorio en empresas IPSA, le preocupaba que en una de sus filiales -ILC- no existieran mujeres. Le planteó la inquietud y rápidamente se nombró a Varsovia Valenzuela en la mesa de esa compañía; ese mes asumió Paula Urenda como gerente general del gremio. “Eso te muestra que hasta que no les pones el tema y se los haces ver, cuesta que las cosas cambien”, cuenta la subsecretaria. Hoy, van de nuevo a la carga.

El jueves en la mañana, Cuevas se reunió con representantes de la CChC, además de los subsecretarios de Vivienda, OO.PP., Trabajo y Economía. La idea era empezar a avanzar en estrategias pro empleo femenino. Hoy ese sector, tiene menos de un 8% de mujeres. Así, definieron dos líneas de acción: preparar a las empresas, y también capacitar a las mujeres -vía Sence- para que entren al rubro. El 27 de agosto, la estrategia ya debiera estar en marcha.

“La CChC presentó un plan de reactivación y empleo que implica 600 mil puestos de trabajo en tres años y estamos viendo cómo impulsar la participación femenina dentro de esos 600 mil”, señala la gerente general de la Cámara, Paula Urenda. Añade, no obstante, que aún tienen poca data de la caracterización de la mujer en la construcción y qué es realmente lo que impacta en su baja participación. “Hay solo hipótesis”, dice. Por ello, acaban de encargar un estudio a la Universidad de Chile para conocer los perfiles, brechas y obstáculos de las mujeres en el sector. Y así poder sumarlas de mejor forma, explican.

En el intertanto, el Ministerio de la Mujer le dio un giro a la mesa Mujer y minería que venían trabajando con las mineras y gremios del sector, para enfocarla en reactivación; lo mismo hicieron con la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), con la que inicialmente partieron un trabajo en tiempos de pandemia con foco en violencia intrafamiliar, pero que mutó también hacia el empleo femenino. El viernes fue la primera reunión.

Con todas las mesas el objetivo es generar indicadores que permitan ir determinando el éxito de los trabajos. Pero no solo eso... Cuevas revela que, en el marco del nuevo subsidio a la contratación, se hicieron propuestas en línea a que se reconozca el desigual acceso que tienen las mujeres al mercado del trabajo. Se están analizando diferentes alternativas, y si bien no las adelanta, sí asegura que otorgar un subsidio mayor a empresas que contraten mujeres, podría ser una opción. “Queremos que todos los debates en torno a la reactivación económica tengan un enfoque de género y para eso se requiere voluntad, porque si el debate es siempre neutro, los resultados van a ser desiguales”, enfatiza.