Un total de 13 días de paralizaciones completan 955 trabajadores de Codelco Andina, la que sella en la jornada de hoy un acuerdo únicamente con Sindicato de Supervisores que, con aproximadamente 300 trabajadores, califica como el más pequeño de las cuatro organizaciones que se hicieron parte de la negociación colectiva.
Con 92% de los votos a favor del acuerdo, ese sindicato pactó un bono de término de conflicto de $5.070.000, “además de incentivos alineados con las metas productivas de la división y con la profunda transformación que vive la empresa”, informó en un comunicado la estatal. El nuevo contrato tendrá una vigencia de 36 meses y considera 0% de reajuste.
El gerente general, Rodrigo Barrera, destacó “el compromiso de quienes forman parte de Andina con la desafiante situación de este centro de trabajo y con el propósito común de Codelco”. Asimismo, destacó que “los términos del acuerdo representan el máximo esfuerzo posible que la empresa puede hacer hoy en una negociación colectiva y consideran los desafíos de transformación y competitividad que tiene esta división”.
El conflicto que sigue
Sin embargo, con este acuerdo, Codelco Andina está lejos de poder reanudar sus operaciones con normalidad, dado el paro que sostienen los sindicatos Industrial de Integración Laboral (SIIL), el Unificado de Trabajadores (SUT) y el de Unión Plantas (Suplant).
El conflicto entre la gigante estatal y los sindicatos se concentra en los beneficios de salud. Actualmente, los trabajadores y sus familias cuentan con un copago dental y una cobertura de 100% de las prestaciones médicas, las cuales están asociados a una isapre cerrada llamada Isalud, mientras que el prestador preferente es Clínica Rio Blanco.
Así lo explica Nelson Caceres, presidente del Sindicato SIIL, quien detalla que “la empresa propone que desde 1 de agosto de 2021 los nuevos trabajadores entren a un sistema de copago con una isapre del mercado. No entraría nadie más a Isalud y por lo tanto tampoco tendrían beneficios en Clínica Rio Blanco”. Desde el punto de vista de los trabajadores, “esto también tendía un impacto para los actuales trabajadores, porque queda agotado a un grupo sin posibilidades de seguir creciendo”.
Este tipo de cambios estructurales en la relación laboral de Codelco ya se han implementado en el resto de las divisiones. Sin embargo, dado que Andina no tendría planes de contratación en el mediano plazo, de acuerdo a lo señalado por Cáceres, los sindicatos no tienen clara la urgencia de implementar el los cambios en esta negociación colectiva. “El retorno no se verá cuantificado en estos momentos. Acá parece haber más una decisión política”, indica.
Fuentes cercanas a la negociación sostienen que dado que Andina no es de las divisiones que más produce, de hecho su producción a cedido de 250.000 toneladas de cobre fino a 180.000 en una década, el directorio de Codelco estaría dispuesto a aportar por el agotamiento de la huelga, en lugar de hacer una nueva propuesta.