La inflación de la Eurozona no da señales de retroceder, y cerró el mes de enero registrando un récord de 5,1%, impulsada por los aumentos en los precios de la energía eléctrica.
De acuerdo con la agencia europea de estadísticas Eurostat, se trata de la más elevada tasa de inflación de la zona del euro (los 19 países que adoptan la moneda única) desde el inicio de la serie histórica, que comenzó en 1997.
En diciembre de 2021, la inflación de la eurozona había alcanzado el récord de la serie histórica, con un 5% sin precedentes, pero en enero la tendencia se mantuvo con una nueva elevación.
Este indicador se sitúa muy encima de la meta expresada por el Banco Central Europeo (BCE), que se había propuesto como objetivo una inflación “próxima pero inferior” a 2%, y de esa forma pone bajo presión a la autoridad monetaria.
El BCE tiene en agenda una reunión el jueves.
Hasta ahora el BCE ha insistido en que la inflación era apenas temporaria y que la tendencia indica una reducción aún este año.
Ahora, el BCE trabaja con una previsión de inflación de 3,2% en 2022, para retornar al nivel de 2% apenas en 2023, en un horizonte que en meses recientes no ha cesado de moverse, siempre alejándose.
La economía europea tuvo una fuerte recuperación en el segundo y tercer trimestre del año pasado y esa actividad, marcada por una robusta demanda, terminó por ejercer presión sobre los precios.
Sin embargo, Eurostat dejó en evidencia que el principal factor del aumento de la inflación es el alza en los precios de la energía eléctrica, situación que ya hizo encenderse numerosas luces de alarma en el bloque.
Si en diciembre los precios de la energía en la eurozona habían aumentado 25,9%, en enero experimentaron un alza de 28,5%.
En tanto, el segmento de alimentación (que incluye alcohol y tabaco) tuvo en enero un aumento de 3,6%, y los servicios experimentaron un alza de 2,4%.
Presión sobre el BCE
Dos países bálticos, Estonia (11,7%) y Lituania (12,2%), se situaron al tope de la inflación en enero.
Entre las principales economías de la eurozona, España exhibió un 6,1%, seguido por Italia (5,3%), Alemania (5,1%) y Francia (3,3%, por debajo de la media europea). En diciembre, España había registrado 6,7% y Alemania un 5,7%.
Charlotte de Montpellier, economista del banco ING, apuntó que el consenso de los analistas situaba a la inflación de enero alrededor de 4,4%, y por ello expresó su sorpresa por el 5,1%.
“Esto muestra que las presiones inflacionarias de la zona del euro son extremadamente importantes, y sobre todo más importantes de lo previsto por el BCE”, señaló a AFP.
Para el BCE “claramente no es un ambiente fácil”, añadió.
Andrew Kenningham, economista jefe para Europa en la consultora Capital Economics, mencionó que la situación “deja bajo presión al BCE”.
“Los datos de inflación de enero respaldan nuestra opinión de que el BCE pronto pronosticará que la inflación estará en su objetivo a mediano plazo”,indicó.
El aumento en los precios de la energía ya motivó una discusión a nivel de jefes de estado en diciembre, y ahora el cuadro de incertidumbres se acentúa por las tensiones con Rusia, un abastecedor clave de gas natural a Europa.