En la diversidad está la clave


El respetado científico Johan Rockström, en su charla TED Countdown de 7 minutos enfatiza que las bases de nuestra civilización dependen de dos elementos clave: un clima estable y una rica biodiversidad. Sin embargo, durante siglos las personas hemos buscado la homogeneidad, en circunstancias que en genética lo idéntico lleva a la expresión de genes deletéreos, anómalos y de capacidades deterioradas.

En materia de humanidad a nivel global es evidente cómo hemos maltratado a quien no se asemeje a una persona de raza blanca. Como anécdota, un alto ejecutivo brasilero, de tez blanca y cabello negro abundante, me comentaba que se convierte en dos personas diferentes con solo cruzar la línea del Ecuador. Si la cruza hacia el sur es considerado una persona tremendamente respetable. Cuando la cruza hacia el norte se convierte en un potencial terrorista islámico. Y es que además de razas, hemos buscado homogeneizar nuestra cultura, donde el modelo de vida occidental (el llamado sueño americano) se ha ido imponiendo incluso a culturas europeas, asiáticas, y nativas ancestrales de todos los continentes, perdiendo con ello una enorme riqueza cultural que se había construido por siglos.

Si miramos como ejemplo nuestra alimentación, el dato es patético. De las más de 300.000 especies comestibles, nos alimentamos de un puñado de aproximadamente 200 (menos del 0,07%). Para ello, hemos acabado con el 83% de los mamíferos silvestres, el 80% de los animales marinos, el 50% de las plantas, y el 15 % de los peces. En materia de animales vertebrados, el 60% de lo que existe hoy sobre la tierra son animales de granja. El 36% somos los humanos, y sólo el 4% restante son animales salvajes. Actualmente las aves de corral (fundamentalmente de 2 tipos) representan el 70% de todas las aves del planeta. Cuando miramos las razas de vacuno, cerdo o salmón, también se reduce a muy pocas razas. Es decir, incluso entre las mismas especies con que nos alimentamos hemos buscado la homogeneización para maximizar la necesaria producción de alimentos para una población creciente. Actualmente sobre 820 millones de personas en el mundo se van a dormir con hambre, mientras más de 1.900 millones de personas en el mundo tienen sobrepeso. Por ganar la batalla, estamos perdiendo la guerra.

Pero la diversidad también se expresa en ideas, creencias, formas de vida, tendencias. Necesitamos abrazar al que piensa distinto porque sus ideas nos enriquecen. Celebrar la diversidad es clave para que podamos convivir. Es un antídoto a la violencia e intolerancia. Genéticamente la diversidad suele conllevar las principales mejoras en todo orden de cosas. La diversidad es clave para un diálogo virtuoso, y como dice Alfredo Zamudio, ese tipo de diálogos está reservado para valientes.

*El autor es High Level Climate Action Champion COP25

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.