Una pregunta relevante que comenzó a circular entre los economistas la semana pasada, fue si con la presentación del proyecto de ley que envió el gobierno para permitir un retiro acotado de los fondos de pensiones para el pago de deudas, la imagen del ministro de Hacienda, Mario Marcel, se había debilitado o no. Esa interrogante se acrecentó luego que tanto esa iniciativa como la reforma constitucional que permitía un retiro del 10% desde las AFP sin requisitos se rechazaran el lunes por la noche en la Cámara de Diputados.

Es más el propio Marcel respondió una pregunta de los periodistas una vez terminada la votación: “Esto no es un reality donde nos preocupamos de quién será el ganador o perdedor de la noche. Acá lo que está en juego es el bienestar de las chilenas y chilenos: ayudar a las personas a salir bien de esta crisis que afectó a tanta gente, que generó tanto desempleo e inseguridad. Y ese es el camino por el que estamos trabajando todos nosotros como equipo de gobierno con los parlamentarios que nos han respaldado y con quienes contamos que nos sigan respaldando”.

Pese a ello, la pregunta sigue abierta: ¿en qué pie queda entonces el jefe de la billetera fiscal tras este episodio de los retiros? Entre los economistas no hay una sola mirada, aunque un número importante de los consultados cree que el ministro de Hacienda logró no salir dañado.

Quien tiene esa postura es el economista de Libertad y Desarrollo (LyD) Tomás Flores, quien afirma que “el ministro Marcel se opuso a todos los retiros y cuando el equipo político lo conminó a elaborar un retiro alternativo, debe haber expresado también su opinión. El fracaso de ambas iniciativas es un triunfo para el ministro Marcel”.

Francisca Pérez, economista principal de Bci apunta sus dardos al equipo político, más que hacia el titular de las finanzas públicas. “Marcel nunca ha sido parte del corazón del gobierno, no estuvo en la campaña y no formaba parte del conglomerado FA-PC, por lo que su peso era más bien desde el punto de vista técnico, de responsabilidad, de dar credibilidad al gobierno ante los distintos agentes. Creo que su peso no ha subido ni bajado dentro del gabinete. Los perdedores han sido otros, como el ministro Jackson, que no logró ordenar a la Cámara tras su proyecto”.

Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, comenta que “este retiro acotado fue un resultado que se debió al hecho de querer evitar que se produjera un daño mayor. El retiro acotado no era un buen proyecto, quizá los efectos eran más acotados, pero igual de negativos”. Para Rojas, “el hecho que se hayan rechazados ambos proyectos es una buena noticia. Claramente a nivel de gobierno el resultado puede no ser bueno, ya que refleja un cierto desorden para apoyar una propuesta de proyecto hecha por el gobierno”. No obstante, para el economista, “Marcel de alguna manera dejó en claro los efectos dañinos que tenían los retiros, por lo que, desde el punto de vista económico, Marcel sale fortalecido, y ganó puntos en esta discusión”.

Otro que se suma con esta misma perspectiva es el exsubsecretario de Hacienda y actual académico de la Universidad de Chile, Alejandro Micco, quien menciona que “la situación que se vio ayer (lunes) en la Cámara escapa de la responsabilidad de Marcel, y tiene que ver más con el funcionamiento del equipo político. La figura del ministro no debiese haber cambiado mucho”. Sin embargo, para Micco, dónde sí pudo haber tenido una mayor responsabilidad el expresidente del Banco Central es en “haber abierto la puerta para un retiro acotado, que no se sabrá qué tan acotado era”. Pero añade que “da la impresión que era bien acotado y tenía varias cortapisas”.

Luis Eduardo Escobar, economista y consultor puntualiza que “el rechazo de los proyectos favoreció al ministro Marcel, en el sentido de que la posición preferida por él era que no hubiera retiro, pero fue por una casualidad, no por diseño. Fue un rebote inesperado”.

En la vereda contraria se ubica Alejandro Fernández, socio de Gemines consultores, quien sostiene que “queda un tanto debilitado, ya que debió ceder en presentar un proyecto de retiro contra sus convicciones más profundas. Menos debilitado que si se hubiera aprobado, ya que gracias al proyecto se rechazaron los dos”. Para Fernández, el hecho “más grave es que el Presidente (Boric) no tiene control de su coalición y eso debilita a Marcel, que tiene su único apoyo en Boric”.

En esa misma línea se sitúa la académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes,quien subraya que “el gobierno aceptó la idea errónea de que los ahorros para pensiones pueden servir para otros fines, lo que significa que la presión por nuevos retiros va a seguir, por ambos extremos: la izquierda más radical que quiere destruir este sistema, y el temor a la expropiación que eso genera en la derecha y en parte importante de la población”. Por ello, apunta que “efectivamente el ministro de Hacienda se vio obligado a ceder, lo que lo deja más débil”. Adicionalmente, Cifuentes asevera que “las serias falencias del proyecto de retiro acotado generan dudas sobre la calidad técnica de las reformas que vienen, ya que se vio, en la práctica, el grado de influencia del ala más izquierda del gobierno, y que el ministro no pudo enfrentar”.

Las negociaciones que se vienen

Otra de las interrogantes que dejó el episodio de los retiros es cómo queda Marcel para negociar los próximos proyectos y las reformas que se vienen, entre ellas el salario mínimo, la reforma tributaria y la previsional.

Aquí nuevamente las posturas están divididas. Fernández dice que “todo el embrollo destaca la debilidad del gobierno y deja en blanco y negro que está en minoría en el Congreso. Puede haber parlamentarios que quieran pasarle la cuenta al gobierno y ponerse difíciles con los proyectos que vienen. Quedó claro que el ministro no las tiene todas consigo, aunque no necesariamente lo debilitan, pero sí quedó en evidencia que el gobierno va a tener que negociar mucho y desde esa perspectiva la posición de Marcel es de debilidad, pero ya era así desde antes. Sólo quedó más claro”.

Para Pérez, el titular de las finanzas públicas salió debilitado frente al Parlamento “al defender un proyecto que no pasó y que además no era ni bueno, ni convencía”. No obstante, sostiene que “aún le queda peso político para convencer y negociar la agenda y reformas, pero no va a depender sólo de él. El gobierno tiene una gran tarea para sacar adelante su agenda, lo cual no va a ser fácil”.

Mientras que Rojas asegura que Marcel sigue teniendo una fortaleza ante el Presidente Boric, pero dice que hay una incertidumbre sobre el comportamiento de los parlamentarios del bloque oficialista. “No muestran un nivel de unidad, lo que deja una cierta incertidumbre sobre qué parte de su conglomerado lo seguirá en sus propuestas y reformas”.

Una visión distinta entrega Flores, quien argumenta que el ministro de Hacienda “sale fortalecido, porque finalmente la razón logró triunfar ante el populismo”.

Misma percepción es la que entrega Escobar: “La posición de Marcel no se verá debilitada por lo que pasó. Sin duda un ministro de Hacienda tiene que aceptar que las condiciones políticas los llevan a tomar decisiones que él no tomaría. A Marcel le queda mucho todavía”.