Las ganancias que Enap acumula en los últimos ejercicios llevaron al Ministerio de Hacienda a solicitar el reparto de dividendos de la compañía estatal. Esto se traduce en aportes que alimentan las arcas fiscales, en un contexto donde los aportes de Codelco al Fisco vienen de una dura caída del 60% en 2022, y donde los magros resultados en la primera mitad del año auguran una nueva baja a fines de 2023.

De hecho, la principal productora de cobre ha entregado ingresos fiscales acumulados a julio por $690.964 millones, con un descenso de 56,6% versus igual periodo de 2022, de acuerdo al informe de ejecución fiscal de la Dirección de Presupuestos.

En concreto, la solicitud del gobierno para la entrega de las utilidades retenidas de Enap asciende a cerca de US$400 millones, con cargo al ejercicio 2022, y significan los primeros aportes de la compañía estatal en más de 20 años. La información la entregó este jueves el gerente general de la compañía, Julio Friedmann, tras comentar la entrega de resultados al primer semestre del año, donde la estatal consiguió utilidades por US$341 millones.

El resultado implicó un descenso del 7% comparado con el mismo lapso del año anterior, ante la menor generación de margen bruto, que bajó 5% hasta los US$731 millones, y los mayores costos de distribución, que aumentaron 52% hasta los US$147millones.

“Esto es un adelanto, ya que no ha sido formalizado todavía este retiro, pero hemos sido informados amablemente por el Ministerio de Hacienda y es algo que no sucedía hace más de 20 años. Sin embargo, también es un reflejo de la confianza que el accionista está poniendo en el desempeño de esta compañía”, sostuvo el ejecutivo.

“Es un motivo de orgullo para la compañía, para esta administración y para todos los trabajadores, el poder contribuir con el accionista en este momento de necesidad”, planteó Friedmann, quien enfatizó que el retiro no tendrá efectos operacionales.

Julio Friedmann (derecha), gerente general de Enap, en entrega de resultados junto al gerente corporativo de Administración y Finanzas de Enap , José Pablo Gómez (izquierda).

La compañía está embarcada en un plan de inversiones por US$3.500 millones. En esa línea, Fierdmann resaltó que “estamos con buenos resultados, esto no va a poner de ninguna manera en riesgo nuestra ejecución de inversiones, nuestro plan de desarrollo de negocios, ni en materia ambiental ni en las nuevas inversiones que estamos desarrollando, tanto dentro de Chile como fuera del país”.

Enap ha conseguido utilidades en los últimos dos ejercicios. En 2021, sus ganancias se empinaron hasta los US$141 millones, mientras que en 2022 consiguió una cifra récord de US$575 millones. Los positivos resultados obtenidos entre enero y agosto de este año, mantienen una perspectiva positiva para el presente ejercicio.

Así, Friedmann destacó que los montos solicitados por Hacienda “son perfectamente manejables y además, en los últimos seis o siete meses hemos bajado la deuda en más de US$700 millones. Y tenemos una indicación de nuestro accionista, particularmente del ministro Mario Marcel, de estar muy comprometidos con nuestra meta de reducción de deuda al año 2027, por lo que creemos que vamos a poder seguir reduciendo la deuda, independientemente de este retiro puntual”.

La política de dividendos que rige a Enap fue definida en 2005, y establece que la compañía debe traspasar un mínimo de recursos al Fisco, ya sea como impuesto a la renta (40%) y/o como anticipo de utilidades, correspondiente a un 14% de rentabilidad sobre el patrimonio, con utilidades retenidas de periodos anteriores, según consigna el reporte integrado 2022 de la compañía.

Gas de Chile

En la oportunidad, el gerente general de Enap también entregó un balance preliminar de los primeros cuatro meses desde que la estatal puso en marcha Gas de Chile, su línea de negocios de venta de gas licuado para distribuidores minoristas, tras el fallido piloto que desarrolló durante la segunda mitad de 2022, y que levantó una ardua polémica por las cifras involucradas.

Al respecto, Friedmann indicó que “el nivel de recargas que hemos vendido es poco más de cuatro veces lo que había sucedido en el piloto del año pasado, que tomó cinco meses, por lo tanto, la primera conclusión es que el modelo de negocios está funcionando”.

Actualmente, Gas de Chile, la marca a través de la cual Enap vende GLP a nivel residencial, llega a trece comunas del país, a través de nueve distribuidores, en las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío. La compañía también está avanzando en suscribir contratos para suministrar gas a granel, enfocado en el Maule.

En esa línea, Friedmann dijo que “hay un restaurant que ya firmó para tener dos estanques con gas a granel de Enap, y es una zona donde nos vamos a enfocar estratégicamente para seguir creciendo ahí a granel, y en términos de volúmenes eso nos va a permitir crecer más rápidamente que los cilindros, que son de 15 kilos cada uno. Estos estanques son de 0,5 metros cúblicos cada uno”.

Con todo, el ejecutivo reconoció que la participación de mercado que han alcanzado en las comunas donde operan “es muy baja”, dado que varios de los distribuidores con que tienen contratos son nuevos. “Quiero recordar que Enap produce solamente el 15% del gas licuado a nivel nacional, por lo tanto ahí tenemos una limitación natural. Pero ahora queremos consolidar la relación comercial con los distribuidores y llegar a nuevos lugares, para después poner el foco en el volumen”, acotó.