La Empresa Nacional del Petróleo (Enap) cerró el primer trimestre de 2020 con una pérdida de US$34,2 millones, los que se compara con la utilidad de US$13,7 millones obtenida en el mismo período de 2019.

La compañía afirmó que los resultados se explican “por el desplome internacional en los márgenes de refinación, una importante disminución en la demanda local y la fuerte caída de los precios del petróleo”. A lo que suman los efectos generados por la crisis del Covid-19.

En tanto, los ingresos de Enap disminuyeron 8% hasta los US$1.761 millones en 2020 respecto a los US$1.914,7 millones logrados en 2019. Esto producto de una disminución de un 20,2 % en el precio promedio del marcador mundial Brent ICE respecto al año 2019.

El gerente general de Enap, Andrés Roccatagliata, expresó que “la industria en que participamos está siendo una de la más afectadas, con precios del petróleo que han llegado a ser negativos, y con márgenes de refinación absurdos, donde el precio de un barril de crudo es mayor al de un barril refinado. La detención temporal de refinerías en Italia, Portugal, Argentina y Japón son la prueba más clara de la crisis por la que atraviesa la industria a nivel global”.

Roccatagliata agregó que “la administración de ENAP, junto con sus ejecutivos y trabajadores, están realizando todos los esfuerzos para ajustar costos, minimizar los efectos de la crisis y evaluar, día a día, los pasos necesarios para que la empresa se adapte a este nuevo contexto y pueda seguir cumpliendo su rol estratégico. Para este año será necesario el compromiso, colaboración y generosidad de todos en ENAP para salir adelante y enfrentar esta crisis”.

En esta línea, la compañía definió tres focos para el año, orientados a cuidar de la salud y seguridad de todos los que directa o indirectamente trabajan en Enap, asegurar el abastecimiento de combustibles del país y minimizar las pérdidas.

Con respecto a la minimización de pérdidas, la firma detalló que a tomado medidas como la reducción de inversiones en un 40%, por más de 160 mil millones de pesos (US$200 millones); refinanciamiento anticipado de los vencimientos de pasivos financieros del 2020 por US$620 millones; y la adopción de una estricta política de austeridad, eliminando todo tipo de gastos que no sean estrictamente necesarios (horas extraordinarias, suspensión de contrataciones, eliminación de viajes, asesorías y servicios profesionales, entre otros), los que a la fecha totalizan US$23 millones, entre otras.