Un hecho histórico fue el que ocurrió este lunes en la industria del petróleo, pues el precio del barril WTI cerró con cifras negativas. La sobreoferta, la abrupta baja en la demanda a nivel global y el hecho de que los productores no se hayan puesto de acuerdo en una reducción del volumen necesario, ha generado que los niveles de stock estén altos y la capacidad de almacenamiento copada.
Desde Enap señalaron que el efecto que se está teniendo en el mercado chileno son las consecutivas rebajas en el precio de las gasolinas (últimas 12 semanas). “Si se mantienen las mismas condiciones, podríamos seguir observando nuevas semanas con disminución en el precio, pero hay que estar muy atento al mercado y la reacción de los países productores, todavía hay alta incertidumbre y los marcadores se han mostrado volátiles en reacción a esa condición”.
Desde Gasco la mirada es similar. La baja del precio implica una caída de todos los productos derivados del crudo y sus sustitutos. En relación al segmento que afecta a la empresa, el gerente general de Gasco GLP, Marc Llambías, sostuvo que “el gas licuado sigue muy competitivo, aunque en los últimos días el precio no ha caído en la misma magnitud que el crudo, lo anterior se debe a que su uso es masivo en segmentos residenciales e industriales, más que el transporte que es el que está detenido con las cuarentenas”. Agregó que esta situación de alta volatilidad en los precios va a estar presente en los mercados mientras se mantengan las cuarentenas y cambios bruscos de niveles de actividad, por tanto es difícil predecir el corto plazo.