Terapeutas, coaches, asesoras de belleza, expertos en terapias alternativas y abogados aumentan cada vez más su oferta de servicios por internet. A las páginas web le han seguido las redes sociales -principalmente Instagram- como plataforma de contacto y difusión. Pero a la hora de agendar una hora con un potencial cliente se produce el problema. Como también al momento de cobrar o administrar los pagos.

Este es justamente el dolor que desde 2019 se planteó solucionar la startup chilena Encuadrado, una plataforma que permite simplificar el trabajo y las consultas de los profesionales independientes. Desde agendamientos a recordatorios de citas, pasando por cobros y boletas, entre otros elementos. O sea, todo el trabajo administrativo, para que se enfoquen 100% en sus pacientes. Pastelero a tus pasteles.

Como a otros emprendimientos, a este la pandemia le vino como anillo al dedo en términos de hacer crecer su negocio. Los profesionales se vieron obligados a hacer prácticamente todo online y en ciertas especialidades, como las de salud mental, se produjo un aumento nunca antes visto de clientes. El caldo de cultivo perfecto para Encuadrado.

Thomas Maremaa y Tomás Aguilera son amigos desde el colegio y siempre tuvieron el sueño de emprender. Probaron distintas cosas y, tras egresar de la universidad, cada uno tomó su camino, pero nunca perdieron contacto. El primero estudió ingeniería comercial en la PUC y el segundo, ingeniería civil en la UAI. En un momento de su vida, Maremaa se propuso una meta: ir a trabajar a San Francisco, (EE.UU.) en una startup importante. Lo consiguió y estuvo por cerca de dos años en las oficinas de Brex. Aguilera también hizo unos viajes al país del norte para hacer su práctica en temas de Inteligencia Artificial (IA).

Entre ir y venir se juntaron un día de 2018 a almorzar en Santiago y ahí surgió la idea. “Teníamos ganas de armar algo y pensamos cuáles eran los problemas a atacar. La mamá de Tomás (Aguilera) era dentista y tenía su propia consulta, pero siempre tenía problemas en agendar las horas. Intentaron tener una secretaria que no funcionó. Entonces se armó su propio sistema que tampoco dio resultado. Nosotros le dimos un par de alternativas para automatizar y se fue construyendo un proyecto informático para ayudarla a ver las horas en tiempo real y agendar clientes de manera sencilla”, recuerda Maremaa.

A finales de 2019 ya tenían un producto más o menos armado que tenía más de 100 usuarios. Maremaa seguía en EE.UU. Meses después, un virus proveniente de China se tomó el planeta, al igual que las videollamadas. Especialmente en el rubro de la salud. “De la mamá de Tomás pasamos a las primeras clientas nutricionistas y psicólogas. Así se fue corriendo la voz y nos pedían funciones adicionales”, dice Maremaa. El siguiente paso fue armar un sistema de recaudación de fondos para automatizar los procesos, emitir las boletas e integrarlo con salas de videollamada para que gente pudiera tener un espacio más tranquilo durante la consulta en sí. “Y eso nos llevó a la evolución de Encuadrado, donde ya estábamos aceptando pagos online durante la misma consulta. O sea, una automatización completa”.

Ya con una facturación mensual de US$20 mil, en noviembre del 2020 Tomás Maremaa decidió renunciar a la empresa norteamericana y dedicarse de lleno a su startup. Y así empezaron a crecer. Con estrategias de marketing, pero también gracias a sus mismos clientes. “Los profesionales independientes con los que trabajamos son nuestros héroes. Si a ellos les va bien, a nosotros también. Por eso, al principio tuvimos un montón de pequeños influencers que nos ayudaban y además, nos pagaban. Por ejemplo, la nutricionista chilena Tamara Dides tiene un cuenta de Instagram con 115 mil seguidores donde indica su link a Encuadrado (@nutricionista.tamaradides). Muchos de sus clientes (o incluso otros profesionales) ven el link y cómo funciona la plataforma. Eso ha sido un tremendo impulso”, explica Thomas Maremaa.

A finales de noviembre de 2022 hicieron un evento en Santiago y llegaron más 400 clientes. Según los fundadores de Encuadrado, llegó gente de Antofagasta, del sur de Chile e incluso de Argentina.

El modelo de negocios es simple. Cada cliente paga 1 UF al mes por todos los servicios, independiente de si tiene un paciente o 100. No hay contratos y se puede cancelar en cualquier momento. Actualmente, tienen 1.500 clientes operativos, pero en sus menos de cuatro años de vida cerca de 11.000 personas se han registrado como clientes para probar la plataforma. El 2022 facturaron alrededor de $630 millones y este año proyectan aumentar 2,5 veces ese monto, además de llegar a 3.700 clientes.

Esta alta expectativa podría deberse a sus primeros coqueteos con México en 2021. “Una chilena que estaba allá, pagando como paciente en la plataforma, nos preguntó si estábamos en México y le dijimos que aún no, pero podíamos estar. Fue cuando nos hizo sentido abrir nuestras operaciones en ese país. No solo por el negocio, sino para atraer a posibles inversionistas y hace un mes, estamos oficialmente en México”, comenta Thomas Maremaa. La nutrióloga Nayelli Andrade (@mybodymymind_) se transformó en su primera clienta azteca.