La crisis económica que está dejando el Covid-19 ya está teniendo repercusiones en el mercado laboral con la pérdida de casi 2 millones de empleos, de acuerdo a las cifras del INE. Esa es una de las primeras derivadas del impacto negativo de la pandemia con consecuencias directas en la pérdida de ingresos laborales. Lo anterior, podría traducirse en un aumento de la pobreza por ingresos, tal como lo ha mencionado la Cepal de hasta 13,7%. Esta última variable es la que debe medir la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional, Casen 2020.
Si bien el plan inicial contemplaba que se debía realizar en noviembre del año pasado, la crisis social llevó al gobierno a postergarla para noviembre de 2020 y enero de 2021.
En marzo llegó el coronavirus a Chile y si bien en un primer momento se mantuvo toda la preparación para que el trabajo de la encuesta fuese presencial, la extensión del virus llevó al Ejecutivo a modificar la forma de aplicación de la encuesta.
De acuerdo al Ministerio de Desarrollo Social y Familia, en el contexto actual de la emergencia sanitaria, “se requiere reducir y en lo posible evitar el contacto presencial, especialmente en grupos específicos de la población como adultos mayores, población con discapacidad o población de riesgo por enfermedades crónicas”. Por ello, explican que “en conjunto con el Panel de Expertos de Casen, se tomó la decisión de aplicar la encuesta Casen 2020 a través de una modalidad mixta secuencial”, la cual contará con dos fases. Esta es la primera vez que se hace con esta modalidad.
La primera de ellas es la fase de precontacto que tiene como objetivo obtener teléfonos de contacto y generar confianza con la aplicación de la encuesta. Esta etapa se iniciará a fines de septiembre de 2020 y tendrá una duración de 5 minutos máximo para recopilar información de contacto.
La segunda etapa es la aplicación telefónica de la encuesta. Esta etapa se realizará entre el 31 de octubre de 2020 al 31 de enero de 2021. Según se detalló, el cuestionario será reducido para alcanzar una duración máxima de 30 minutos promedio en formato telefónico. En tiempos normales bordea los 50 minutos promedio. Su objetivo será la medición de la pobreza por ingresos, la de algunos indicadores de carencias de la pobreza multidimensional como mal nutrición, ocupación y hacinamiento, entre otros; y la relación de dichas mediciones con grupos prioritarios de la política social. En ese sentido, las variables para la comparabilidad estarán sujetas a las preguntas. Por ejemplo, serán comparables las cifras de pobreza por ingreso y las variables que se seleccionen para el factor multidimensional.
La fecha de publicación de resultados se mantiene para el primer semestre del 2021.
La Ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, sostuvo que “es sumamente importante que las familias contesten esta encuesta, un instrumento que trasciende gobiernos, puesto que es una política de Estado que nos permite saber cuánto hemos avanzado o no en distintas problemáticas y carencias que afectan a nuestras familias”.
En tanto, la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candía, dijo que “en medio de esta crisis socioeconómica causada por la pandemia del Covid-19 se vuelve aún más vital contar con información oportuna y certera respecto a la realidad que viven nuestras familias, en especial aquella relacionada con materias de pobreza por ingresos y carencias que pueden estar enfrentando cada uno de los hogares del país”.
La Casen será aplicada en terreno por el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
La última Casen es la del año 2017 y reveló que la pobreza por ingresos bajó a 8,6% 2017, mientras que la pobreza extrema llegó a 2,3%. En tanto, el porcentaje de personas en pobreza multidimensional no presentó diferencias estadísticamente significativas y se estancó, al pasar de 20,9% a 20,7% entre 2015 y 2017.