Se esperaba que fuera hoy el veredicto final. Y así fue, después de dos postergaciones, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia adjudicó la Encuesta de Caracterización Socio Económica (Casen 2022) al Centro Microdatos de la Universidad de Chile, desplazando al Centro de Estudios y Encuestas Longitudinales de la Universidad Católica, que la realizaba desde 2017.
De esta manera, el levantamiento de pobreza vuelve a Microdatos, quien históricamente tenía en sus manos la realización de la encuesta Casen, con la sola excepción de 2009, cuando se la adjudicó el Observatorio Social de la Universidad Alberto Hurtado.
De acuerdo con el gobierno, a partir de la evaluación técnica y económica de las propuestas, se adjudicó el proceso de levantamiento de Casen 2022 a esta última institución. El presupuesto total de la propuesta que se adjudicó el contrato es de $3.269 millones. “La excelencia técnica y reputación institucional de ambos oferentes dan garantías de un proceso de levantamiento de alta calidad”, mencionó el Ministerio de Desarrollo Social.
De acuerdo con lo informado, en 2022, la Encuesta Casen volverá a levantarse de manera presencial en las viviendas de las personas, luego del cambio metodológico impuesto por la situación sanitaria durante la recolección de Casen en Pandemia 2020. Junto con el cálculo de la pobreza por ingresos y otros indicadores sociales y económicos, Casen 2022 permitirá contar con una nueva medición de la pobreza multidimensional, la cual no ha sido calculada desde 2017, entregando datos clave para el proceso de recuperación luego de la pandemia.
Casen es la encuesta más importante que se aplica a los hogares del país y tiene como objetivo conocer su situación de la población en relación con aspectos demográficos, de educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos, especialmente de aquellas personas en situación de pobreza y de aquellos grupos definidos como prioritarios por la política social.
Los resultados de la última medición de 2020, no fueron auspiciosos. Los resultados se entregaron a principios de julio de 2021: la pobreza por ingreso subió de 8,6% en 2017 a 10,8%, lo que se traduce en que 2.112.185 personas están en esta condición. Considerando la cantidad de población en 2017, según la proyección del INE en base al Censo 2017, la diferencia entre las tasas de pobreza equivale a un aumento de 528.134 personas. En tanto, la extrema pobreza (cuyo ingreso mensual está por debajo de dos tercios del valor de la línea de pobreza) avanzó hasta 4,3%, lo que equivale a que 831.232 personas en esa condición (2,3% en 2017).