La crisis económica que provocó el Covid-19 fue de proporciones. El empleo y los ingresos de los hogares fueron las variables más afectadas durante los peores meses de la pandemia. En el peor momento de la crisis se perdieron cerca de 2 millones de puestos de trabajo, afectando con ello la principal fuente de recursos de las personas.

Para medir precisamente ese impacto es que el Ministerio de Desarrollo Social, junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), realizaron la Encuesta Social Covid-19.

Su objetivo era caracterizar los efectos socioeconómicos directos e indirectos que ha generado la crisis sanitaria en los hogares, desde una perspectiva de política pública y así orientar las ayudas sociales dirigidas a las familias más afectadas.

En julio de 2020 se realizó la primera ronda de esta encuesta, y entre noviembre y diciembre de 2020 se aplicó este instrumento en una segunda ronda, buscando profundizar en el diagnóstico respecto a los efectos socioeconómicos de la pandemia en los hogares. Ahora, entre junio y julio de 2021, se llevó a cabo la tercera ronda de esta encuesta.

El sondeo se aplicó a 5.924 hogares, con el objetivo de que los resultados sean representativos a nivel nacional. Y este en particular puso su foco en la situación de los ingresos, el empleo y la deuda de los hogares. “Estamos enfrentando la peor pandemia de los últimos 100 años y hemos visto cómo ha golpeado fuertemente a los hogares de todo el país y sobre todo a los más vulnerables. Es por esto que la tercera entrega de resultados de la Encuesta Social Covid nos permite contar con la información oportuna y representativa relativa a las consecuencias sociales y económicas que ha traído consigo la pandemia”, sostiene la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar.

FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

De acuerdo con el gobierno, esta encuesta permitirá seguir monitoreando la situación de los hogares ante los cambios en la situación sanitaria y la progresiva recuperación del empleo y los ingresos de las familias.

Ingresos mejoran

Los resultados reflejan una baja en la proporción de hogares que declaran que han disminuido sus ingresos respecto de antes de la pandemia. Si en la primera ronda de la encuesta el 59,4% de los hogares declaraba que sus ingresos habían disminuido respecto a antes de la pandemia, en la segunda ronda casi la mitad (48,9%) estaba en esta situación, mientras que en esta tercera ronda llega al 44,6%.

Al mismo tiempo, el sondeo muestra que ha aumentado el número de hogares que declaran que han mejorado sus ingresos respecto a la primera ronda de la Encuesta Social Covid. Si en julio de 2020 solo el 2,3% declaró que sí, ahora ese porcentaje subió al 18,3%.

“Gracias a estas herramientas, como ministerio, tendremos un diagnóstico de la realidad de nuestros hogares, lo que nos permitirá llegar de forma eficiente y oportuna a las familias que se han visto mayormente afectadas por la crisis del Covid-19″, comenta Rubilar.

En otro punto de este ítem, el sondeo aborda si los ingresos que tiene un hogar le alcanzan para cubrir los gastos del mes. Y ahí los resultados muestran una disminución progresiva y relevante en la proporción de hogares que señalan que los ingresos del mes anterior “no les alcanzan” y tuvo algunas o grandes dificultades.

Si en la primera ronda de la encuesta casi a la mitad de los hogares (48,8%) no les alcanzaba, en la segunda eran tres de cada 10 hogares (30,9%) y en la tercera ronda uno de cada cuatro hogares (24,9%). En todo caso, desde el Ministerio de Desarrollo Social advierten que, pese “a esta mejora sostenida, el problema continúa de manera acentuada” entre los hogares de los primeros dos quintiles de ingresos: en el primer quintil, el 29,6% de los hogares declara que “no les alcanza”, mientras que en el segundo quintil el 32,1%. Ahora, esta situación también está presente con mayor fuerza en aquellos hogares donde el jefe de familia es mujer (27,1%).

Foto. Andrés Pérez

Deuda a la baja

La evolución de la deuda de los hogares también sigue siendo un factor a seguir por las autoridades. Si bien debido a las ayudas estatales y los retiros de los 10% de los fondos de pensiones la morosidad ha bajado, en el gobierno mantienen la atención al respecto. Los resultados muestran una disminución en el porcentaje de hogares con deuda, pasando del 74% al 65,6% entre julio de 2020 y julio de 2021. Asimismo, se señala que la presencia de deudas registra un mayor nivel entre los hogares con niños, niñas y adolescentes (74,8%) y los hogares donde sus ingresos no les alcanzan (74,7%).

Si bien el porcentaje de los hogares con deuda ha caído, el 39,9% de los hogares con deuda declara tener problemas para pagarlas. En hogares con jefatura femenina esta proporción llega al 44,8%; entre los hogares donde sus ingresos “no les alcanza” afecta a siete de cada 10 y al analizar en base a los ingresos, el 54,7% de los hogares del primer quintil; el 46,7% del segundo y el 43% del tercero tienen problemas para pagar sus deudas.

Asimismo, se desprende que dos de cada 10 hogares (21,1%) aumentaron sus deudas respecto a antes de la pandemia y estas han persistido o aumentaron. En el desglose esta situación se acrecienta en los hogares donde los ingresos no les alcanzan (38,4%). Al considerar a quienes tienen problemas para pagar estas deudas, se encuentra que el 11,3% de los hogares están en esta situación, que nuevamente se presenta con mayor fuerza en hogares donde los ingresos no les alcanzan (28,6%).

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, subraya que “aún siguen apareciendo constantes luces de alerta sobre la realidad de los hogares en Chile, mostrando deficiencias en sus ingresos y en la capacidad de pagar deudas, siendo los principales afectados las familias pertenecientes al quintil de menores ingresos”.

No obstante, acota que “en comparación con mediciones anteriores, los indicadores han ido disminuyendo, en un contexto en el cual hemos visto como han ido mejorando las cifras de empleo a nivel nacional”.

La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, en septiembre pasado, en la ceremonia de lanzamiento de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica, Casen en Pandemia 2020. Foto: Agencia Uno.

Ayudas estatales

Al analizar la distribución de los hogares que recibían al momento del levantamiento de la tercera ronda, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el 25,3% pertenece al primer quintil de ingresos; el 26,7% al segundo, el 22,2% al tercero, el 17,4% al cuarto y el 8,4% al quinto quintil.

Además, el 46,9% de los hogares señala que alguno de sus miembros ha apoyado económicamente a familiares o conocidos durante la pandemia. Esta situación es mayor entre los hogares a los que “les alcanza”, donde casi la mitad (49,8%) ha realizado estas acciones y entre los hogares de quintiles de mayores ingresos (quinto quintil, el 55,6% y cuarto quintil el 52,9%).

“Si bien durante 2021 el país ha logrado avances en materia de recuperación económica, los datos de la encuesta nos muestran grupos de la población que aún están rezagados y lejos de recuperar la situación de ingresos que tenían prepandemia. El desafío entonces es acelerar la recuperación de quienes han sido más afectados por esta crisis y abordar las desigualdades sistémicas que han profundizado sus efectos”, señala la representante del PNUD en Chile, Claudia Mojica.

Empleo

En línea con las cifras entregadas para el empleo por el Instituto Nacional de Estadísticas, se muestra que el porcentaje de personas ocupadas se mantiene estable respecto a la segunda ronda, restando aún para recuperar las cifras prepandemia.

El ministerio aclara que al realizar este análisis se debe considerar el momento en el que se realizó este levantamiento (junio-julio 2021), dado que aún existían medidas de confinamiento y restricción de la movilidad y la recuperación de los empleos era menor a la actual.

En total, el 48,6% de las personas de 15 años o más estaban en dicho período ocupadas. A nivel de quintiles se muestra una importante diferencia en la tasa de ocupación dependiendo de los ingresos del hogar. Se especifica que, aunque en cada uno de los quintiles ha aumentado la ocupación respecto a la primera ronda de la encuesta, en el primer quintil el 35,9% de las personas de 15 años o más están ocupadas en comparación al quinto quintil, donde el 73,4% está ocupado.

Al profundizar en los hogares sin ninguna persona ocupada en los meses de junio y julio de 2021, esto continúa afectando al 23,1% de los hogares, cifra que es menor a la registrada en junio de 2020, en donde el porcentaje de hogares sin ninguna persona ocupada fue del 27,4%. No obstante, pese la mejora en los meses señalados, esta condición sigue siendo mayor entre los hogares con jefatura femenina (26,7% versus 20,1% en hogares liderados por hombres) y en los hogares de los primeros quintiles (primer quintil el 33,7% y segundo quintil el 25,3%).

Asimismo, para los meses de junio y julio de 2021, cuatro de cada 10 (40,5%) personas de 15 años o más son inactivas, proporción similar a lo registrado en la segunda ronda levantada en noviembre-diciembre de 2020. Entre las mujeres más de la mitad son inactivas (51%), mostrando una importante diferencia frente a los hombres donde solo un 29,6% son inactivos. A nivel de quintiles, las personas del primer y segundo quintil de ingresos muestran una mayor tasa de personas inactivas: en el primer quintil más de la mitad (53,1%) son inactivos y en el segundo quintil el 46,6%. Respecto a la segunda ronda, solo para el quinto quintil se refleja una baja en el porcentaje de personas inactivas, pasando del 27,4% al 18,8%.