Encuesta Criteria: chilenos creen que combustibles y alimentos son los productos que más han subido de precio

El impacto económico y político que ha desatado la espiral inflacionaria más aguda de los últimos 30 años en la población chilena está en pleno desarrollo. En un intento por medir las percepciones de los chilenos en esta compleja coyuntura, una encuesta a nivel nacional de la consultora Criteria no sólo reveló que casi el 100% de la población siente que los precios han subido significativamente en los últimos seis meses, sino también posicionan los productos que más han impactado su bolsillo y evalúan la capacidad del gobierno para enfrentar la inflación.

Permeado por factores externos y externos, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio saltó un 0,9%, con lo que acumuló un alza de 12,5% en los últimos 12 meses, un registró que ha impactado a una generación completa de chilenos acostumbrada a inflaciones de un dígito por varias décadas.

El muestreo aleatorio de Criteria, ponderados por zona, sexo, edad y nivel socioeconómico, y aplicado del 30 de junio al 04 de julio pasado a 1.018 personas, revela en lo fundamental que hay un consenso transversal del impacto inflacionario en la vida diaria de los chilenos.

“No hay dos voces en el país respecto de que efectivamente la inflación se está sintiendo. En un país fragmentado y dividido, el único consenso mayoritario claro y conciso es que los precios han subido significativamente los últimos seis meses”, sostiene el director y fundador de Criteria, Cristián Valdivieso.

Frente a la pregunta abierta sobre las cosas que han subido significativamente de precio en el país, la encuesta posiciona a bencinas y combustibles (19%), y alimentos en general (18%), como los productos más golpeados por la espiral inflacionaria. Más atrás le siguen el pan (11%), aceite (10%), gas (6%) y carnes (6%).

“Es importante acotar que el alza que han tenido los combustibles, por ejemplo, no es algo que esté acotado sólo a la élite o a grupos de altos ingresos, sino que está doliendo masiva y transversalmente a la población”, explica Valdivieso.

La encuesta también sondea las fórmulas que población considera más efectivas para contener el proceso inflacionario. Bajo este contexto, la reducción del IVA para productos básicos de la canasta de alimentos (60%), aumentar el sueldo mínimo (51%) y control de precios por parte del gobierno (50%) concentran las elecciones de los encuestados por Criteria. Por contrapartida, un bono subsidio de compra de productos específicos solo fue considerado muy efectivo por el 32% de la población.

“Resulta interesante ver que los bonos no son lo más fuerte (...) creo que la gente tiene conciencia de que la inflación es un problema que no se mejora solo poniendo dinero”, afirma Valdivieso, quien repara en que el anuncio de fuerte alza del salario mínimo realizado por el gobierno hace unos meses pasó inadvertido. “Pasó como agua para la gente”, añade el experto.

Pero la encuesta también se sumerge en las aristas más políticas de los efectos de la inflación. Mientras un 52% de la población considera que el gobierno está capacitado para enfrentar y reducir la inflación, un 48% estima que no lo está.

Sin embargo, la falta de confianza en las virtudes del gobierno para conducir este proceso de combate a la inflación, se disparan en aquellos que desaprueban el gobierno de Boric (70%) y quienes rechazan la propuesta de nueva Constitución (72%).

“Esto confirma que la economía, que es la capacidad que tiene la gente para llegar a fin de mes en forma y fondo, y los temas de seguridad están incidiendo directamente cómo se enjuicia al gobierno (...) Sin embargo, Mario Marcel, que es el ministro mejor evaluado y quien transmite confianza, se está convirtiendo en el dique de contención de una arremetida mucho más crítica a la ciudadanía sobre el manejo económico del gobierno”, afirma Valdivieso.

La encuesta también revela que la mayoría de la población (68%) cree que la inflación es un mal que está afectando a todos los países del mundo con más o menos la misma intensidad. El restante 32% considera que las alzas de precios son un flagelo que afecta más Chile que a la mayoría de los países. Sin embargo, esta última opción se acentúa en quienes rechazan la nueva constitución y desaprueban el gobierno de Boric.

“El apremio material se vuelve tan agobiante que aquellas cosas posmateriales, como el medio ambiente, la paridad, y los valores más profundos que representan a este gobierno tienden a desaparecer. Esto no es porque no importen, sino porque pasan a ser menos importantes en términos relativos. Desde esa mirada, el gobierno, que es percibido como un gobierno pensado en el mundo que viene, es llamado a hacerse cargo del mundo en que estamos”, concluye Valdivieso.