El impacto en la actividad de la crisis sanitaria y el aumento de las cuarentenas siguió golpeando con fuerza al mercado laboral.
De acuerdo al último sondeo realizado por el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, la tasa de desempleo subió a 11,5% en la última semana de junio, frente al 11,2% de fines de mayo.
Sin embargo, el director del Centro de Encuestas, David Bravo, advirtió que la cifra no refleja la magnitud del impacto de la crisis dada la gran cantidad de personas que han salido de la fuerza laboral.
“El desempleo es de dos dígitos y es alto, pero la tasa se ha contenido ¿porqué el desempleo no ha saltado? si sumáramos a los 1,1 millones de personas inactivas que reconocen que sino estuviéramos en la actual crisis sanitaria estarían buscando trabajo, eso le pondría una enorme presión al mercado laboral, y si le agregáramos una fracción de los que están bajo la Ley de Protección del Empleo, la tasa probablemente sería de 25% o 28%”, señaló.
En este sentido afirmó que “la magnitud de la crisis no se ve reflejada en la tasa de desempleo”. Sobre las perspectivas para los próximos meses Bravo dijo que “no hemos tocado fondo, hay una mayor proporción de personas confinadas y eso tiene como consecuencia un deterioro en el mercado laboral”.
Desplome en la ocupación
Bravo sostuvo que el severo efecto de la crisis se aprecia de mayor manera en la tasa de empleo.
El indicador, que mide la proporción de personas en edad de trabajar que están ocupadas cayó a 43% en junio frente al 44,6% de mayo, en lo que constituye una cifra histórica sólo comparable con los datos registrados en la crisis de los 80.
De este modo en un año se han perdido 2,1 milones de puestos de trabajo, al pasar los ocupados de 8,9 millones a 6,2 millones.
El mayor impacto se ha dado en los trabajadores de casa particular con una caída de 70%, seguido de los trabajadores por cuenta propia con un retroceso de 27% y los asalariados con un descenso de 20%.
Inactivos superan a la fuerza laboral
Pero el negativo escenario no sólo se ha reflejado en la pérdida de empleos sino también en las menores expectativas de poder encontrar un trabajo.
De este modo de acuerdo a la encuesta por primera vez la cantidad de inactivos, es decir las personas en edad de trabajar que no está buscando un empleo, superó a la fuerza laboral, que suma a los ocupados con los que buscan trabajo.
Así los inactivos llegaron a 8,12 millones frente a los 7,68 millones que suman la fuerza laboral.
El sondeo arrojó que frente a la pregunta de si no estuvierámos en medio de la crisis sanitaria habría buscado empleo en junio, 1,1 millones de personas que no lo están haciendo respondieron que sí lo habrían hecho.