Los productores de azúcar de Brasil pueden cambiar al etanol con más facilidad que nunca, lo que dificulta los pronósticos del volumen del endulzante del mayor productor y exportador del mundo.

Véase el caso de Usina Batatais, con sede en Sao Paulo. Hace solo dos años, independientemente de cuánto bajaran los precios del azúcar, la empresa tenía que destinar al menos el 45% de los cultivos a la producción del edulcorante. Ahora, después de invertir en expansión, esa cifra se ha reducido a alrededor del 36% para la temporada 2019-2020, dijo en una entrevista Luiz Gustavo Junqueira, director comercial del grupo.

La cuestión de la "mezcla" de azúcar, es decir, cuánta caña se desvía hacia el biocombustible frente al endulzante, fue uno de los temas más candentes en una conferencia importante del sector en Ribeirao Preto, estado de Sao Paulo, el 13 de marzo. Con la inversión en equipamiento y almacenamiento de etanol por parte de los productores, hay menos limitaciones a la producción y simplemente irán con lo que sea rentable.

"El azúcar y el etanol compiten aún más este año en Brasil", dijo Franciele Rivero, analista de Sopex Group, de Sao Paulo.

Lo que está en juego para los inversores es un mercado que se ha vuelto enormemente bajista. En la semana que finalizó el 12 de marzo, los fondos de cobertura tenían posiciones cortas netas de 115.049 futuros y opciones, según datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos. La cifra, que mide la diferencia entre las apuestas a un aumento de precios y las apuestas a una caída, fue la más negativa desde septiembre. Las participaciones cortas saltaron un 25%.

Las apuestas significan que a las gestoras de capital podrían pillarles desprevenidas si los fabricantes de Brasil deciden producir más etanol, lo que aumentaría el déficit que algunos analistas ya pronostican para el mercado del azúcar. Hay señales de que esto está empezando a suceder. Los fondos elevaron sus apuestas bajistas justo antes de que los futuros del azúcar registraran un incremento del 2,8% en la semana que terminó el viernes.

En Usina Batatais de Sao Paulo, la compañía comenzó a moler la caña de la cosecha actual el 1 de marzo, dijo Junqueira. Hasta ahora, casi todo el cultivo se está convirtiendo en etanol. En el centro-sur de Brasil, región clave para la caña, el biocombustible se negocia al equivalente a unos 14,5 centavos la libra de peso (453,49 gramos). Entretanto, los futuros mundiales del azúcar se negociaban el viernes a 12,52 centavos en Nueva York.

El lunes, el azúcar en bruto para entrega en mayo saltó hasta un 2,6% a 12,85 centavos en ICE Futures US en Nueva York.

La temporada pasada, los productores del centro-sur del país introdujeron recortes sin precedentes del 26% para la producción de azúcar con respecto al año anterior, ya que optaron por más etanol. Eso redujo la producción mundial del endulzante en casi 10 millones de toneladas métricas, lo que contrarrestó un aumento de los suministros de la India.

La industria está preparada para más cambios este año, dijo Eduardo Sia, operador de la francesa Sucres et Denrees, o Sucden. Por ahora, la compañía anticipa una producción de azúcar centro-sur principalmente estable en la próxima temporada ya que los precios de los biocombustibles aún no son lo suficientemente atractivos para que los procesadores hagan cambios significativos. Pero Sucden también anticipa un déficit de azúcar mundial más amplio, por lo que cualquier variación en la mezcla podría limitar aún más los suministros.

En Delta Sucroenergia, con sede en Minas Gerais, las pequeñas inversiones en equipos significan que la compañía tiene la flexibilidad de reducir en más de 10 puntos porcentuales la parte de la cosecha que se destina a la producción de azúcar, dijo Virginia Soriano Lyra Leao, una vicepresidenta. Todo lo que tienen que hacer es girar una llave y el biocombustible comienza a fluir.

"Ahora podemos superar las limitaciones y producir más etanol para aprovechar los precios", declaró.