El sector energético ha sido muy prolífero en noticias los últimos meses, fuente de conflictos y buenos anuncios que finalmente concluyeron en el cambio de gabinete. La intensidad de este debate refleja lo primordial que es la energía en el desarrollo económico. Este sector ha avanzado muchísimo en los últimos años y la esencia del crecimiento ha sido la mayor competencia que ha propiciado la entrada masiva de energías renovables y la rebaja sustantiva de los precios. No obstante, el principal desafío hoy es profundizar esta tendencia. Para ello, hay tareas fundamentales que deben emprenderse:
1. Hay que evitar cambios que desalienten la inversión en proyectos de energías renovables de menor escala. Por ello se debiera revisar las modificaciones propuestas al marco normativo para los pequeños generadores.
2. La ley corta de distribución eléctrica se queda corta. Hoy es la oportunidad para iniciar una discusión en el Parlamento sobre un nuevo marco regulatorio que introduzca competencia en el sector.
3. La implementación del acuerdo de descarbonización debiera contemplar mayor ambición. Es muy probable que el cambio tecnológico, los efectos de la emergencia climática y la eficiencia económica adelanten de facto los plazos comprometidos.
4. Seguir impulsando medidas que propicien la masificación de la electromovilidad. Nuestro país tiene la oportunidad de situarse en el centro del cambio tecnológico mundial en el sector energético y transporte.
5. La eficiencia energética es fundamental, especialmente en las grandes empresas por lo que es importante concluir la tramitación del proyecto de ley.
6. Por último, hay que persistir en la concreción de proyectos de infraestructura que habilite la integración energética con Argentina y Perú.
Las próximas décadas la electricidad será la principal fuente de energía consumida en el mundo. Chile hoy tiene el más alto consumo per cápita en América Latina (3.800 kwh), pero de los más bajos entre los países de la OECD (8.000 kwh promedio). Por ello, el potencial de crecimiento es enorme y la visión que debe seguir orientando al sector es un futuro más eléctrico, con una industria competitiva, sustentable y confiable.