En la jornada de ayer, la ministra de Energía, Susana Jiménez, presentó ante las dos cámaras del Congreso las propuestas y cronograma de la reforma de distribución eléctrica, hoy en etapa de estudio.
Hasta ahora, dentro de sus objetivos destaca elevar los estándares de calidad y seguridad del servicio de distribución, creando mecanismos de prevención con un adecuado sistema de seguimiento, fiscalización y comunicación hacia los usuarios finales. Otra meta será exigir que las empresas distribuidoras cuenten con planes de contingencia para hacer frente a los cortes de suministro y establecer mecanismos ágiles de compensación a los consumidores cuando corresponda.
La ministra Jiménez también enfatizó en que modificar la actual regulación logrará una adecuada incorporación de nuevas tecnologías como redes inteligentes, sistemas de almacenamientos, gestión de demanda, generación distribuida y comercialización. Otro objetivo será modernizar el esquema de tarificación, especialmente en lo que se refiere a los procedimientos tarifarios del Valor Agregado de Distribución (VAD).
Los ejes
La reforma cuenta con seis ejes centrales. En primer lugar, revisar la rentabilidad de las empresas, además de introducir más competencia con nuevos servicios y actores, específicamente en comercialización y eficiencia energética.
Otra propuesta es separar la comercialización de operación red. La ministra de la cartera también destacó que en el proyecto van a incluir que se resguarde la información personal de los usuarios, que ha sido a la luz por la polémica de los medidores inteligentes. El último eje es ampliar el espacio de participación de procesos tarifarios. El objetivo es presentar el proyecto de ley en noviembre.