Engie Chile registró pérdidas por U$411 millones en 2023, tras deterioro contable por su proceso de descarbonización
En tanto, la firma francesa inició la construcción de su proyecto BESS Capricornio, que sumará 48 MW en capacidad instalada a su parque solar del mismo nombre, que opera desde 2022.
El proceso de descarbonización golpeó la última línea de resultados de Engie en Chile. La generadora de capitales franceses registró una pérdida durante el ejercicio 2023 de US$411 millones, afectada por el deterioro en el valor contable de dos de sus activos de generación en base a carbón, a raíz del proceso de descarbonización llevado a cabo por la compañía. En concreto, el deterioro de la Central Térmica Andina (CTA) y la Central Térmica Hornitos (CTH), unidades que dejarán de operar en base al combustible fósil a partir de 2026.
El efecto no recurrente en los balances explicó las cifras rojas de la firma, ya que de haber sido excluidos de lo resultados netos, éstos habría reflejado una utilidad de US$80 millones, según explicó la compañía en un comunicado de prensa. De hecho, durante el cuarto trimestre del año pasado, de acuerdo a los estados financieros enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), se registraron gastos fuera de la operación por US$605 millones relacionados al reconocimiento del deterioro, partida en la que se incluyeron además un aumento de US$18 millones en la provisión de desmantelamiento.
Los resultados en 2022 de Engie Chile ya habían registrado una pérdida de US$389 millones por un efecto similar, y que de no haberse aplicado, el resultado neto de dicho ejercicio hubiera reflejado una pérdida neta de US$64 millones.
Con todo, los ingresos operacionales de la generadora gala, que a septiembre de 2023 representaba el 8% de la capacidad de generación instalada del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), se incrementaron en un 14%, hasta los US$ 2.193 millones, reflejando una mejora en la ganancia operacional durante los doce meses del año pasado, que ascendió a US$ 221 millones, número que se compara positivamente con los US$ 300 mil en pérdidas operacionales registradas en 2022.
Así, el Ebitda de la firma, cuya propiedad es controlada en 59,99% por Engie, aumentó en un 113% hasta los US$403 millones.
En tanto, las ventas físicas de energías se mantuvieron en 12.072 MW, pese a que la generación de energía descendió 2% hasta los 5.493 GWh. En tanto, las compras realizadas por Engie Chile en el mercado spot bajaron 19% hasta los 3.626 GWh, y las compras bajo contrato subieron 54% hasta las 3.289 GWh.
Cuarto proyecto BESS
Por otra parte, Engie Chile hizo oficial el inicio de la construcción de su cuarto proyecto que busca incorporar sistemas de almacenamiento eléctrico por medio de baterías (BESS, por sus siglas en inglés) en el país. Se trata de BESS Capricornio, la que sumará 48 MW en capacidad instalada a la planta solar del mismo nombre, ubicada en la comuna de Antofagasta, con una capacidad de 88 MW y que entró en operación en 2022.
Así, gracias a las cinco horas de almacenamiento que ofrecen los 96 contenedores BESS, la planta tendrá una capacidad de almacenamiento de 264 MWh. La iniciativa ya contaba con aprobación para su desarrollo desde septiembre de 2023, tras recibir el visto bueno a las pertinencias adjuntadas a la RCA de la planta fotovoltaica, trámite que permite eximir de estudios o declaraciones de impacto ambiental a este tipo de tecnologías.
Rosaline Corinthien, CEO de Engie Chile, comentó que “a nivel mundial tenemos la meta de contar con 10 GW en almacenamiento para 2030. Sabemos que los sistemas de almacenamiento cumplen un rol primordial en la transición energética y, en línea con lo anterior, BESS Capricornio se sumará a nuestro portafolio con este tipo de tecnología que permite evitar los problemas de vertimiento y evacuar energía verde en las horas de mayor demanda”.
La iniciativa en Antofagasta se suma a BESS Coya y BESS Tamaya, ubicadas en las comunas de María Elena y de Tocopilla, respectivamente, y que involucran inversiones por US$191 millones y US$125 millones cada una. Ambas tienen distintos avances en su construcción. Según detalló Engie en un comunicado, BESS Coya “se encuentra con el 100% de las baterías instaladas y está a la espera de obtener el inicio de su operación comercial”, lo que se espera ocurra dentro del primer semestre de 2024. BESS Coya se transformará en el sistema con mayor capacidad de almacenamiento en América Latina, con 638 MWh y 139 MW de capacidad instalada.
En tanto BESS Tamaya, que consiste en reconvertir la antigua central diésel Tamaya en una planta solar con una capacidad de almacenamiento de 418 MWh, concluiría su construcción en el primer trimestre de 2025. Antes, la firma ya operaba en Arica un sitio que sirvió como piloto para el desarrollo de nuevas iniciativas.
“Una vez que entren en operación BESS Coya, BESS Tamaya y BESS Capricornio; contaremos con más de 1.1 GWh de capacidad de almacenamiento al día. Esto es un gran logro en nuestro plan de transformación. Además, hay que tener en cuenta, que cada uno de los proyectos que estamos desarrollando hoy en día, tiene contemplado incorporar un sistema de almacenamiento”, indicó Juan Villavicencio, Managing Director Renewable de Engie Chile.
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