Enrique Ostalé, el aterrizaje de un pánzer del retail en Falabella
Llega a la presidencia de Falabella uno de los ejecutivos chilenos que ha ostentado la posición más alta en una multinacional, con un amplio conocimiento del negocio retail y el comercio electrónico, y con una gran habilidad para recomponer confianzas entre accionistas e inversionistas.
El martes se llevó a cabo la junta de accionistas del grupo Falabella con una renovación de parte importante de su directorio, cediendo sus cargos tres miembros de las familias controladoras. Esto generó el ingreso de Enrique Ostalé (62), Alfredo Moreno y el brasileño Germán Quiroga, así como de Andrés Roccatagliata, en representación de las AFP.
Hasta ese minuto era un cambio relevante, pero 24 horas después el remezón fue mayor: Carlo Solari dejó la presidencia y aterrizó en ese cargo uno de los exhombres fuertes de Walmart Internacional.
No es primera vez que a Enrique Ostalé le toca reemplazar a un controlador en una posición de liderazgo: en 2006 Nicolás Ibáñez dio un paso al lado en la gestión de D&S y Ostalé asumió como gerente general corporativo, cargo que se creó para esa instancia.
Por esta razón, cercanos a Falabella indican que su rol no sólo será fundamental en buscar una estrategia que permita a la empresa salir del momento por el que atraviesa (en 5 años ha perdido el 75% de su valor bursátil, su acción llegó a un peak de $6.498 en 2018 y el jueves cerró en $1.744), sino que también será clave para que se reparen los lazos al interior del grupo controlador y la relación de la compañía con los inversionistas.
Esta característica para recomponer “ambientes afectados” se señala en una de las presentaciones de Walmart que describen al ejecutivo: “Tiene una habilidad para alinear grupos dispares, desde propietarios-empresarios hasta miembros de directorios, analistas de Wall Street, clientes y empleados en todos los niveles y regiones, en entornos grandes y pequeños, formales e informales”. Asimismo, sus pares reconocen su capacidad para reclutar equipos, formar líderes de alto desempeño y crear una cultura ganadora.
De D&S al poder de Walmart
Ostalé llegó a D&S en 1989, su inicio de una carrera ascendente en la firma controlada por la familia Ibáñez. Estuvo en las áreas de operaciones, comercial, finanzas, cadena logística y sistemas, lo que le dio un gran conocimiento de la compañía. Lideró el desarrollo y ejecución de una nueva estrategia para convertir a D&S en un minorista multiformato.
Con la llegada del nuevo siglo, Ostalé dejó la compañía. En ese período fuera de D&S, el viñamarino exploró nuevos rumbos, fue el CEO de El Mercurio Online (2000-2002) y tras ello decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (2002-2006), su alma mater. Allí dejó huella: tras cinco años en el decanato, la escuela revirtió las tendencias de bajas clasificaciones, alcanzando la posición de liderazgo según los rankings más prestigiosos de Escuelas de Negocios de América Latina.
En ese período, sin embargo, siguió vinculado al mundo de las ventas minoristas. Fue en ese momento cuando se acercó al grupo Falabella. Fue asesor en la creación de los supermercados Tottus en Perú en 2002, los cuales empezaron a operar en Chile en 2004 (tras el fallido acuerdo entre Falabella y Carrefour). También fue director de la filial CMR.
Con los años volvería a D&S. En 2006 Nicolás Ibáñez lo llamó, ofreciéndole un cargo hasta ese momento inexistente, convertirse en el CEO de la compañía, con lo que Ibáñez daba un paso al lado en la gestión diaria del retailer. Entre 2006 y 2008, antes que llegara Walmart a la propiedad, Ostalé le dio un nuevo aire a la compañía: multiplicó sus ventas y ganancias varias veces, mientras aumentaba su participación de mercado hasta llegar al 40%.
Nicolás Ibáñez lo recuerda con aprecio: “Enrique es, como sabemos, más que un experimentado y astuto profesional. Su esfuerzo y trayectoria hablan de una persona con principios, con los valores y el espíritu de servicio que lo impulsa a poner lo mejor de sí para asegurar que la empresa genere valor compartido para todas las partes interesadas: colaboradores, proveedores, clientes, las comunidades donde opera y los accionistas”, señala.
Esa performance fue la que llamó la atención de Falabella. En 2007 los accionistas del grupo y los Ibáñez iniciaron conversaciones para unirse y crear el mayor retailer multiformato de Chile. Sin embargo, la operación fue rechazada en enero de 2008 por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). Cercanos a la operación sostienen que el paso de Ostalé por Falabella, como asesor y director de CMR, fue clave para sentar a negociar a los accionistas de ambos grupos, y que su presencia también fue crucial para alcanzar el acuerdo.
Ostalé y la familia Ibáñez tenían claro que D&S no podía seguir solo. Cencosud crecía, pasando de los supermercados a las multitiendas y tiendas de hogar y construcción, mientras operadores internacionales cada cierto tiempo amenazaban con ingresar a Chile. En ese contexto, llegó Walmart a sondear una alianza a fines de 2008, en la cual finalmente la estadounidense se quedó con el control del 58,2% y los hermanos Felipe y Nicolás Ibañez Scott con el 40,1%. Estos últimos salieron definitivamente de la supermercadista en 2013.
Como CEO, Ostalé lideró el proceso de integración de ambas compañías, “que se convirtió en una de las adquisiciones más exitosas realizadas por Walmart”, indica un exejecutivo de la estadounidense.
Ese resultado sembró el camino para que partiera su carrera internacional. En enero de 2013 Ostalé asumió como vicepresidente ejecutivo y CEO de Walmart Latam, para posteriormente sumar mayores responsabilidades en otros continentes y que en la estructura de Walmart internacional implicó ser uno de sus ejecutivos más relevantes.
Las cifras avalan su gestión. Llegó a liderar un negocio en tres continentes, con más de 5.000 tiendas y 450.000 empleados distribuidos en México, América Central, Argentina, Chile, Reino Unido, Sudáfrica y otros 12 países africanos y también India, que van desde US$65 mil millones a US$85 mil millones en ingresos. En Walmex su gestión fue destacada: a partir de 2015 la firma recuperó el precio de las acciones, casi duplicando el valor en menos de 5 años, convirtiéndose Walmex en el minorista más exitoso y de más rápido crecimiento en la región.
A fines de 2019, Walmart anunció a sus accionistas e inversionistas que su presidente ejecutivo y director general de Latinoamérica, África y el Reino Unido para Walmart Inc. y presidente del consejo de Walmart de México y Centroamérica, se retiraría de la compañía el primer trimestre de 2020.
Tras dejar Walmart, Ostalé aterrizó en 2020 en el directorio de Latam -donde estuvo hasta 2022- en reemplazo de Carlos Heller (al igual que ahora en Falabella), justo en momentos críticos producto de la pandemia. A un mes de su arribo, Latam entró al Capítulo 11 de la ley de Quiebras de Estados Unidos. Un exdirector de Latam cuenta que era un participante activo en el directorio, diligente, meticuloso, con experiencia de CEO. “Un muy buen director”, dice.
Pero sin duda, su experiencia en Walmart es de donde Ostalé se nutrió de nuevos conocimientos, tales como desarrollar una estrategia de crecimiento sostenible a largo plazo frente al comercio electrónico, desafíos omnicanal, agenda digital y nuevas formas de trabajar; todas herramientas y experiencias que serán clave para su nuevo rol de presidente de Falabella.
La misiva de Ostalé respaldando al actual gerente general
“En representación de todo el directorio, quiero expresar públicamente nuestro apoyo y confianza a todo el equipo de ejecutivos liderados por Gaston Bottazzini”, dijo el nuevo presidente de Falabella, Enrique Ostalé, en una carta interna mandada ayer al personal del retailer. En ella dio públicamente su respaldo a la administración, la que ha atravesado por momentos complejos dado el débil desempeño de la compañía: “Estamos seguros que entre todos y con su liderazgo, recuperaremos la senda del crecimiento rentable”, añadió.
En la misiva, el ex Walmart también agradeció a Carlo Solari “por su dedicación, compromiso e impulso para transformar a Falabella en un gran ecosistema físico-digital”. “Me deja la vara muy alta, pero seguiremos contando con su ayuda en esta tarea, pues continuará presente como director de Falabella”, señaló.
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