Hay tensión en el puerto. La estatal Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que dio por terminado el contrato de concesión que tenía Valparaíso Terminal de Pasajeros S.A. (VTP), que es la empresa que se encargaba de operar y administrar el espacio donde recalaban los cruceros, ligada a Agunsa, holding de la familia Urenda.
El gerente general de EPV, Franco Gandolfo, explicó a la CMF que el cese del contrato estuvo “motivado por el incumplimiento de VTP de las obligaciones que el contrato le impone”. Junto con lo anterior, el ejecutivo expresó que EPV “ha hecho reserva de los derechos y acciones para perseguir la responsabilidad de Valparaíso Terminal de Pasajeros S.A. en el término del contrato y la indemnización de los perjuicios que de ello se derivan”.
Por su parte, VTP el pasado 3 de agosto demandó a la estatal, exigiendo el pago de US$ 4,6 millones que corresponderían a daño emergente y US$ 11,5 millones a lucro cesante, todo por concepto de indemnización, tras supuestos incumplimientos en el contrato firmado en 2002.