En las últimas semanas, los mercados bursátiles de EEUU han subido y bajado en respuesta a asuntos que van mucho más allá de los tradicionales impulsores directos del crecimiento económico y las ganancias corporativas. Estas "incógnitas conocidas", usando la expresión del ex secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, incluyen las secuelas de la crisis monetaria en Turquía, las escaramuzas de sanciones y aranceles comerciales, la mayor incertidumbre en las perspectivas de la economía global y la salida de la política monetaria no convencional.

Dado que las reacciones de cartera desbalanceadas son el principal riesgo para los inversionistas en acciones, a continuación se presenta una evaluación de las cuatro grandes incógnitas conocidas.

Una economía global más incierta

Marca una gran diferencia para las ganancias corporativas de EEUU si las tasas de crecimiento promedio de los países avanzados terminan convergiendo hacia niveles más altos en EEUU, que si, por el contrario, los niveles de EEUU caen. Este es particularmente el caso en un escenario de alto endeudamiento y escasa capacidad política para combatir una grave recesión económica. Y mientras esto ocurre, los diferenciales de las tasas de interés y los tipos de cambio podrían estar sujetos a tensiones considerables.

Política comercial

Mientras EEUU esté dispuesto a soportar cierto daño posible, está destinado a ganar la batalla. Al darse cuenta de esto, algunos socios comerciales (incluida la Unión Europea) han adoptado una postura más conciliadora después de las iniciales de represalia. El resultado neto son los siguientes: el 60% de probabilidades de lograr ajustes negociados que retienen el actual sistema comercial pero lo hacen más justo; el 25% de que el mundo caiga en una guerra comercial en toda su dimensión; y el 15% de que este resulte ser un "Momento Reagan" muy favorable para el sistema internacional.

Normalización de la política de los bancos centrales

La Reserva Federal está muy avanzada en la normalización y hay suficiente evidencia para sugerir que tendrá éxito con una normalización armónica. Pero eso no significa que no haya incertidumbre. Nadie sabe cómo responderá la economía ni los mercados mundiales cuando otros dos bancos centrales de importancia sistémica actúen simultáneamente para normalizar la política. Lo que sí sabemos es que los mercados de activos se han beneficiado significativamente de las inyecciones de liquidez, y mucho más que la economía real; que existen preocupaciones sobre una excesiva asunción de riesgos en algunos segmentos.

Turquía

Hasta ahora, ha evitado el uso de la política de tasas de interés y la ayuda del Fondo Monetario Internacional para apoyar sus ajustes de política interna. Como resultado, existe un riesgo de que la fase actual de contagio técnico desarrolle dimensiones económicas y financieras más amplias. Turquía es la más vulnerable a esta dinámica, pero Europa occidental también podría sentir cierta vulnerabilidad dado la envergadura económica de Turquía y sus vínculos comerciales.