Con la tasa de desempleo en un histórico mínimo de 4%, el mercado laboral de Estados Unidos enfrenta un nuevo gran desafío: la falta de trabajadores. Aunque las empresas vienen advirtiendo hace tiempo la dificultad que representa la brecha de habilidades, por la falta de empleados calificados, el problema parece expandirse a todo tipo de trabajadores, justo cuando Donald Trump pone más barreras a la inmigración.
De acuerdo con datos de Skills USA, el 52% de los estadounidenses reconoce que encuentran problemas para cumplir con los requisitos para llenar los puestos de trabajo, principalmente en áreas técnicas, de alta calificación y empleos para operarios de producción. En la contraparte, el 83% de las compañías de Estados Unidos advierte tener problemas para encontrar trabajadores calificados que puedan ocupar los puestos que ofrecen.
El más reciente informe de ADP y Moody's Analytics también dio cuenta del complejo escenario. Mientras informó la creación de 177.000 nuevos puestos de trabajo en el sector privado el mes pasado, destacaron que la falta de empleados calificados se encuentra en un récord de 6,7 millones.
"El problema número uno de las empresas es encontrar trabajadores calificados. Al ritmo actual de crecimiento del empleo, si se mantiene, este problema empeorará", indicó Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, en el comunicado del que acompañó al reporte. "Esta escasez de mano de obra se intensificará en todas las industrias y tamaños de empresas", subrayó.
Su opinión es compartida por Jim Baird, director de inversiones de Plante Moran Financial Advisors, quien aseguró que "la presión está creciendo para los empleadores, y tanto los datos duros como los informes anecdóticos indican que las presiones salariales están aumentando". Si bien, dado el ímpetu de la actividad económica de EEUU, los empleadores han podido aplicar un alza en los salarios para retener y cautivar el talento, la tarea se vuelve cada vez más desafiante, indicó Baird.
De hecho, el reto no sólo crece en el sector privado. Diversos estados del país han debido desarrollar estrategias para hacer a sus mercados laborales más atractivos. Según lo consignado por CNBC, Vermont está ofreciendo subvenciones de US$10.000 a personas que desean mudarse al estado y continuar con sus trabajados actuales de manera remota, en Indiana se ha establecido un sitio web para atraer a veteranos cuando abandonan el ejército y en Nebraska la Cámara de Comercio local ofrece igualar los bonos de firma de los empleadores hasta US$5.000.
Ante un ritmo de creación de puestos de trabajo cercano a los 200.000 mensual (en junio llegó a 213.000 contando empleos públicos y privados), economistas, demógrafos y políticos, anticipan que el problema podría empeorar, mientras Skills USA proyecta que para el año 2020 los puestos de trabajo sin llenar llegarán a 10 millones.