Un total de 43 días duró la paralización que a principios de 2017 se produjo en la minera privada más grande del país, Escondida, golpeando fuertemente al crecimiento del período.
De hecho, el llamado Imacec de la minería registró el año pasado mientras duró la paralización sus peores rendimientos al caer -17,1% en febrero y -22,7% en marzo.
Sus efectos se sintieron hasta abril, en que dicho indicador se contrajo -4%.
Lo cierto es que la historia podría volver a repetirse, porque la minera controlada por BHP, Río Tinto y un consorcio japonés nuevamente están en negociaciones salariales, y la posibilidad de una paralización está en el horizonte.
Los trabajadores están exigiendo el 4% de los dividendos pagados a los inversionistas en 2014 como bono de término de conflicto y las negociaciones tiene fecha de cierre el próximo 31 de julio. De no haber acuerdo, la paralización se iniciaría el próximo 1 de agosto.
Esta escenario está siendo monitoreado por los expertos, puesto que afecta a la economía doméstica.
Según Nathan Pincheira de Fynsa, el panorama económico local tiene doble lectura.
Efectivamente se aprecia la recuperación de la economía como quedó evidenciado en el Imacec de abril, que se expandió 5,9%, pero a la vez "elevamos el riesgo que tiene que ver con que son las negociaciones de Escondida", ya que, de ocurrir, afectaría al crecimiento del segundo semestre, donde las bases de comparación serán más exigentes.
"Estamos viendo que podría ocurrir la misma situación que vimos entre febrero y marzo del año pasado. Sabemos que eso impacta a los niveles de crecimiento de forma importante, el efecto sobre el crecimiento de 2017 fue de más o menos 0,5% del PIB anual", explicó.
Es que para los expertos el efecto no solamente se produce mientras dura la paralización. Patricio Rojas de Rojas y Asociados apunta que "eso va a afectar la producción de cobre y claramente la actividad durante algunos meses, no solamente porque se produce la huelga sino también porque echar a andar la empresa toma tiempo".
Por el momento, el correlato positivo de la incertidumbre es el elevado precio que ha alcanzado el metal rojo a nivel internacional.
Ayer viernes el metal rojo apuntó un nuevo avance que lo mantiene en su mayor valor en más de 4 años, alcanzando US$3,29 la libraen la Bolsa de Metales de Londres.
Esto configura un mejos escenario para las arcas fiscales por concepto de recaudación fiscal.