La paternidad tiene nuevas reglas. Hace algunos años era impensable que el padre se quedara en casa cuidando a sus hijos, mientras la madre salía a trabajar. Hoy es una realidad para muchas familias. En nuestro país, la división cultural de roles ha comenzado a ser cada vez más cuestionada. Los viejos paradigmas ya no coinciden con la realidad social, ya que las mujeres están presentes en el mercado laboral motivadas por la realización de aspiraciones personales y profesionales o por necesidades económicas.
Por su parte, no todos los hombres quieren cumplir el rol cultural de proveedores, y en ocasiones son estereotipos los que no permiten que los hombres se involucren de manera más participativa en la crianza de sus hijos, debido a restricciones culturales y laborales.
Frecuentemente olvidamos que hay muchos padres que desearían más oportunidades para participar en la formación de sus hijos, contando con espacios concretos articulados y reconocidos por las leyes y, particularmente, por las convenciones sociales.
Existe evidencia empírica que reconoce los beneficios del mayor apego de los hijos con el padre: un mayor bienestar físico y psicológico, especialmente en términos cognitivos y emocionales del niño. El involucramiento parental se correlaciona positivamente con las competencias sociales de los niños, de acuerdo con un estudio de Stolz et al, 2005.
Además, existe un beneficio económico asociado al impacto que tiene una paternidad corresponsable sobre las tasas de natalidad. Las mujeres que deseen participar en el mercado laboral, tendrán una aproximación más favorable hacia la maternidad contando con padres comprometidos con el cuidado de sus hijos.
En este sentido, es fundamental el papel de las políticas públicas para fomentar medidas que apunten a perfeccionar el postnatal parental, ampliando el permiso para el padre; faciliten la creación de empleos flexibles y promuevan la compensación de horas extraordinarias con tiempo libre, aspectos determinantes para adecuar el marco legal a las necesidades y responsabilidades familiares.
El 43% de los hijos - que conocieron a su padre -no se siente satisfecho con el tiempo que su padre les dedicó, de acuerdo con la Encuesta Nacional Bicentenario 2014, PUC- Adimark. Sin lugar a dudas esta cifra constituye un potente llamado de atención sobre la importancia de resguardar los espacios para la paternidad y el fortalecimiento de la familia.