La empresa sanitaria Essal reaccionó ayer a la decisión de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de iniciar un expediente sancionatorio y de caducidad de la concesión, tras finalizar la investigación técnica sobre la emergencia que afectó a Osorno entre el 11 y el 21 de julio.
"Como empresa queremos manifestar nuestro más irrestricto apego y respeto a la institucionalidad vigente, así como a la Ley General de Servicios Sanitarios que rige en Chile", señaló la compañía por medio de un comunicado.
Por otra parte, aseguró que colaborarán con las autoridades en el proceso que inició el regulador. "Nos encontramos a entera disposición de la autoridad sanitaria para colaborar durante el proceso administrativo que se inicia, buscando establecer con claridad que no ha existido intención de afectar a nuestros clientes y no se cumplen los requisitos que exige la ley para caducar la concesión de Osorno", aseguró. En la declaración, no obstante, omitió referirse a la opción de judicialización, que podría retrasar las sanciones.
No obstante, la empresa sanitaria, controlada por Aguas Andinas, que a su vez, es controlada por IAM, cuyo principal accionista es el grupo francés Suez IAGSA, dijo que independiente del proceso que se inició, seguimos trabajando mejorar su gestión.
"Estamos convencidos que el lamentable hecho que afectó a la comunidad de Osorno no es representativo de la labor que a diario realizan los trabajadores de nuestra empresa. Independientemente del proceso abierto por parte de la Superintendencia, seguimos trabajando para robustecer la empresa y mejorar su gestión. El compromiso de Essal es continuar trabajando con esmero para entregar un servicio de calidad a nuestros clientes", señaló en la declaración pública.