Estados Unidos anunció el miércoles nuevas sanciones económicas y financieras contra grandes bancos rusos y dos hijas del presidente Vladimir Putin, informó la Casa Blanca.

Un alto funcionario estadounidense explicó que Washington quiere crear un “círculo vicioso” acumulando medidas contra Rusia desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania.

“La privamos (a Rusia) de capitales, la privamos de tecnología, la privamos de talentos y el conjunto de medidas apunta a crear una espiral que se acelera a medida que Putin mantiene la escalada” militar, añadió el funcionario que pidió no ser identificado.

Además de impedir nuevas inversiones en Rusia, Estados Unidos impondrá las sanciones más severas posibles contra el banco público Sberbank, que según Washington controla un tercio de los activos bancarios de Rusia y también contra el Alga Bank, el mayor banco privado del país.

Eso significa que esas entidades, que ya habían sido recibido sanciones menos duras, sufrirán la congelación de todos sus haberes “en el sistema financiero estadounidense” y no podrán hacer ningún tipo de transacción con entidades o personas estadounidenses, según la Casa Blanca.

Estados Unidos quiere también sancionar a “grandes empresas públicas estratégicas” pero, de momento, no reveló la lista.

Washington señaló que las medidas apuntan a convertir a Rusia en un “paria” de la economía mundial, pero haría excepciones en el sector de energía, principal fuente de recursos del fisco ruso.

La Casa Blanca, como siempre, dijo que las medidas son coordinadas especialmente con sus aliados europeos que son muy dependientes del gas ruso.

Además, Estados Unidos también sancionará a “hijos adultos” de Putin. Un alto funcionario estadounidense dijo que se trataba de las dos hijas del presidente ruso, que ahora están sujetas a una congelación de activos en Estados Unidos y aisladas del sistema financiero estadounidense.

Esas hijas de Putin son conocidas en los medios rusos como “Maria Vorontsova y Katerina Tikhonova”.

El mismo tratamiento será aplicado a la esposa e hija del ministro de asuntos Exteriores Sergéi Lavrov así como a los miembros del consejo de seguridad de Rusia, entre ellos el expresidente Dimitri Medvedev.